La CEOE se aleja más del Gobierno: de los 14 acuerdos sociales a la foto con el PP tras plantar a Sánchez en Rabat

Es un hecho. Las relaciones del Gobierno con la patronal se han torcido desde hace meses. De manera ostensible. Y en la última semana esa distancia tuvo su reflejo en tres actos consecutivos. Martes 31 de enero, los empresarios se descuelgan del acuerdo para la subida del salario mínimo interprofesional hasta los 1.080 euros al mes. Miércoles 1 de febrero, el jefe de la CEOE, Antonio Garamendi, se ausenta del foro empresarial en Rabat que ejerce de prólogo de la XII Reunión de Alto Nivel (RAN) entre España y Marruecos. Jueves 2 de febrero, el propio Garamendi se reúne con los coordinadores del programa electoral del PP, Íñigo de la Serna y Carmen Fúnez, justo el día de celebración de la "histórica" cumbre bilateral en la capital del reino alauí, la primera en casi ocho años.

En el Ejecutivo, los movimientos de los patronos no sientan bien, aunque tampoco sorprenden, y en todo caso prefieren ser prudentes y no calentar un ambiente ya enrarecido con manifestaciones contrarias. Y porque se suma otro factor importante: el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones sigue negociando la segunda parte de la reforma de las pensiones, que tenía que haber estado lista antes del 31 de diciembre pasado y que José Luis Escrivá quiere tener ya aprobada este mes. Las conversaciones con los agentes sociales y con los grupos parlamentarios está siendo muy complicada y en el departamento no quieren echar más leña al fuego.

En Trabajo insisten en la "buena relación personal" que mantiene Díaz con Garamendi. "De sus fotos con el PP deberá responder él"

En Trabajo insisten en la "buena relación personal" que mantiene la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, con Garamendi, y recuerdan que ese respeto al diálogo social ha tenido sus frutos, 14 acuerdos en esta legislatura "muy positivos para España": el diseño de los ERTE y sus prórrogas durante los dos años de la pandemia —seis acuerdos sociales en defensa del empleo—, la reforma laboral, la ley rider, la ley del teletrabajo, el reglamento de igualdad retributiva, la herramienta de valoración de los puestos de trabajo, la subida del salario mínimo de 2020 (hasta los 950 euros), la primera pata de las pensiones y el nuevo sistema de cotización de los autónomos.

"De sus fotos con el PP tendrá que responder el propio Garamendi", señalan en el equipo de Díaz. El jefe de la patronal lo hizo este viernes desde Santiago de Compostela. "Qué le voy a hacer. Si a alguien le molesta que me reúna con unos y con otros, no es nuestro problema", señaló Garamendi, para defender a continuación su encuentro con el PP el jueves. Él se reúne, dijo, "con todo aquel" que lo solicite, "con el PP, con Ciudadanos o con el que sea", del mismo modo que se reúne "con el Gobierno o con el PSOE". "Nosotros somos libres e independientes. Por tanto, yo no me debo absolutamente a nadie, solo a los empresarios españoles y a mi país, que se llama España", zanjó. El líder de la CEOE añadió que su ausencia en el foro empresarial en Rabat, el miércoles, obedecía a "un problema personal" que "no tiene nada que ver con elucubraciones", informa EFE.

Pero lo llamativo de esta semana fue la sucesión de gestos. Primero, la decisión de la patronal de no acudir a la reunión convocada el martes por Trabajo con los agentes sociales para cerrar el acuerdo sobre la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) para 2022. La CEOE se borró porque no tenía sentido enviar a ningún representante, justificó, al no conocer la propuesta del Ejecutivo. "El Gobierno tenía ya un SMI de máximos decidido. Para hacernos una foto no vamos", explicaba Garamendi el miércoles en una entrevista en El Mundo.

El jefe de la CEOE alega que su organización es "libre e independiente" y que se reúne con todo aquel que se lo pide

Los empresarios querían limitar el alza a un 4% y acusaron al Gobierno de no querer tratar la situación del sector agrario ni la de los contratos públicos que se verían afectados por el alza salarial. Por la tarde, fue el presidente, Pedro Sánchez, quien en el Senado anunciaría el importe del aumento del SMI: hasta los 1.080 euros brutos al mes por 14 pagas, fruto del acuerdo con los sindicatos, CCOO y UGT. Una subida de un 8%. Así, el salario mínimo ha experimentado un crecimiento de un 47% en los últimos cinco años (344 euros mensuales) y el Gobierno cumple el compromiso, recordaba Díaz, que de llegase al 60% del sueldo medio. Es "un acuerdo de máxima importancia para el país", reseñó, del que sin embargo se desmarcó la CEOE.

Malas relaciones con el PP de Casado

Era al día siguiente, miércoles 1 de febrero, cuando Garamendi tenía que haber volado a Rabat, pero no lo hizo por esos citados motivos "personales", pero el jueves sí se reunió con el PP y el partido quiso que se supiera, pues divulgó un comunicado con foto de los participantes en el encuentro.

