El miércoles a media mañana llegó a Iskenderun el Grupo Anfibio Aeronaval ‘Dédalo 23’ del Ejército. El conjunto de naves que lo integran se quedó en la bahía, ya que no necesitan atracar para desembarcar gracias a las embarcaciones y los helicópteros que transportan. “Hemos repartido 20 toneladas de comida”, apunta el contralmirante Gonzalo Villar, al mando del operativo.
“La situación es catastrófica. No hay ningún servicio”. Iskenderun está a algo más de 100 kilómetros del epicentro del terremoto que asoló Turquía y parte de Siria el pasado lunes de madrugada, pero no hay que confundirse: “Es una de las ciudades más devastadas. Habrá unos 5.000 muertos”, apunta Villar.
Entre las labores del equipo está la de quitar escombros y ayudar a buscar cuerpos, vivos o muertos, pero también la de repartir alimentos y agua potable entre la población civil. Tienen capacidad para repartir mil raciones de comida durante nueve días. “Realmente podemos quedarnos de manera indefinida”.
El Dédalo 23 no está destinado a la ayuda humanitaria, sino a operaciones militares. Sin embargo la situación de Turquía no les viene de nuevas. En 1998 estuvieron en el huracán Mitch en América Central. En 2005 en el tsunami de Indonesia. También en Haití en el año 2010. Salvaron a más de 14.000 náufragos en la Operación Sofía en el Mediterráneo. E incluso, más recientemente, en La Palma durante la erupción del volcán en 2021.
22.000 víctimas
Este viernes se elevaba el número de víctimas a 22.000. Durante la madrugada, los servicios de emergencia han continuado rescatando a personas de debajo de los escombros cerca de 100 horas después de los seísmos, una tarea cada vez más complicada puesto que el tiempo estándar que un ser humano puede permanecer sin la ingesta de agua o comida en desastres como este es de 72 horas.
Mientras continúa el trabajo de los servicios de emergencia, las autoridades turcas han prometido tomar medidas contra la negligencia en la construcción de viviendas, ya que se sospecha que la mala edificación de las mismas haya influido en el elevado número de muertes.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía ha comunicado que un total de 97 países han ofrecido asistencia y que los equipos de búsqueda y rescate de otros 61 participan en las tareas de desescombro en las zonas afectadas. En total, sobre el terreno hay unas 6.810 personas colaborando procedentes de otras naciones.
Y es esa ayuda internacional donde se enmarcan los 500 hombres del Dédalo 23. Esta pasada madrugada recibieron el primer reabastecimiento de víveres. Cualquier bien se escapa rápido de las manos ante la magnitud de la catástrofe. “También tenemos apoyo aéreo de cazas que vienen desde España”, apunta el contralmirante Gonzalo Villar.
Los buques estaban navegando por el mediterráneo, dentro de la misión de la OTAN en la zona, cuando se conoció la noticia. No tardaron ni 24 horas en llegar. La experiencia previa y “la vocación de servicio” están haciendolel resto.
Más efectivos
Junto a estos 500 efectivos España ha enviado a la Unidad Militar de Emergencias (UME) y la Unidad Especial de Emergencia y Respuesta Inmediata (ERICAM) de la Comunidad de Madrid. Casi otro centenar de hombres y mujeres más aprovechando cada instante sabiendo que un minuto puede significar la diferencia entre la vida y la muerte de algún chaval, como los dos que fueron rescatados este viernes por manos españolas.
Ya se han cumplido las primeras 72 horas, las que se consideran clave para salvar almas aunque ninguno de los rescatadores pierde la esperanza. El primero en entrar en acción fue un equipo de 74 Infantes de Marina que prestaba apoyo este viernes en las tareas de rescate entre los escombros en varios puntos de la ciudad de Iskenderun en coordinación con los bomberos de Madrid.
Además, los efectivos del contingente español desplegado en Turquía siguen trabajando en la gestión de entrada en la Base Aérea de Incirlik del personal español civil y militar, la descarga y transporte de los equipos de rescate desplazados hasta Turquía, el alojamiento y suministro de alimentación. También están prestando apoyo con vehículos ligeros, pesados y material de campamento.
En las últimas horas también despegó de la Base Aérea de Torrejón de Ardoz con destino Turquía, un avión A400 con más de 7.500 kilos de medicamentos y material de apoyo logístico, para la población que sufre las consecuencias del terremoto y de apoyo para las tropas españolas, respectivamente.Los medicamentos han sido donados por la Fundación Reina Sofía.
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