Queda deshojada la margarita. Tres semanas después de que el presidente de Vox, Santiago Abascal, anunciara vía Twitter que había entablado conversaciones con Ramón Tamames para que el profesor de economía encabezase su moción de censura "independiente" contra el presidente del Gobierno, este miércoles el partido lo ha oficializado con un largo carrete fotográfico y por todo lo alto. Será Tamames quién dé la cara en la segunda moción de censura que los ultraconservadores presentarán en lo que va de legislatura. Ello, a las puertas de las elecciones municipales y autonómicas de mayo, y con la creencia entre las filas populares y naranjas de que, por ausencia de una mayoría viable alternativa, solo provocará que Pedro Sánchez y el PSOE queden reforzados de cara a esa primera prueba de fuego.
Como ha adelantado EL INDEPENDIENTE minutos antes de que Vox lo trasladara a los medios, Abascal citó a Tamames a las cinco de la tarde en la sede nacional de Bambú, ubicada en el distrito madrileño de Chamartín. Después de apuntalar los "flecos" que, tal y como afirmaba el portavoz parlamentario Iván Espinosa de los Monteros desde las Cortes, aún quedaban pendientes, Vox y Tamames han inmortalizado el acuerdo junto a los altos responsables del partido y sus allegados. Incluido el hijo del propio Tamames. Entre ellos, ha destacado la presencia de Espinosa de los Monteros y el secretario general Ignacio Garriga. Pero también el artífice de este acuerdo, que a finales de enero tendió el puente entre Abascal y el economista y exdiputado del PCE: el escritor Fernando Sánchez Dragó. Ninguna mujer, cabe destacar. La moción será presentada el próximo lunes en el Congreso, y podrá fijarse una fecha para la celebración del debate de la moción a partir de los cinco días transcurridos, de acuerdo con el artículo 175 del reglamento. Aunque, en última instancia, será la presidenta de las Cortes, Meritxell Batet, quien decida sobre el calendario para su mejor encaje. No ha de descartarse que los socialistas influyan para que se alargue el trámite y la cita se aproxime al escenario electoral.
Según ha podido saber este medio, por fuentes cercanas a las negociaciones, uno de los motivos que habría extendido la decisión habría sido la elaboración del discurso. Mientras Tamames mostraba su disposición desde el principio, porque si no podría "arrepentirse" toda la vida, Vox evidenciaba un perfil cauteloso. Y es que los de Abascal se han visto superados en cuanto al control de los tiempos, algo que internamente, tienen de sobre afianzado: ningún flujo importante de información sale al exterior si Bambú no quiere. Y remarcaban no hace mucho: Vox tendrá la última palabra del acuerdo. El propio Tamames reconocía recientemente a este medio que Abascal le dejaba hacer libremente en lo relativo al texto que pronunciará frente a la cámara. Pero "hay muchos papeles", argumentaba para justificar la dilatación de los plazos. No obstante, y aunque Tamames trabajaba en el documento desde principios de febrero, Abascal le habría pedido descartar un primer borrador por ser demasiado blando.
Esas mismas fuentes aseguran que el primer discurso escrito por Tamames era "plano" y con poco impacto. Primero, porque "estaba dirigido a personas con un alto nivel intelectual", cuando "el nivel del Congreso", por lo general, "es bastante paupérrimo". Asimismo, el carácter de las líneas esbozadas era "buenista". Ese conjunto, iba encaminado a que "no se llegase a entender" y recibiera como contestación "respuestas simples" y ajenas al contenido del mismo. Tamames "no tenía intención de meter cosas que no fomentaran el consenso ni tampoco intoxicar", sino que, únicamente, iba destinado a "convencer a 175 diputados de que lo apoyaran para convocar y celebrar [54 días de por medio, según la ley electoral] elecciones generales anticipadas", apuntan esas fuentes.
Abascal pidió un discurso más duro. Tamames abordará el sostenimiento del Gobierno con fuerzas independentistas, la crispación y el descarrilamiento de la izquierda tras los consensos de la Transición
En las diversas reuniones que Abascal y Tamames han tenido, el líder de Vox habría ayudado a "moldear" el escrito y encaminarlo a una crítica más contundente de la situación actual. Recordar que ambos, como comunicó el dirigente ultraconservador, compartían "el diagnóstico" de los problemas nacionales. "Le pidió que fuese más incisivo, que profundizara en el pliegue de cargos político y económico", afirman en conversaciones con EL INDEPENDIENTE. Sobre todo, en un contexto de inflación. A través de otras vías próximas a Tamames, este diario conoce qué temas tratará el exparlamentario en un nuevo regreso al hemiciclo por cuestiones políticas 34 años después de que abandonara el acta de diputado tras un breve periodo incorporado en las filas de la CDS de Adolfo Suárez. Ya paseó por las instalaciones junto a Espinosa de los Monteros en el pleno extraordinario de enero que convalidó el último decreto económico.