En el Gobierno señalan que el distanciamiento llegó cuando el PP aupó a Feijóo. No ha habido acuerdo por el SMI, pero tampoco pacto de rentas, y ahora se está negociando la reforma de las pensiones, capital

Fuentes del Ejecutivo señalan que el enfriamiento de las relaciones con la CEOE se acentúa ahora, pero comenzó meses atrás, "desde que [Alberto Núñez] Feijóo fue elegido líder del PP". Los conservadores recompusieron los puentes con los empresarios después de la época tormentosa que vivieron con Pablo Casado en Génova. El anterior líder de los populares no respaldó la reforma laboral pese a haber sido pactada por el Ejecutivo y los agentes sociales, y también recriminó a Garamendi su apoyo a los indultos a los líderes del procés, respaldo que de hecho matizó.

"Está claro que la patronal tiene sus propios intereses, aunque la relación institucional con el Gobierno sea cordial —indican fuentes del Ejecutivo a este diario—. Pero desde luego no creemos que se fuera a reunir Garamendi con Sánchez o Díaz para ayudarles a su programa electoral. Defendemos que hace falta altura de país y pactos de país. Los 14 acuerdos sociales han procurado la paz social, que no haya conflictividad laboral".

La CEOE no solo se desmarcó de la última subida del SMI, que el Consejo de Ministros aprobará finalmente el 14 de febrero con carácter retroactivo desde el 1 de enero, tampoco aprobó las de 2021 (hasta los 965 euros) y 2022 (hasta los 1.000 euros). Y tampoco se avino a consensuar un pacto de rentas que el Ejecutivo ha reclamado insistentemente desde que la inflación se desbocó y los salarios perdieron poder adquisitivo. El propio Garamendi indicaba en El Mundo que podía descartarse ya ese consenso: "Es que es muy difícil cuando el Gobierno lo ha cercenado ya con la subida de cotizaciones y del SMI. Ya ha decidido sobre las pensiones, sobre los empleados públicos... De muchos temas de los que podíamos haber hablado en un pacto de rentas. Además, para hablar del pacto de rentas, habría que hablar de varios años, porque la recuperación va a ser lenta. Por tanto, un pacto de rentas debiera de trascender ya una legislatura y eso implicaría por lo menos que el principal partido de la oposición estuviera en la mesa".

La importancia de la cita en Rabat

"No sé si la CEOE se ha puesto la camiseta del PP o si el PP se ha puesto la de la CEOE", valora un miembro del núcleo duro de Sánchez. En la misma línea, otras fuentes socialistas indican que el jefe de los empresarios se deja "utilizar" por Génova. En Ferraz se acogen a la prudencia: "Nos parece normal que se reúna con el PP. Pero nosotros hemos pactado numerosos acuerdos con la patronal y con los sindicatos. Y si Garamendi adujo razones personales para no ir a Marruecos, las tendría".

"No sé si la CEOE se ha puesto la camiseta del PP o si el PP se ha puesto la de la CEOE", valora un miembro del núcleo duro de Sánchez

Lo cierto es que el foro en Rabat no era un encuentro menor. Lo clausuraron Sánchez y el primer ministro marroquí, Aziz Ajanuch, y en él el presidente destacó la tendencia creciente de las exportaciones e importaciones con el país vecino, y cómo Rabat puede ser la plataforma idónea para la entrada de las empresas españolas en África. Son 17.600, recordó, las compañías nacionales que exportan a Marruecos. La RAN del día siguiente fue calificada de "histórica" por la "densidad" de los acuerdos alcanzados, sustanciados en una veintena de memorandos y un protocolo financiero, por el que se duplica, de 400 a 800 millones de euros, una línea de crédito a las empresas españolas que desean invertir en el reino alauí.

Socialistas y morados ponen por delante los frutos del diálogo social en esta legislatura, y no observan con preocupación ese acercamiento al PP, puesto que la patronal siempre ha sintonizado más con la derecha, igual que los sindicatos se alinean con la izquierda. Pero el Ejecutivo, no obstante, pierde, sin la foto con la CEOE, una imagen de transversalidad que tanto han reivindicado Sánchez y Díaz en estos tres años. "Pero la centralidad de la acción del Gobierno la proporciona la foto del presidente en Davos rodeado de los empresarios —indican en el Ministerio de Economía, de Nadia Calviño—, las inversiones milmillonarias en España, los fondos europeos, la situación económica o la fortaleza del mercado laboral. Confiamos en que los ciudadanos vean estos resultados en un contexto extraordinario en el que se ha hecho una buena gestión y hay estabilidad y confianza".

CEOE acaba de incorporar a su equipo al último jefe de Gabinete de Rajoy, José Luis Ayllón, mano derecha de Sáenz de Santamaría

Mientras, la relación de la CEOE con el PP va fortaleciéndose. El pasado 1 de febrero, la patronal anunciaba el fichaje de José Luis Ayllón, último jefe de Gabinete de Mariano Rajoy, mano derecha de la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y ex secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, como director del nuevo Departamento de Asuntos Públicos y Relaciones con las Cortes de la organización. No es el primer excargo del PP que desembarca en la patronal. Es vicepresidente el exsecretario de Estado de Economía Íñigo Fernández de Mesa, y presidenta de la Fundación CEOE, la extitular de Empleo Fátima Báñez, que tiene como coordinador general a Ángel Sánchez, miembro de su Gabinete en el ministerio.