La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, vuelve a la carga tras conocer los malos datos del IPC de febrero, que repuntan de nuevo, y colocan la inflación subyacente en cifras récord al alcanzar el 7,7. El Ministerio, según fuentes del mismo, ha transmitido al PSOE "su máxima preocupación por estos datos, que reflejan un nuevo encarecimiento de los alimentos". Belarra estima que, si no se toman medidas adicionales, la inflación podría mantenerse en el entorno del 5 y 6 por ciento, sin que continúe la tendencia descendente. 

Por ello, agregan las mismas fuentes, se considera urgente "topar o bonificar los precios de la cesta de la compra, ya que la bajada del IVA ha supuesto un fracaso", medida que el sector morado del Gobierno no compartía. Además dicen esperar todavía acuse de recibo a la propuesta que la ministra morada remitió al sector mayoritario del Gobierno para limitar los precios de una cesta básica, tal y como se hizo con el gas o las mascarillas en plena pandemia, y bonificar en un 14 por ciento productos básicos como carne, pescado, frutas y lácteos, siguiendo el modelo de los carburantes hasta finales del año pasado.

Los morados esperan que el PSOE ceda como hizo con el tope del gas o los alquileres

Los socios morados recuerdan otros momentos en que los socialistas se han resistido a sus medidas, como cuando propusieron poner un tope al gas, para que no determinara el precio de la electricidad, o el control de los alquileres, que si bien "inicialmente tampoco obtuvieron respuesta por parte del PSOE, han sido determinantes para que España sea uno de los países con menor inflación de la UE", defienden.

Por ello, el departamento de Belarra dice esperar que los socialistas "reconsideren su posición y se avengan a adoptar cuanto antes medidas para aliviar la situación de los hogares, especialmente de aquellos con rentas bajas, que son los que destinan una mayor parte de su renta a la alimentación".