Tamames buscará "retratar a la izquierda". Está convencido de que, de no sumar apoyos en la moción, como él mismo reconoce en sus esferas más íntimas, habrá un cambio de ciclo a partir de diciembre en favor del centroderecha. Ello, salvo que Sánchez consiga aprovechar herramientas como la presidencia europea del segundo trimestre; sumado al paquete de medidas que Moncloa se reserva como última bala. Tamames señalará la necesidad de desligarse del populismo y retornar al consenso propio de la Transición, aunque destaca que la vía para solicitarlo sea a través del aparato de uno de los principales polos de crispación. A ello, le seguirá una crítica al descarrilamiento de su exformación, el PCE, y los diversos 'paraguas' de siglas que lo continente: Izquierda Unida, primero, y Unidas Podemos, después. Una desviación que relaciona a la ruptura del consenso alcanzado por Santiago Carrillo y los suyos en el sábado santo del 8 de abril de 1977: allí se tejió la legalización de los comunistas y estos aceptaron el régimen monárquico-parlamentario y la bandera, entre otros, antes que el propio PSOE.
El economista afeará, en ese sentido, que se reabran heridas de la Guerra Civil, asociándolo, por ejemplo, a la Ley de Memoria Democrática, ya que considera que el Gobierno de Sánchez actúa como si hubiese ganado la guerra el bando republicano. Y, por último, reprenderá al PSOE por sostenerse en Moncloa de la mano del "separatismo, los destructores de España y los herederos de ETA". Su postura sobre el independentismo, confirman desde su entorno, es clara: "cree que Cataluña nunca ha sido dependiente de nada y que desde el Compromiso de Caspe de 1412, en doce ocasiones a lo largo de la historia ha intentado independizarse sin éxito".
Anuncio previo al segundo acto de precampaña
El anuncio de Vox llega un día y medio antes de que Abascal viaje a Zaragoza, donde participará en el primer mitin de precampaña tras la presentación de sus principales candidatos locales y regionales en la Plaza de Toros de Murcia el domingo 12 de febrero. Será en el Palacio de Congresos de la capital aragonesa a las siete de la tarde, donde estará acompañado por el presidente provincial de Vox Julio Calvo y el candidato al parlamento autonómico Alejandro Nolasco. La moción es la principal apuesta de los verdes tras la ofensiva judicial de diciembre contra el Gobierno ante el Tribunal Constitucional; una puesta en escena que, en segunda instancia, busca afianzar electorado y marcar distancias con el Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo, que se afincará en la abstención en bloque. La táctica de alejar ideológicamente lo máximo posible al PP lleva poniéndose en marcha desde el acto en Murcia.
Precisamente, Tamames comió en su casa [junto al resto de la Real Academia de las Ciencias Sociales y Morales] con Feijóo tras un primer contacto con Sánchez Dragó y de forma previa al encuentro con Abascal. En él, Tamames puso al corriente de la -casi- propuesta al líder de la oposición y este le trasladó el sentido del voto del grupo que dirige Cuca Gamarra. También le pidió que se lo replanteara y que, si Tamames fuera su padre, Feijóo no permitiría que participase en esa escenificación política. El propio candidato no cree que nadie vaya a romper la disciplina de voto, y echa en falta una votación secreta. Él y los suyos coinciden: "cambiaría el contrapeso de fuerzas, incluso entre descontentos del PSOE".
Facciones de Vox muestran apatía con el proceso de la moción, aunque no matizan si es por el candidato o con el planteamiento completo
Antes de conocerse el desenlace de la agónica travesía hasta el encuentro de ese candidato -se especuló previamente con exsocialistas como Rosa Díez y Joaquín Leguina-, cargos relevantes de la formación de derecha populista mostraban cierto desafecto con el proceso, aunque de manera ciertamente ambigua. Y evitaban apelar directamente a una referencia hacia la propuesta escogida, o a el mantenimiento de la intencionalidad de llevar a puerto la moción. Ahora bien, de no hacerlo sería un fracaso de Abascal en percepción de votantes y potenciales caladeros.
Reacciones parlamentarias del PSOE
Tras dar a conocer al candidato definitivo, fuentes socialistas han divulgado las reacciones del portavoz del Grupo Socialista en la cámara, Patxi López, que se encontraba de visita en Talavera de la Reina. El político vasco ha destacado que sienten un profundo "respeto" por el instrumento que supone una moción de censura. Pero, en su opinión, éstas tienen que hacerse "en positivo, es decir, además de un candidato debe proponerse una alternativa". "Vamos a conocer el plan oculto de la derecha en este país. Feijóo comió con Tamames, se reunió en secreto con Abascal [fue una conversación telefónica], y uno supone que se reunieron para ir preparando ese plan de la derecha". "Lo que pretende la moción es cambiar al Gobierno de la subida de las pensiones; del SMI; de los 3.500 millones en dependencia; de los 2.520 millones en becas; del Ingreso Mínimo Vital; el Gobierno del derecho a la eutanasia; del aborto y de la memoria histórica", ha dicho López.
El socialista ha apreciado que este no es "el plan oculto de la derecha con Tamames", sino con Feijóo "a la cabeza". "Les une el interés de cargarse a Sánchez, quien ha hecho todo para proteger a la gente de España y ha desplegado la mayor cantidad de medidas y recursos para ayudar a la ciudadanía", ha concluido. Ciudadanos, como viene reivindicando con anterioridad, tampoco apoyará la moción pese al aperturismo inicial de Inés Arrimadas en noviembre aunque condicionado a que el representante fuera Feijóo.
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