La proposición de ley de reforma de la Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual está ya registrada en el Congreso. Lo hizo el Grupo Socialista en solitario, tal y como había advertido y a la vista del callejón sin salida en el que habían entrado las negociaciones con el Ministerio de Igualdad. Básicamente, la iniciativa [aquí en PDF] plantea un aumento, a futuro, de las condenas más graves para los casos en los que haya violencia, intimidación o anulación de la voluntad de la víctima y acota las horquillas de penas "sin tocar el artículo del consentimiento", el 178 del Código Penal, y "sin distinguir entre abuso y agresión", como ocurría antes, tal y como señaló este lunes en rueda de prensa en la Cámara baja el portavoz socialista, Patxi López. El socio mayoritario del Gobierno busca, de un lado, combatir el relato instalado por Igualdad, negando taxativamente que se toque el corazón de la ley del sí es sí, pero a la vez intenta minimizar la gravedad del choque con los morados, al subrayar López que a partir de ahora hablarán con el resto de grupos que apoyan al Ejecutivo, no con el PP, que "no quiere la ley".
Y es que ahora se abre un tiempo complicado para la coalición. La reforma del sí es sí tiene carácter de ley orgánica, al tocarse el Código Penal, de manera que necesita en el Congreso de 176 votos. Si Unidas Podemos vota finalmente en contra de la proposición, esta solo podrá salir adelante con el concurso del PP. Los socialistas pueden no negociar con los conservadores, pero no rechazarán sus votos. Alberto Núñez Feijóo ha insistido en la última semana en que prestará sus apoyos para que se corrija la ley, pero también es cierto que los puentes entre los dos grandes partidos están absolutamente rotos. Volados. La estrategia de los socialistas pasa por que ahora se retraten los grupos, que mayoritariamente se han manifestado a favor de los cambios en una norma que ha provocado, por el momento, 400 reducciones de pena. "Y si no sale, cada cual deberá explicarlo", señalaban este mismo lunes en la cúpula socialista.
López, acompañado por la secretaria de Igualdad, Andrea Fernández, explicó que la iniciativa pretende "corregir los efectos no deseados de una buena ley" y acabar con la "alarma social" que se ha generado tras la cascada de revisiones de condenas a la baja de, por lo pronto, 400 agresores sexuales.
El PP que no pretenda darnos lecciones de ningún tipo, porque lo que no quiere es la ley"
PATXI LÓPEZ, PORTAVOZ DEL PSOE EN EL CONGRESO
El portavoz sostuvo que aunque no ha sido ahora posible el acuerdo entre los socios, en la tramitación que se abre en el Parlamento se seguirá hablando con los grupos que apoyan al Ejecutivo y que "quieren esta ley" y que defienden que la norma ha de ser enmendada. Lo que buscan los socialistas es que la proposición se apruebe este mes de febrero, por lo que han pedido que se tramite por la vía de urgencia, que supone acortar los plazos a la mitad. López apuntó que hasta ahora solo han hablado con Podemos, con ningún otro grupo, y a partir de ahora abrirán ronda con los socios de investidura, pero no con el PP, que "no quiere la ley".
López contestaba así a Igualdad, que desde primera hora hacía constar su "preocupación" por que sumasen sus votos los dos grandes partidos, deslizando que en realidad habían hablado. El dirigente vasco por eso incidió en que no se había negociado con nadie al margen de Podemos, "y mucho menos con la derecha". "El PP que no pretenda darnos lecciones de ningún tipo, porque lo que no quiere es la ley", dijo, para subrayar que los socialistas no ceden "ante ninguna presión", intentando desquitarse de la acusación de los morados de que les han temblado las piernas. El objetivo que les mueve, siguió, es "proteger la ley".
El PSOE da el paso al constatar que no había avances en las conversaciones con Igualdad, pero el registro de la propuesta "no agota las negociaciones". Ahora se abren a retocar lo necesario, siempre que se garantice que se eviten bajas condenas en el futuro. "El margen de acuerdo existe, pero cuando hay margen se necesita voluntad, el Grupo Socialista la tiene", recalcó, para insistir en que todos los gobiernos de coalición tienen discrepancias.
"Buena salud del Gobierno"
De modo que el PSOE hablará con los grupos para reformar el sí es sí, bajo las premisas de preservar el consentimiento en el centro y de endurecer las penas. Porque el Gobierno, dijo después desde Ferraz la portavoz del partido, Pilar Alegría, se hace "cargo de la alarma social", no podía permanecer "inmóvil", y por eso plantea una modificación legal de carácter "técnico", por "sentido común" y por un "ejercicio de responsabilidad", a la vista de los "efectos indeseados" que ha generado.
