"Es año electoral y no va nadie". Esta fue la respuesta que el martes recibió el gabinete de Alberto Núñez Feijóo del Ministerio de Defensa para impedir la visita que la semana que viene tenía previsto realizar el líder del PP a las tropas españolas desplegadas en Letonia bajo mando de la OTAN. La réplica sorprendió en el primer partido de la oposición, porque hace unos quince días, cuando se lo plantearon por vez primera al departamento de Margarita Robles "el tono fue ejemplar y nada nos hacía presagiar la negativa", narran fuentes del PP.

Más increíble les resultó el argumento esgrimido respecto a que, "al margen de las maniobras" de dichas tropas, "el criterio en año electoral es que no vaya nadie", veto que el PP atribuye directamente a Moncloa. En ningún momento se justificó la negativa, como más tarde hicieron desde la secretaría de Estado de Comunicación, bajo el argumento de que no existen antecedentes de una visita de este tipo del líder de la oposición. Los populares enmiendan la mayor. "Lo que no ha habido nunca es una negativa porque sí ha habido delegaciones del Congreso y del Senado que han visitado a nuestras tropas", alegan.

Génova llegó a mirar la combinación de vuelos para la semana próxima

Génova llegó a mirar la combinación de vuelos para la semana próxima. Núñez Feijóo sólo tenía agendado el martes 28 con un acto en Barcelona, aunque estaba dispuesto a cambiar las fechas del viaje a Letonia según le indicara Defensa. A partir de ahí contaban con poder "apoyar a nuestros soldados" en una operación militar "en la que respaldamos al Gobierno. No íbamos a ir allí a hablar de la ley del 'sólo sí es sí', sino a dar ánimos".

Pero el Ejecutivo de Pedro Sánchez, denuncian, ha preferido evitar la foto "presidencial" del líder de la oposición con los 600 hombres y mujeres del ejército español desplegados en la frontera letona, contingente que se ha visto reforzado tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia.

Fue el vicesecretario de Institucional del PP, Esteban González Pons, quien habló, según las mismas fuentes, con mandos de la OTAN para consultar la idoneidad de esta visita, recibiendo el plácet de la Alianza, así como con el gobierno letón, que tampoco puso inconveniente.

El propio Feijóo, que no suscitó este tema durante la sesión de control a Pedro Sánchez en el Senado, sí se quejó en los pasillos de la Cámara Alta de que era la primera vez "que al jefe de la oposición no se le deja ir a expresar la solidaridad a las tropas españolas", aunque hasta ahora ninguno lo había pedido o, al menos, no ha trascendido a la opinión pública que lo hiciera.

En cambio los populares sí sacarán a colación este asunto hoy en el Congreso durante una interpelación a la ministra Margarita Robles. El PP se queja de la incomunicación total entre el Ejecutivo y el primer partido de la oposición en una cuestión de Estado como esta, que enfrenta internamente al Gobierno y al Gobierno con sus socios parlamentarios. La interpelación se convertirá en moción dentro de 15 días, lo que obligará a los socios gubernamentales a retratarse en el Hemiciclo.

Evitar un votación ante el rechazo de sus socios

Precisamente, Moncloa ha intentado evitar en todo momento una votación sobre la implicación de España en el conflicto ucraniano. Se supone que el incremento de tropas debería pasar por el refrendo del Consejo de Ministros y del pleno de la Cámara Baja, pero el Ejecutivo se escuda en que no se trata de una nueva operación militar sino de ampliar una ya existente, puesto que España dispone desde hace años de un contingente en este país del Báltico.

Lo cierto es que Moncloa y Defensa han dado públicamente versiones contradictorias respecto a una petición inédita. Moncloa se escudó en la falta de antecedentes poniendo el acento en que sólo visitan a las tropas españolas destacadas en el extranjero miembros del Gobierno y delegaciones parlamentarias. En cambio, Robles adujo este martes que el pretendido viaje de Feijóo coincidía con un "muy importante" operación de la OTAN pero que tiene "siempre las puertas abiertas" para conocer cualquier unidad militar.

"Feijóo sabe que será muy bien recibido en cualquier unidad militar, pero no cuando se estén realizando unas operaciones que puedan distorsionar la visita", dijo Robles aunque la justificación pública difiere de la que ofreció privadamente al PP.