Basta con un euro. Nada más. Es el valor para levantar la dignidad que ha sido rechazada, arrinconada y que pide ser reconocida. Ser feo puede ser natural y valioso, sostenible y amado. Ahora será, además, barato. En San Sebastián 40 ‘muebles feos’ piden un hogar a cambio de sólo un euro. Se trata de camas, sillas y mesillas nuevas, en perfecto estado, que sólo por su aspecto un día fueron devueltos por el cliente o simplemente no tuvieron quien les quisiera y seguían en el almacén. En Muebles LUFE, el conocido como ‘Ikea vasco’, los respetan y valoran como a los demás que un día nacieron de su taller. No entienden que, al fin ay al cabo, las vetas, los nudos, el aspecto en definitiva, de la madera es lo que la convierte en valiosa, en natural.
El año pasado en la tienda de muebles, 50 ejemplares esperaban quien les acogiera. Al fundador de LUFE (Local, Universal, Funcional y Ecológico), Enrique Arrillaga, aquella escena le dolía. Treinta años trabajando la madera, cuidándola, amándola y sufriéndola dejan huella. “Queríamos poner en valor las particularidades de la madera, que la gente conozca que lo que algunos consideran que las convierte en feos en realidad es una riqueza. Los vamos a sortear por un euro entre quienes pujen por ellos. Es un modo de dar valor a las cosas que hace la naturaleza”.
El éxito está asegurado. A consecuencia de la iniciativa de la empresa "La tienda de los muebles feos", su pagina web se colapsó por momentos. El plazo para optar a la compra comienza este miércoles y concluye el sábado día 11. En el mercado de ‘La Bretxa’ de San Sebastián se exhiben algunos de ellos.
La campaña de "la tienda de los muebles feos" que ha lanzado la empresa explica que la culpa de estos muebles es simplemente “Ser como son. Es decir, de madera maciza ecológica, un material de estética tan caprichosa como la propia naturaleza”. Percheros, camas, armarios, espejos… y todos con su libro de instrucciones para el montaje con el mismo estilo que el gigante sueco de los muebles.
La idea de Arrillaga es una más de las que le han convertido en un pionero en el mercado del mueble. “Las cosas naturales no son siempre como uno quiere que sean. La madera viene como viene, a veces con nudos grandes, pequeños, con una veta u otra…Eso no son defectos, un defecto es un problema de fabricación”, apunta a El Independiente.
De arruinarse a ser el 'Ikea vasco'
Su empresa es conocida como el ‘Ikea vasco’ por haber sido capaz de producir muebles a bajo precio, tan competitivos como los del productor sueco. Los produce además con madera ecológica, del entorno y certificada y con unos precios bajos.
En 2014 se había arruinado intentando salir adelante tras el cierre de la empresa familiar. La suya no ha sido una historia fácil. Se ha caído varias veces, las mismas que las que se ha levantado. En 1992 entró a trabajar en la serrería de su padre, Indubrik. Años después la heredó. Especializada en la elaboración de madera, embalaje y alistonado, la crisis económica primero y la de impagos de uno de sus clientes, Fagor Electrodomésticos, después le obligó a cerrarla. Luego llegaron varios intentos por remontar en los que fracasó hasta arruinarse.
Pero un día dio con la tecla: vender al cliente final y a bajo precio. Junto a su mujer, de modo casi artesanal, creó Muebles Lufe. La pareja lo hacía casi todo, diseño, producción e incluso los primeros vídeos explicativos sobre el montaje de sus productos.
Muebles Lufe comenzó facturando 60.000 euros el año pasado superó los 10 millones de euros y este ejercicio confía en poder alcanzar los 16 millones. “La última opción que probamos fue vender directamente al cliente final el producto que sabíamos hacer, la elaboración de madera de pino. Que nos pusieran el nombre del ‘Ikea vasco’ nos vino como Dios para coger posicionamiento. Reconozco que me gusta lo que hacen y aprender de lo que hacen bien”, señala.
"Ver lo que otros hacen bien"
Se define como una persona que trata de ver las cosas con intención de aprender, de “ver lo que otros hacen bien”, asegura: “Nuestro modelo de negocio es sencillo, fabricar aquí y vender directamente al cliente, sin intermediarios”. La fabricación en línea y un stock ajustado “que nos da para seis o siete líneas” es otro de los ejes de la empresa: “Eso te permite fabricar lo que vas a vender, por eso el stock es tan limitado”.
La fabricación se hace en sus instalaciones de Aizarnazabal (Gipuzkoa) y toda la venta a través de su web. Un contacto directo con el cliente en el que Arrillaga sitúa una de las claves de su éxito, “porque te permite estar muy al día de lo que quiere el cliente, de las pegas, de la demanda. Es conocer a la persona que consume tu producto”. “Hemos llegado a ser muy competitivos, claro que podemos competir con Ikea. Ahora aún más tras haber avanzado en los procesos de automatización, hemos crecido en nuestro equipo y la estructura cada vez es mayor”.
El ‘Ikea Vasco’ de muebles de pino sostenible están creciendo a un ritmo vertiginoso. El mercado en Cataluña, “quizá por tener más sensibilidad con la producción sostenible” es el principal, seguido del madrileño y el vasco. Ahora, Francia y Portugal se han sumado a la lista de clientes. Hoy Muebles Lufe tiene casi 400 referencias y una plantilla de 48 trabajadores.
Desde este miércoles, sumará además una virtud a su negocio gracias a "la tienda de los muebles feos": salvar a los muebles menos deseados y demostrar que como la arruga, también la veta o el nudo más insospechado en la madera puede serlo.
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