Todos los partidos que valoren positivamente que se mantenga el consentimiento y endurecer las penas, bienvenido sea su apoyo"
pilar alegría, portavoz del psoe
Alegría también dejó claro que el PSOE no despreciará los votos del PP, aunque no negocie con Génova: "Todos los partidos que valoren positivamente que se mantenga el consentimiento y endurecer las penas, bienvenido sea su apoyo". La portavoz recordó que en su momento el PP no compartía el consentimiento, así que "si ha cambiado de opinión" y ve positivo que se preserve y agravar las condenas, "podrá votar favorablemente esta proposición de ley". Lo cierto es que la iniciativa de reforma del sí es sí que registraron los populares en diciembre [aquí en PDF] sí respetaba la redacción del artículo 178.1 —el que define el consentimiento— y recuperaba las penas más duras de la legislación anterior. Es decir, que las dos proposiciones son semejantes.
También con la Ley Trans, iniciativa de Igualdad, el PSOE planteó enmiendas para aumentar la seguridad jurídica en los menores. En aquel momento buscó el apoyo del PP a su propuesta y no lo recabó. El riesgo existe. "Si presentamos esta proposición de ley es con la voluntad de sacarla adelante. Tenemos capacidad de persuasión y más cuando planteamos mejoras [...]. Nuestra voluntad es aprobar y conseguir una mayoría en el Congreso", sostuvo Alegría. Dicho de otro modo: los socialistas cuentan con que los grupos, que en estos meses han urgido a una modificación legal, les acabarán apoyando, dejando en evidencia a Podemos.
La también ministra de Educación insistió en desdramatizar el choque en la coalición. La "buena salud de un Gobierno" se demuestra por las leyes que es capaz de aprobar, y ya van más de 190 en esta legislatura, dijo. 190 iniciativas que "benefician a la ciudadanía".
Una "buena ley"
Alegría rehuyó en todo momento las preguntas sobre las responsabilidades políticas, sobre la verdadera voluntad negociadora de Podemos o sobre la desautorización de Irene Montero, al decidir Pedro Sánchez enmendar su norma más icónica.
El PSOE intenta cargar contra su socio y asegura que la coalición seguirá sacando más leyes
Apuntó que el compromiso de los dos socios es seguir sacando más leyes adelante. "Más allá de los actos de campaña", apostilló, en referencia a los dos encuentros que protagonizó Montero este fin de semana, en Murcia y Madrid, para defender su ley y fijar sus líneas rojas frente al PSOE. Ferraz no quiere hablar de punto de inflexión en la legislatura y señala, así lo hizo la portavoz, que las discrepancias, las posiciones distintas, son normales en un Ejecutivo de coalición, como de hecho ocurre en las autonomías.
Andrea Fernández, como después hiciera la portavoz del partido, Pilar Alegría, desde Ferraz, puso en valor una "buena ley, pionera", una norma que da "respuesta a una demanda social, a una reivindicación histórica del movimiento feminista, que responde al Convenio de Estambul y que sitúa a nuestro país en la vanguardia de la protección de las mujeres ante las agresiones sexuales". E insistió en que no se vuelve al modelo anterior, por mucho que lo diga Podemos. "Este escenario no va de cesiones, egos ni relatos, compartimos con mucha preocupación la alarma social y porque creemos firmemente en esta ley hay que adaptarla a lo que nos exigen los ciudadanos y el respeto a las víctimas", mantuvo.
Los socialistas mantienen su posición respecto a la ley animal y confían en que Podemos acabe cediendo el jueves
La coalición tiene otra prueba de resistencia esta semana: el jueves, el pleno del Congreso vota el dictamen de la ley de bienestar animal. Si Unidas Podemos no apoya su propia norma, esta decaería. Los morados no han adelantado el sentido de su voto, porque discrepan radicalmente de la enmienda del PSOE que salió adelante en comisión gracias al apoyo de PP, Vox, PNV y Coalición Canaria, que excluyó a los perros de caza del ámbito de aplicación de la ley. Alegría defendió de nuevo la posición de su partido —los perros de caza tienen que tener una "regulación distinta" y el maltrato físico a los animales ya está "tipificado y penado"— y se mostró "esperanzada" con que el texto pueda ver la luz. Ha sido una ley, dijo, "muy dialogada y consensuada". Los socialistas, por tanto, no piensan dar un paso atrás y esperan que Podemos transija, igual que ellos aceptaron su derrota con la Ley Trans en diciembre.
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