Nunca figuró entre las primeras preocupaciones de los vascos. Los datos y los mensajes de los dirigentes políticos se encargaban de subrayar que Euskadi era una tierra segura, con los indicadores de delincuencia más bajos del país. Sin embargo, hace años que esa percepción ha comenzado a cambiar. En ciudades como Bilbao uno de cada cuatro vecinos la cita ya como su primera inquietud, según un reciente del Consistorio de la capital vizcaína. La sucesión cada vez más habitual de episodios violentos y conflictividad es un indicador de que la situación ha empeorado.

El año pasado fue el peor del último lustro. Al repunte de la delincuencia en el País Vasco se suma la ciberdelincuencia en la red que se ha detectado y denunciado por parte de la Ertzaintza y las policías municipales. En los últimos cinco años los delitos, tanto presenciales como cibernéticos, han aumentado un 24%. Si en 2017 se documentaron casi 108.000 el año pasado se cerró con cerca de 134.000.   

El consejero de Seguridad del Gobierno vasco, Josu Erkoreka no oculta que, según refleja la Memoria de delincuencia del pasado ejercicio, uno de los datos que peor se viene comportando es el relativo a los robos con violencia e intimidación que han crecido un 35% en comparación con 2019. El año pasado se produjeron 3.523, según consta a las distintas policías.

Uno de los episodios que también refleja el empeoramiento de la situación es el plan en contra de la proliferación de armas blancas que ha puesto en marcha el Gobierno vasco. Las agresiones con este tipo de armas en contextos de ocio y festivo ha llevado al departamento de Seguridad a aprobar un plan para provenir la proliferación de armas blancas perdidas. Incluso se trabaja en medidas para obligar a la instalación de detectores de metales y personal de seguridad específico para el control de posible acceso de armas blancas en discotecas y eventos de ocios con un determinado nivel de aforo.

20.000 'ciberdelitos'

Los delitos ocurridos a través de las redes es otro de los focos que ha experimentado un comportamiento preocupante. Representan ya el 15% del total de los delitos que se producen en el País Vasco. Erkoreka recuerda que este tipo de casos no necesariamente tienen su origen en Euskadi, ya que se cometen en la red, si bien sí tienen como víctima a ciudadanos vascos que son quienes los remiten a las comisarías de la policía municipal o la Ertzaintza. En sólo dos años se ha contabilizado un 41% más casos. Se trata del tipo de delito que registra un repunte más pronunciado, fundamentalmente en forma de estafas a través de la red y en menor medida por acoso, amenazas o coacciones.

Basta remontarse a 2017 para tener medida de la evolución que está teniendo este tipo de delincuencia que no ha dejado de aumentar de año en año, en especial durante la pandemia. Los apenas 9.000 delitos cibernéticos de 2017 han pasado a superar los 20.000 el año pasado, supone un aumento del 124%.

En lo referente a los delitos presenciales, la tasa de delincuencia por cada 1.000 habitantes también acumula un lustro de incremento, pero a un ritmo algo más moderado. La tasa media en Euskadi se sitúa en 51,5 delitos por cada 1.000 habitantes, aunque en territorios como Bizkaia crece a 65,6 y en ciudades como Bilbao alcanza 97,1 delitos por cada 1.000 habitantes. Se trata de una tasa muy superior al de las otras dos capitales vascas. En San Sebastián cae hasta los 77 delitos y a los 62 en el caso de Vitoria.

Menos robos en comercios

Frente a los robos con violencia e intimidación al alza, se detecta un cambio en la tipología de los delitos y que cada vez pasa menos por los comercios, empresas o la sustracción de vehículos. En comparación con los datos de hace tres años, en el País Vasco se produce un 10% menos robos en domicilios y un 16% en comercios. En las empresas también han descendido un 22% y se roba un 23% menos coches que en 2019.

Uno de cada diez delitos que se produce en alguna localidad vascas es un delito contra las personas y en la mayoría de los casos se trata de casos de violencia contra las mujeres. Según datos de la Ertzaintza, 5.143 mujeres sufrieron violencia a manos de su pareja o expareja, de un familiar o de un varón. Se trata de las tres tipologías de agresión contra las mujeres; la violencia de género, la violencia doméstica y los delitos contra la libertad sexual que registran incrementos de un 10%, 11% y 23% respectivamente en el último año. En el 83% de los casos la Ertzaintza logró poner a disposición de la Justicia al autor de la agresión.