La Audiencia Nacional celebrará este lunes una compleja vista de extradición de un bosnio reclamado por su país, concretamente por el Tribunal Cantonal de Mostar, por supuestos crímenes de guerra durante el conflicto de la antigua Yugoslavia en los años 90. La Fiscalía española rechaza proceder a la entrega de Ado Alagic, alias 'Lav' (león en Bosnio), detenido en Barcelona el pasado septiembre y en prisión preventiva desde entonces a su país. El Consejo de Ministros, por el contrario, accedió a entregarle en noviembre.

Los hechos por los que la Justicia bosnia reclama a Alagic se remontan a 1993, durante la guerra civil de los Balcanes en la que se cometieron crímenes de guerra contra civiles por motivos étnicos, religiosos y nacionalistas. La Justicia bosnia reclama a Alagic, como a otros vigilantes de un campo de concentración, por torturas a serbios y musulmanes.

Concretamente, en la acusación de la Fiscalía Cantonal del Cantón de Herzegovina contra Alagic, emitida en 2017 y que recoge el Ministerio Público español, se recoge que "el reclamado, durante la guerra en Bosnia y Herzegovina entre el Consejo de Defensa de Croacia y el Ejército de la República de Bosnia y Herzegovina, fue miembro de la Brigada Knez Domagoj y ejercía funciones de guardián en el campo de concentración de Babela. En día no especificado del mes de octubre de 1993, en dicho campo de concentración que está en el municipio de Čapljina, a un individuo que estaba encarcelado lo sacó del hangar donde estaba recluido con otros civiles de nacionalidad bosnia, y llevándolo a otro hangar donde se juntó a otros dos individuos le ordenaron que se desnudara buscando dinero entre su ropa y golpeándole en la cabeza con el mango de una pistola. El reclamado dio un puñetazo en la mandíbula de la víctima rompiéndole varios dientes cayendo ésta al suelo donde entre los tres individuos le dieron patadas en los brazos, costillas, espalda y piernas durante varios minutos, golpeándole en la cabeza y cara con una barra de plástico de unos 10 a 80 cm de largo. Como resultado de los golpes la víctima no podía levantarse por lo que fue arrastrado a un bosque a unos 40 metros de distancia con el fin de deshacerse de él rápidamente, cogiendo un trozo de madera el reclamado mientras otro iba a por una cuerda, y le amenazó manifestándole se acabó, sin que acabaran con su vida puesto que la víctima empujó al reclamado y logró escapar a través del campo minado, llegando a la
cerca de alambre del campo de concentración y deslizándose a través del alambre consiguió esconderse en el bosque y huir, llegando a Meurgorje, a la sede del batallón español de Unprofor, en estado de salud sumamente grave, donde cayó inconsciente debido a los golpes y malos tratos sufridos, presentando secuelas en la actualidad a consecuencia de los mismos".

Delitos prescritos y sin estar en vigor en los 90

Según la legislación de Bosnia, país reclamante, los hechos serían constitutivos de un delito de crimen de guerra contra la población civil. En España constituirían un delito contra las personas protegidas en caso de conflicto armado introducido en el Código Penal de 1995 y homicidio en grado de tentativa del Código Penal de 1973.

Sin embargo, el Ministerio Público se opone a la extradición por el delito de homicidio en grado de tentativa puesto que las actuaciones se han dirigido contra Alagic más de 20 años después de que ocurrieron los hechos y "conforme a lo dispuesto en el artículo 10 del Convenio Europeo de Extradición la prescripción es causa de denegación de entrega".

El fiscal también se opone a la entrega por el delito de crímenes contra personas protegidas en caso de conflicto armado "al no estar en vigor en el momento de comisión de los hechos". De ahí que interese que se deje en libertad al reclamado por Bosnia con la obligación de que comparezca en el tribunal cuando sea reclamado. La Sala de lo Penal tendrá que decidir con las peticiones de todas las partes sobre la mesa.

Otros reclamados por Bosnia también están fugados

Bosnia reclama a Alagic desde 2017 para juzgarle por supuestas torturas en el campo de  Čapljina donde fue vigilante. Hasta su detención el pasado 15 de septiembre, cuando estaba ingresado en el Hospital Clínic de Barcelona, la Policía detectó que llevaba al menos desde 2016 utilizando una identidad falsa para eludir la orden de detención internacional.

Según medios bosnios como el portal Klix.ba, en el campo de Gabela donde se acusa a Alagic de torturar estaba administrado por la comunidad croata y el Consejo de Defensa de Croacia y los prisioneros eran bosnios y serbios. Estaba ubicado a unos pocos kilómetros al sur de Čapljina, municipio donde nació Alagic.

Él no es el único mando de dicho campamento que está en busca y captura. Otros líderes de Gabela acusados de crímenes de guerra y torturas están prófugos o condenados a largas penas de prisión. En 2016, Alagic ya fue condenado a un año y medio de prisión por admitir que como prisionero de otro campo, el de Dretelj, donde fue alcaide, golpeó a otros dos prisioneros.