La edición de Arco con más galeristas de su historia ya ha comenzado: los aficionados al arte contemporáneo tienen una cita en los pabellones 7 y 9 de Ifema con unas obras marcadas por la presencia internacional pese a que, por primera vez, no ha contado con país invitado, sino con el entorno del mar Mediterráneo como tal, aunque sin el enfoque social esperado.
La Feria Internacional de Arte Contemporáneo durará hasta el domingo 26 de febrero y, si mantiene la afluencia de las primeras jornadas, para profesionales, superará holgadamente las cifras prepandémicas en cuanto a visitantes y compradores.
A la espera de conocer los datos con los que concluye Arco, uno de los elementos más comentados de la feria ha sido el Picasso muerto. Se trata de una escultura realista firmada por Eugenio Merino, artífice también de la escultura de Franco en una nevera de refrescos y la que representó a Felipe VI como un ninot de las fallas.
Por ello, la falsa capilla ardiente, que cuesta 45.000 euros, no rechina en la retrospectiva del artista, sino todo lo contrario, pues continúa su línea de provocación y crítica. Pero, ¿por qué una representación del artista fallecido y por qué en 2023?
"Este año se cumplen 50 años de su muerte, y el autor aprovecha para reflexionar sobre la masificación del turismo cultural, ya que por el aniversario habrá muchos eventos, manifestaciones...", comenta Susana, de la Galería ADN, a El Independiente.
Además, los propios asistentes a Arco completan la obra, pues, al hacerse autorretratos junto al difunto pintor ejemplifican esa "masificación" y consumo rápido del arte que se da en la actualidad y que lleva a veces a la desvirtualización de las intenciones originarias de los artistas.
Pablo Picasso, omnipresente en Arco
Siguiendo la temática picassiana, en Arco se puede ver también el Guernica convertido en hogar en Guernica, refugio. La obra antibelicista, de Eugenio Ampudia, cuesta 50.000 euros y emula uno de los refugios para las familias en los campos de desplazados, aunando de esta manera el homenaje al artista malagueño con la preocupación por la guerra de Ucrania.
La obra cuenta con cuatro metros de superficie y lleva, en su fachada, el icónico cuadro en el que el pintor plasmó la Guerra Civil a tamaño real. Asimismo, en la galería Guillermo de Osma se puede encontrar una litografía de Picasso llamada Deux femmes neus, por 350.000 euros.
Pero, volviendo a ADN, la reivindicación del Picasso amortajado no es algo excepcional: la galería se caracteriza por aglutinar obras de contenido social y político contemporáneos, pasando por el feminismo o la condición humana, de lo más reivindicativo a lo más reflexivo, destacando en sus filas artistas como Regina José Galindo y Marinella Senatore.
Una escultura de Eduardo Chillida, la obra más cara de Arco
Sin embargo, y al margen de los valores que busquen transmitir algunas obras, Arco es un lugar diseñado para la compraventa de arte contemporáneo, poco asequible para la mayoría de la ciudadanía, algo que lleva a que cada año surja la incógnita de cuál es la obra más cara de la feria.
En esta ocasión, se habló primero de un Joan Miró que abrió la feria con un precio inicial de dos millones de euros: La femme et l'oiseau (La mujer y el pájaro). Este pertenece a la galería Mayoral, que dispone también de cuadros de Antonio Tàpies, Rafa Macarrón o Marría Pratts
Pero la obra del barcelonés ha sido desbancada como la más cara por otra de un donostiarra: Eduardo Chillida, con una escultura a 3,7 millones de euros. En este caso, la pieza pertenece a Carreras Múgica y, según ha comentado el gestor cultural Pedro Carreras a este medio, es muy difícil que la obra encuentre comprador en Arco.
"Estas son cosas que traes aquí por exposición, y el resto pues ya se verá con el tiempo. Eduardo Chillida es un artista por el que la gente se interesa mucho, hay muchísimos coleccionistas que están su buscando obra y que no la encuentran, pero vender esto en una feria es muy difícil" adelanta el experto.
Carreras explica que Eduardo realizó la obra en 1978 y que la vendió a un coleccionista en 1999. A partir de ahí, ha pasado por varios coleccionistas. "Es una pieza que pertenece al homenaje al cubo, algo que se ve en ese estilo de piezas, que son muy esquemáticas pero muy rotundas", dice sobre una escultura que pesa 1,5 toneladas.
Carreras Múgica, que ha cumplido ya su 30 cumpleaños, atesora obras también de June Crespo, Mendizábal o Richard Serra, de cuya restrospectiva destaca un dibujo que hizo a raíz de una escultura y no al revés, como se hace habitualmente.
Chillida cuenta también con una obra ligeramente más asequible en la feria: La puerta de la libertad, una escultura un precio de 2,4 millones de euros disponible en Guillermo de Osma, que cuenta también con el Léger Nature Morte, por unos 900.000 euros. Entre las obras más baratas, por el contrario, cabe destacar que en la galería Helga de Alvear hay algunas piezas por 300 euros.
Al final de la jornada, la galería HOA, de São Paulo resultó ganadora del IX Premio Opening by Allianz, que premia al mejor stand de la sección con la devolución del valor de su espacio en ARCOmadrid 2023. Además, las galerías ZINA, y THE LIMINAL, de Valencia, recibieron una mención especial por parte del jurado.
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