El partido de Santiago Abascal sigue sin confirmar, una semana después, que Ramón Tamames vaya a liderar su segunda moción de censura al Gobierno de Pedro Sánchez. Lo hará, según ha dicho su portavoz parlamentario este martes, Iván Espinosa de los Monteros, "en los próximos días", cuando se concrete algo sólido. Ahora bien, ante el periplo mediático del economista y exdiputado del PCE, que ha concedido varias entrevistas valorando positivamente el compromiso a encabezar el instrumento parlamentario pero sin desvelar su decisión, Vox ha decidido marcar terreno. También, y aunque le resta relevancia, una vez Tamames se compromete a invitar a cenar a Sánchez de manera previa para conocerlo; porque "es lo normal entre personas civilizadas". Los de Bambú reafirman que la "la decisión se valorará conjuntamente", y en su defecto, la última palabra la tendrá Abascal, que es quién ha asumido personalmente la gestión de este asunto.
"La decisión no es suya, y no se ha tomado todavía", afirman miembros nacionales de Vox. Todo, pese a dejar durante la última semana la decisión exclusiva en Tamames. Algo que, además, se produciría tras una segunda reunión con el líder del partido, que, de acuerdo a las valoraciones hechas por las mismas fuentes, no se ha producido todavía. Confirmaciones como las de estas últimas horas, en las que el expolítico indicaba que ya está preparando el discurso de la moción para transmitirlo ante la cámara, parece descolocar a los de Abascal. Especialmente, cuando este tipo de declaraciones no encajan con la posición del partido, que aún no ha trasladado ningún acuerdo cerrado con él.
Pese a que el anuncio de Abascal revitalizaba la intención de desarrollar una nueva moción contra el Gobierno de Sánchez, a raíz de las reformas del Código Penal que eliminaron la sedición y rebajaron las penas por malversación, Vox se niega a posicionar claramente a Tamames como la vía a usar en este segundo intento -después de la moción en 2020- de sacar de Moncloa al PSOE y a sus socios. Ni coloca al economista como propuesta firme para debatir en un futuro sesión de censura, ni maneja una fecha concreta en la que situar ese escenario. Únicamente insiste en que, al poco que se cierre la búsqueda y exista un acuerdo, registrarán en el Congreso de los Diputados la propuesta bajo lo estipulado en el artículo 113 de la Constitución. Este miércoles, el propio Abascal ha pedido "paciencia".
Esta aflorada prudencia, tras un movimiento de Abascal que solo podía estar asociado a un acuerdo consistente, puede deberse a ciertas discrepancias de Tamames. En estos últimos días, el ex del PCE y la CDS ha pasado de afirmar que esta oportunidad solo se presenta una vez en la vida y de no aprovecharla podría arrepentirse, a insistir en que no había nada cerrado y posponer su decisión, algo que había cuadrado para el martes. Y Vox, por su parte, asegura que una moción "no es para todo el mundo", ya que te conviertes en objeto de reproches e insultos. En el aire queda si este miércoles Tamames lo trasladará de manera personal, lo hará solo Vox o se hará algún acto conjunto con Abascal en las Cortes de llegarse a un acuerdo.
El propio Tamames ha rebajado las expectativas de inmediatez en una entrevista concedida a última hora de la noche de ayer a Trece. "Pensaba que iba a ser de inmediato, pero hay muchos problemas que analizar en el discurso de la moción. Hay que preparar un programa y eso no se improvisa en dos días", dijo. Además, Tamames desea conocer de manera previa "la presentación" que va a hacer Vox de él; "quiero saberlo antes", añadió.
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Aunque desde Vox reconocen que Tamames es una "muy buena" opción para ese cometido parlamentario, el partido no cierra la puerta a otras negociaciones. Todo, bajo la premisa hecha el mismo día en el que Abascal anunció vía comunicado en vídeo desde su despacho de la sede nacional de Vox: una figura independiente que se comprometiera a convocar elecciones de inmediato. Eso sí, si bien a finales de diciembre la formación de ultraderecha descartaba que el presidente de Vox encabezara la moción como ocurrió en octubre de 2020, en el partido ahora sí valoran esa posibilidad. "No queremos que sea una cosa partidista para que no se diga que buscamos aprovecharnos. Pero si no encontramos candidato, lo terminará haciendo Abascal", indican fuentes de Vox.
Incapacidad de influir en el PP y Ciudadanos
Al igual que defendió de manera inminente al anuncio de Abascal en diciembre, el PP sigue manteniendo que el único beneficiado por una hipotética moción de Vox, pese a estar planteada con un independiente al frente, será el PSOE. Así lo ha expresado la secretaria general de los populares, Cuca Gamarra, este martes desde el Congreso de los Diputados de manera posterior a la Junta de Portavoces: "Esperaremos a ello [para analizar el texto propuesto y fijar una posición], pero de producirse esa moción de censura al único al que beneficiará es a Sánchez, y evidentemente no estamos aquí para eso". El propio Feijóo, le transmitió esta preocupación a Tamames en un almuerzo en la Academia de Ciencias Morales y Políticas en enero, tal y como ha relatado el propio economista. Incluso intentó disuadirlo para no ser candidato de Vox.
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De este modo, Génova seguiría instalado en la abstención de guiarse esa moción bajo una persona ajena a la política y no por Abascal. Aunque son conscientes de que este intento, ante la inexistencia de una mayoría alternativa a la actual, solo puede ir dirigida a confrontar con el PP de cara a las elecciones municipales y autonómicas de mayo; algo que Vox niega. "Queremos que los grupos fijen posición ante los españoles", afirman en Bambú.
Frente a la unanimidad de la posición de los populares, el seno de Ciudadanos parece estar dividido en relación a la idoneidad del instrumento que representa la moción de censura. Tras la última reunión del Comité Permanente, los liberales abogaban por que la moción "no es la solución que necesita la situación política en este momento". Sin embargo, en su primera comparecencia como portavoz parlamentaria, la expresidenta de los naranjas detallaba que es útil si la encabeza el principal líder de la oposición. Ni Tamames, ni otro independiente, ni Abascal. "Fui la primera que dijo que había que promover una moción, pero la tiene que encabezar Feijóo. Si yo no estuviera en el Congreso [con acta de diputado] no tendría ninguna duda de hacerlo. Porque la oposición tiene que demostrar lo que es".
Desde Vox sugieren que no ha habido nuevas conversaciones con Feijóo desde las producidas en diciembre vía WhatsApp. En ese momento, el líder del PP dejó claro que no apoyará activamente la moción, y en ese estadio se mantienen los populares. Difícilmente, de llegar a pleno, independientemente del candidato, el apoyo a la propuesta consiga arañar más de 52 diputados; los que componen el Grupo Vox.
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