Mañana jueves se vota en el pleno del Congreso de los Diputados al secretario cuarto de la Mesa, cargo huérfano desde que Adolfo Suárez Illana decidió abandonar la primera línea política el pasado mes de noviembre. Esta decisión conllevó renunciar también al acta de parlamentario y a la presidencia de la Fundación Concordia y Libertad, para la que tampoco hay sustituto nombrado formalmente, aunque Alberto Núñez Feijóo ya tiene elegido.

El hecho de que la vacante deba ser votada por el pleno de la Cámara ha retrasado dicha elección habida cuenta que todo enero fue un mes inhábil parlamentariamente hablando salvo la sesión extraordinaria que ese mismo mes se celebró el 24. Dicho día se convalidó el decreto con el tercer paquete de medidas para afrontar la crisis económica y social de la guerra de Ucrania y la inflación disparada.

Han sido Alberto Núñez Feijóo y su portavoz parlamentaria y secretaria general, Cuca Gamarra, las dos personas que han estado en el secreto de la persona que propondrán para el órgano de gobierno del Congreso, aunque en el Grupo Popular ha habido tres nombres que han centrado los comentarios de los parlamentarios populares. Entre ellos hay otro Suárez, este Eloy Suárez Lamata, diputado por Zaragoza desde el año 2011.

Una persona "con veteranía"

Hay coincidencia en que quien debe sustituir a Suárez Illana es una persona "con veteranía que trabaje bien con Ana Pastor", vicepresidenta segunda del Congreso. En este sentido apuntan a una mujer, Rosa Romero, que ya fue miembro de la Mesa entre 2016 y 2019 junto con Pastor. Diputada por Ciudad Real, localidad de la que llegó a ser alcaldesa, esta es su sexta legislatura con escaño en el Congreso, incluidas las legislaturas exprés esto es, la XI y la XII por las repeticiones electorales.

El tercer nombre en disputa es el de José Antonio Bermúdez de Castro, otro veterano, pieza fundamental como miembro de la dirección del Grupo Popular, lo que podría ser un inconveniente para dar el salto a la Mesa.

En cuanto a la fundación, que quieren convertir en el nuevo think tank popular tras el divorcio de FAES, lo único que ha aventurado Núñez Feijóo es que se trata de un "gestor profesional de la empresa privada".