Fracasa el primer intento de acelerar el debate de la ley del solo sí es sí. Este martes, la Mesa del Congreso de los Diputados calificó, como se preveía, la proposición de ley presentada por el PSOE para reformar la norma. Pero, posteriormente, la Junta de Portavoces de las Cortes tumbó el propósito de que el debate de toma en consideración —el primer paso de la tramitación parlamentaria— se adelantara al 21 de febrero. Unidas Podemos, ERC y EH Bildu rompieron la unanimidad de voto necesaria para poder introducir ese punto en el orden del día del próximo pleno. El primero en anunciar la posición fue ERC, que descartaba cualquier inclinación a favor de una reforma de ley "sin consenso" en el Gobierno. "Sería marciano" sacar adelante un cambio "sin sus creadoras". Igualmente, y como vienen reiterando los de Gabriel Rufián, no apoyarán volver al estadio anterior del "consentimiento probatorio".

En ese sentido, también se posicionaron Más País o el BNG en rueda de prensa. Incluso Unidas Podemos, que se abstuvo en la Mesa ante la solicitud de los socialistas de que la iniciativa se tramite de urgencia (esto es, acortando los plazos a la mitad), obvió manifestar su voto posteriormente. La primera decisión la adelantaba Aina Vidal, portavoz morada de los comunes, mientras, al mismo tiempo, se desarrollaba la Junta de Portavoces. "Hay voluntad de acuerdo por parte del grupo, queremos que haya una propuesta unitaria. Y no hay una posibilidad de que esto salga adelante si no está de por medio el ministerio [de Irene Montero]", afirmó Vidal con una referencia escueta al asunto. Fuentes allí presentes, posteriormente, confirmaban la ausencia de pronunciamiento en la Junta y el levantamiento "de la mano" de ERC y Bildu.

El portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, consideró que sería "un escenario trágico volver al Código Penal de La Manada con el voto del PP" en una votación de urgencia, de ahí su no. "Queríamos votar en contra, aunque no ha hecho falta explicitarlo" por el rechazo de ERC y Bildu, ha enfatizado Echenique. Precisamente, el portavoz abertzale, Oskar Matute, rechazaba apoyar, previamente, la vía urgente por la que aboga el PSOE. "Las prisas no son buenas, es necesario un acuerdo de socios", expresó Matute. Considera, como ERC y el resto de aliados, que el consentimiento, "el núcleo de esta ley", no debe tocarse. "El Gobierno tiene que negociar [...], no tendría ningún sentido que esta ley saliese adelante sin el Ministerio de Igualdad". Sobre un futuro sentido de voto a la reforma del sí es sí, Matute alegó que esperarán a ver "la foto final" del texto de modificación, para el que han hecho aportes tras varias negociaciones. Unas posturas generalmente compartidas.

El portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, da una rueda de prensa tras la reunión de la Junta de Portavoces EFE | EFE

El PSOE es consciente de que el problema erosiona día a día a la coalición y ha buscado acelerar los trámites en dos semanas, para evitar llevar esa toma en consideración al 7 de marzo, en la víspera del Día de la Mujer; la fecha natural establecida por el calendario parlamentario. Ahora, al no haber podido recabar su apoyo pese a presionar con la complicidad junto al PNV o el PDeCAT, el Grupo Socialista deberá decidir si se fuerza la máquina para promover la convocatoria de una sesión extraordinaria —bastaría que la presidenta del Congreso la fijase, como ocurrió en noviembre con la modificación de la sedición y la malversación— o se espera al pleno de marzo.

El PSOE descarta promover un pleno extraordinario como el celebrado en noviembre por la sedición para acelerar la toma en consideración de la reforma del 'sí es sí'

A priori, la posición de Ferraz es la de "no forzar" y esperar. En ello insistió, de hecho, el portavoz socialista, que descartó que pueda convocarse una sesión extraordinaria para el 23 de febrero. Extremo que también descartaron tajantemente fuentes de la Moncloa. Junts y su portavoz, Míriam Nogueras, afirmaba que con esta urgencia, "el PSOE quiere hacer rápidas las cosas", pero que "cuando se corre, no sale nada bien". Y "esa es su forma de legislar", apuntaba Nogueras. Ante críticas como esta, por el carácter urgente, López aseguró que "la urgencia está en parar la sangría de la alarma que está generando la rebaja de condenas o las excarcelaciones antes de lo que les correspondía; para que la sociedad en su conjunto entienda que es una buena ley".

López insistió en que cuanto antes "cerremos la herida, mejor". Con esta propuesta, "el PSOE busca que el Gobierno lidere la ley, que creemos que es muy buena aunque ha tenido una derivada que no previmos". Por ello, el portavoz socialista, recordando su apuesta por el diálogo, resaltó que solo hay una propuesta sobre la mesa: la del PSOE. "A partir de ahí podemos seguir hablando, queremos un acuerdo con todos aquellos que quieren la ley", añadió, descartando la vía de acuerdo por la derecha con el PP como otras fuentes de los socialistas sí contemplan ante la cerrazón de los morados.

El portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López da una rueda de prensa tras la reunión de la Junta de Portavoces EFE

Frente a la visión del PSOE, Echenique entiende que "la realidad de la negociación es que no hubo cesiones del PSOE", porque "Unidas Podemos e Igualdad nunca se han levantado de la mesa". "El PSOE rompió las negociaciones presentando de manera unilateral una propuesta" que se aproxima al anterior estado del Código Penal y "no ha respondido a la demanda de retomar las conversaciones". "No vamos a adoptar la supresión del consentimiento, a que se tenga que demostrar una agresión. Sí un incremento de penas. Eso ya se aceptó hace tiempo", concluyó Echenique.

ERC no descarta presentar una propuesta propia

Mientras que Unidas Podemos no quiere que "el debate junto a la derecha" se produzca, en referencia a la posibilidad de un voto favorable del PP a la proposición de reforma del PSOE, Echenique mencionó que quieren "un acuerdo en el seno de Gobierno", de manera "unitaria". Para ello, "el Ministerio de Igualdad ha pedido una reunión al PSOE". Fuentes de ERC ya adelantaban el estado "complicado" de las negociaciones entre socialistas y morados por cuestiones técnicas, y, de seguir así este panorama, no descartan hacer una propuesta de reforma propia, aunque "lo más amplia posible". De momento, limitan su acción a enmiendas concretas.