Tres detenidos en cinco meses. Sin más contexto no dirían nada, incluso se podría pensar que los arrestos se han dado en un municipio pequeño relacionados con trapicheo. Pero si a esta historia se añade la etiqueta de most wanted la cosa torna otro cariz.
Los tres individuos que componen esta trama intentaban pasar desapercibidos. Ocultos por los delitos, algunos que podrían conllevar la cadena perpetua, pasaban sus días a la sombra de la sociedad mientras los policías trataban de dar con sus almas en cualquier rincón.
La Unidad de Fugitivos de la Policía Nacional ha arrestado en cinco meses a tres de los individuos más buscados en el panorama internacional. Además de los agentes españoles, a algunos los buscaba la Interpol o el FBI. La colaboración internacional ha sido clave en los tres casos.
Diego Darío González Ghersi
10 de agosto de 2022. La Policía comunicaba que se había dado caza a Diego Darío González Ghersi. El hombre estaba prófugo desde que en febrero del año anterior fue condenado por abusar sexualmente en 2008 de su hija, cuando la niña tenía cinco años.
Su búsqueda fue especialmente complicada, ya que había cambiado su aspecto físico a conciencia. Además de dejarse barba y pelo largo, y teñirlos de rubio, el arrestado utilizaba lentillas de colores, plantillas para falsear su altura y se aumentó los tatuajes para ocultar los que ya tenía anteriormente.
Los agentes tuvieron diversas informaciones que podrían situar al prófugo en la provincia de Alicante. Durante varios meses, los investigadores han llevado a cabo numerosas gestiones hasta poder ubicar su residencia en la zona de San Juan.
González no paraba quieto. Cambiaba de domicilio cada vez que notaba algo raro en su ambiente. La Policía constató que realizaba trabajos poco cualificados para subsistir y vivir sin llamar la atención. Fue arrestado al mediodía.
Según la denuncia presentada por su anterior pareja, la niña de la que presuntamente abusó se mostraba «triste, alicaída y reticente» a pasar los fines de semana con su padre quien, en su casa, le ponía películas de contenido pornográfico. La menor manifestó que sufrió tocamientos en sus partes íntimas, tanto por encima como por debajo de la ropa, incluso cuando estaba desnuda. Además, su padre le indicaba que era un secreto que no debía desvelar a nadie.
Con la detención de Diego Darío González Ghersi, sobre el que pesaba una orden de detención e ingreso en prisión tras su condena, eran siete los fugitivos que conforman la lista de «los más buscados» de la Policía Nacional a nivel nacional.
Michael J. Pratt
23 de diciembre de 2022. Caía el año y con él una gran presa. Michael J. Pratt se alojó en un hotel de Madrid con una identidad falsa, esperando no ser reconocido. Pero la Policía lo detectó. Fueron a comprobar las cámaras de seguridad, según explicó Crónica con detalle. Lo esperaron a la entrada del edificio y, a primera hora de la tarde, varios agentes de paisano lo redujeron.
Pratt utilizaba tres alias distintos de manera recurrente. Fueron necesarios muchos años de búsqueda y rastreo hasta dar con él. Se convirtió en la primera pieza de caza mayor en la lista del FBI que la Policía Nacional consiguió atrapar.
La búsqueda internacional de Michael J. Pratt dio comienzo con su fuga de los Estados Unidos de América tras ser condenado a cadena perpetua por delitos de pornografía infantil, explotación sexual, agresión sexual. Se estima que ha podido ganar más de 17 millones de dólares.
Se dedicaba a la producción audiovisual de pornografía, reclutando mediante engaños a menores y mujeres de corta edad. Usaba a otras mujeres a las que pagaba para convencer a las víctimas de que el material nunca sería publicado, además de retenerlas y obligarlas a realizar prácticas sexuales a las que previamente se habían negado de manera expresa.
Estados Unidos destinó importantes recursos al caso, llevando a cabo campañas publicitarias encaminadas a recabar cualquier información que facilitase la detención del fugitivo, ofreciendo incluso una recompensa de 100.000 dólares a cambio de cualquier pista relevante.
Erick Ventura Pacheco
La Policía llevaba meses detrás de Perú, el escudero de Cásper. Perú, cuyo nombre real es Erick de Ventura Pacheco, el narco más peligroso de España. Los agentes dieron con él tras nueve años de fuga.
La detención tuvo lugar en Toledo. Perú estaba reclamado la Audiencia Nacional por delitos de torturas, secuestro, tenencia ilícita de armas de fuego y municiones, amenazas, lesiones y delito contra la salud pública. De 37 años, estaba desde 2014 en la lista de los más buscados por la Europol.
Tras varios días de seguimiento, fue detenido en una tienda de la provincia de Toledo, donde fue reconocido pese a su cambio radical de aspecto gracias a un hoyuelo en el orificio derecho de la nariz, así como un lunar en la mitad de la mejilla derecha, según ha informado la Policía Nacional.
Perú formaba parte de una de las organizaciones criminales más activas de las últimas décadas en España, y era experto en herramientas técnicas e informáticas que la organización empleaba para vigilancias y seguimientos de otros traficantes. La Policía asegura que era el último integrante pendiente de detener de su organización criminal.
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