El Partido Popular ha visto una ventana de oportunidad en dos asuntos que han enfrentado al Partido Socialista con la que era una de sus bases electorales más fieles y sólidas, esto es, la del feminismo clásico. La ley del "sólo sí es sí" y la que regula la igualdad para las personas LGTBi o ley Trans se han convertido en dos talones de Aquiles para el PSOE. Fuertemente cuestionadas por las organizaciones feministas, la intención del PP es coger ese guante y erigirse en nuevo referente de las mismas, algunas históricas, que han venido luchando décadas por la igualdad de la mujer.
Para ello no sólo ha ofrecido al PSOE sus votos con los que cambiar las desastrosas consecuencias de la ley de garantía integral de la libertad sexual, subiendo la horquilla de penas mínimas, sino que ha acordado la creación de un grupo de trabajo al que se integren estas organizaciones para elaborar una nueva ley Trans que Alberto Núñez Feijóo se compromete a tener preparada en los 100 primeros días de Gobierno si llega al Palacio de la Moncloa.
Todo un guiño a una bolsa potencial de nuevos votantes que puedan ver con disgusto las cesiones del Gobierno a las llamadas teorías queer por las cuales el sexo no es una cuestión biológica sino un constructo social, lo que para el feminismo clásico supone sacar a la mujer del centro de las reivindicaciones por la igualdad y contra la discriminación, además de alterar los registros y desvirtuar la lucha integral contra la violencia de género.
Los populares quieren contar con al Alianza contra el Borrado de Mujeres y con Amelia Valcárcel, entre otros
Los populares quieren contar para ese grupo de trabajo multidisciplinar con la Alianza contra el Borrado de las Mujeres, con Docentes Feministas por la Coeducación, con Confluencia Movimiento Feminista, con Sanitarias Feministas y con Amelia Valcárcel, una histórica socialista del movimiento por la igualdad de la mujer, miembro del Consejo de Estado. De hecho, los populares ya invitaron a estos colectivos para celebración de sendos debates en el Congreso y en el Senado en torno a la Ley Trans una vez que se impidió la comparecencia de expertos en la comisión de Igualdad en la cámara Baja para acelerar los trámites parlamentarios de la ley.
Y aunque todavía no está cerrada la composición ni la agenda del grupo de trabajo destinado a redactar una nueva ley con la que un hipotético gobierno de Alberto Núñez Feijóo quiere corregir aspectos nucleares referidos a los menores de edad y a la autodeterminación de género, lo más probable es que sean la vicesecretaria de Política Social y secretaria cuarta del Congreso de los Diputados, Carmen Navarro, y la diputada Marta González Vázquez, las encargadas de coordinar estos trabajos.
De hecho, en el PP explican que Navarro "tiene contacto prácticamente con todas las entidades y se involucró personalmente en la organización de las jornadas del Congreso y del Senado". En definitiva, "hay contactos frecuentes" y su visión ya les sirvió a los populares para crear criterio respecto a los cambios de concepto que incluye la Ley Trans, asumiendo la llamada agenda queer.
Grupo multidisciplinar
Los populares esperan también las aportaciones de psicólogos y psiquiatras como Ramón Arce, presidente de la Sociedad Española de Psicología Jurídica y Forense; Celso Arango y María Velasco, de los departamentos de psiquiatría del Gregorio Marañón y de La Paz, respectivamente; especialistas en psicología de niños trans, como es el caso de Cruz Torrijos, además de expertos en otros campos como el del deporte, los Derechos Humanos y hasta filosofía del Derecho, además de asociaciones de padres de niños con disforia de género. Invitarán asimismo a asociaciones Trans, aunque la mayoría están alineadas con el Ministerio de Igualdad.
Génova prepara de cara a este 8-M un acto con Alberto Núñez Feijóo, que inaugura así agenda feminista en un partido que siempre ha presumido de dar más juego a sus dirigentes políticas que el propio PSOE. Desde las primeras presidentas del Congreso y del Senado, (Luisa Fernanda Rudi y Esperanza Aguirre, respectivamente) pasando por la primera, y única, comisaria europea española, la fallecida Loyola de Palacio, a adelantarse también a la hora de hacer portavoz parlamentaria a una mujer (Soraya Sáenz de Santamaría) y número dos de partido a otra, (María Dolores de Cospedal), amén de alcaldesas de capitales de provincia y presidentas autonómicas que entraron en las listas con fuerza ya en las elecciones de 1995.
El comité de dirección del PP estudió ayer, precisamente, el posible trasvase de voto de otras formaciones a las siglas populares. Dando por hecho que el grueso de los electores de Ciudadanos les apoyará, estiman que entre un 11 y 12 por ciento de las papeletas socialistas apostarán por Núñez Feijóo, trasvase que quieren ampliar y consolidar cogiendo la bandera feminista.
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