No han gustado ni las formas ni el fondo. La decisión de los socialistas de ir adelante de forma unilateral con su proposición de ley para reformar el texto del Ministerio de Igualdad sobre el "sólo sí es sí" sin esperar a alcanzar un acuerdo con sus socios de Gobierno, unido al contenido concreto del texto, ha provocado un cierre de filas en Unidas Podemos. Los socialistas, que jugaban a la división del sector minoritario del Consejo de Ministros, han acabado por unir a las distintas familias que conviven en el espacio confederal, tantas veces inmerso en guerras soterradas y no tanto.

Tampoco han ayudado a calmar la situación las palabras de la ministra de Justicia, Pilar Llop, ayer por la mañana en la cadena SER, generadoras de un enorme estupor en el espacio morado, sobre todo con afirmaciones como que basta "con una herida" para demostrar el empleo de violencia o intimidación en una agresión sexual, precisamente lo que, a juicio de Unidas Podemos, ataca a la línea de flotación del consentimiento.

Yolanda Díaz sigue apelando a un acuerdo en el seno del Gobierno

La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, sigue apelando a un acuerdo en el seno del Gobierno. Lo dijo ayer desde el Senado. "No debemos olvidarnos que nos debemos a la sociedad española y como tal quiero mandarle un mensaje de tranquilidad. Creo que cuando el Gobierno trabaja unido y en común avanzamos en derechos".

"Hago un llamamiento a la serenidad y a encontrarnos a tender la mano. Y hacerlo -subrayó- con los avances que hemos tenido". Tras calificar de "extraordinaria" la ley salida del Ministerio de Igualdad, quiso lanzar un mensaje "a las mujeres y a las víctimas. El Gobierno de España trabaja para ensanchar sus derechos y creo que colocando en el centro el consentimiento y la doctrina que esto supone nos vamos a poner de acuerdo".

Y ha terminó proclamando que "más que nunca vamos a cuidar la coalición progresista de España", que no pasa, precisamente por el mejor de sus momentos. La líder de Sumar mantiene una interlocución constante con Moncloa y con Igualdad para acercar posturas, hasta ahora infructuosamente.

Y es que las posiciones están muy enfrentadas con el socio mayoritario del Ejecutivo. Al principio Podemos no vio con buenos ojos el silencio de Díaz mientras en su entorno se sucedían las palabras apuntando a la necesidad de rectificar una ley de la que ya se han beneficiado, en mayor o menor medida, más de 400 agresores y delincuentes sexuales. Izquierda Unida y los comunes, entre ellos su líder, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se sumaron a la tesis socialista de incorporar retoques técnicos a la ley para evitar el goteo incesante de rebajas de penas y excarcelaciones.

Se habló entonces de "enrocamiento" de Irene Montero y de su equipo, con intervenciones tan vergonzosas como la de su secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez, haciendo comentarios jocosos sobre los efectos indeseados de la ley. Pero ahora se ha producido un cierre de filas muy significativo.

Los morados se felicitan de que "Jaume (por Jaume Asens) ha sido este martes clarísimo. No podemos aceptar que no haya consentimiento. Con esto puede haber discrepancias de forma, de qué hay que hacer o no hacer, pero que el consentimiento es el centro, no hay discrepancias. Esto es por lo que lleva luchando el movimiento feminista desde 2015. Si quieres subir la penas, las subes, pero no toques el consentimiento", dicen en conversación con El Independiente fuentes del Grupo confederal próximas a Pablo Echenique que no ven ningún riesgo de ruptura de la disciplina de voto entre sus diputados.

Unidas Podemos se siente respaldada por otras fuerzas de la Cámara

Parece que si el PSOE quiere sacar adelante su texto "no nos va a tener a nosotros ni a muchos socios parlamentarios", subrayan, por su parte, fuentes de Podemos en referencia a ERC y a EH-Bildu entre otros, y aseguran que "Yolanda también cree que lo del PSOE es volver al sistema anterior" en que una mujer atacada debía demostrar si se había resistido a la agresión sexual.

En definitiva, "vamos a tener una posición en común. La proposición del PSOE es un retroceso respecto a lo que teníamos antes". "Estamos dispuestos a hablar, pero el consentimiento tiene que estar porque , si no, no podemos acompañarlos nosotros ni otros grupos progresistas de la Cámara".

En definitiva, "Yolanda y todo el espacio están ahora con Igualdad. Vamos a una y la posición del espacio es común porque tenemos claro que la propuesta de Justicia implica un retroceso" por mucho que los socialistas insistan en que no se toca el consentimiento.

En todo caso, no parece que el Congreso tenga que pronunciarse en breve sobre la propuesta del PSOE. El martes de la semana que viene la califica la Mesa de la Cámara, pero no pasa a la Junta de Portavoces hasta una semana después, esto es, el día 21, según ha trasladado el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas. Luego debe pasar por el Pleno para su toma en consideración, abrirse un periodo de enmiendas -que como mínimo debe ser de una semana- más debate en comisión, luego ponencia, para regresar de nuevo al Pleno. "Estamos hablando como poco de un mes", subrayan fuentes parlamentarias. Entremedias queda tiempo para lo que hoy se antoja imposible: un acuerdo.