La moción de Vox con Ramón Tamames marcará dos precedentes. Por un lado, por primera vez la utilización de ésta herramienta no lleva como propuesta a la presidencia del Gobierno a un miembro del partido político que la presenta. Por otro lado, otra de las excepciones que la semana que viene marcarán las dos sesiones de debate será que el candidato no intervendrá desde la tribuna de oradores que preside el hemiciclo. Y es que los problemas de movilidad de Tamames, que va con bastón a sus 89 años, han hecho que la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, haga ciertas cesiones para que la breve estancia del economista en la sede parlamentaria sea lo más cómoda posible. Así mismo se lo trasladó la también diputada del PSC en una conversación telefónica, cuando el lunes le confirmó que el debate se celebraría entre el 21 y el 22 de marzo.
Según fuentes parlamentarias, y a la espera de que Presidencia lo confirme, Vox ha pedido a Batet que Tamames se ubique en el escaño de Santiago Abascal, desplazándose así éste. Lo habría pedido el portavoz parlamentario Iván Espinosa de los Monteros tras la rueda de prensa que han protagonizado Abascal y Tamames en la sala Clara Campoamor del Congreso de los Diputados este jueves. Y es que de manera posterior, y como han asegurado desde las Cortes, se ha mantenido un encuentro entre los implicados y Batet para abordar cuestiones de "logística y organización" para el debate. Fuentes de Vox no desmienten esta información.
En la tarde de este miércoles, las previsiones que hacían desde la cámara baja es que Tamames ocupase un hueco en el centro del hemiciclo, donde cotidianamente se ubican los servicios de taquigrafía del Congreso, que recogen el devenir de cada pleno para su registro en el diario de sesiones. "Se intentará facilitarle en todo lo posible las intervenciones y la atención al turno de réplicas, sin que tenga que subir escaleras", indicaban descartando casi por completo que se opte por otro lugar. De situarse, finalmente, en esa zona, habría que garantizar que pueda permanecer de cara a las bancadas de cada grupo durante su turno de discurso; pero también que pueda atender a su espalda, de manera posterior, a la tribuna cuando los portavoces designados suban a agotar su tiempo. Una de las propuestas era habilitar dos mesas: la primera con micrófono frente a los escaños y la segunda para acomodarse posteriormente mirando también hacia la Mesa y sus miembros. Para no dar la espalada en ningún momento.
Finalmente se ha optado por el escaño de Abascal. Tamames sí dará la espalda a la cámara, aunque podrá mirar a Sánchez directamente, como acostumbra el propio líder de Vox en sus intervenciones durante las sesiones de control al Ejecutivo. Esto ya se había planteado, y de igual forma supondría que la moción fuese insólita con el candidato de Vox acogido entre los diputados en un escaño. Hay que recordar que aunque el hemiciclo tiene un tope de representación de 350 elegibles en las urnas, su capacidad máxima es de 400 personas en la gradería. Así lo establece la Constitución Española, que exige un mínimo de 300.
El entorno de Tamames reitera, como él, que no ha habido imposiciones y que desplegará su discurso con libertad coincidiendo en la unidad de España, la bandera y la Constitución
Dado que la jornada previa a la moción es festivo en Madrid, por trasladarse el Día del Padre del domingo al lunes, Tamames ha acudido este jueves al Congreso para reunirse con Abascal en su despacho. En conversaciones con El Independiente, fuentes próximas a Tamames y conocedoras de las negociaciones con Vox afirman que el expolítico del PCE está tranquilo y que se siente libre para pronunciarse en los términos que considere. "No ha habido ni habrá imposiciones", destacan, aunque sí matizan que, como adelantó este medio, Abascal le pidió ser "más incisivo" e intentar huir de florituras dialécticas que no aportan en este contexto de confrontación política. "Él dará su visión, su percepción de cómo está España; es muy difícil comprender cómo partidos como el PP se abstendrán o Ciudadanos la rechazará, porque coincidirán en líneas generales", añaden.
Los vértices estratégicos de la moción
Que la moción es un acto electoralista para llegar sólidos y reafirmados como oposición 'útil' a los comicios de mayo frente al PP, es una evidencia. Pero este planteamiento resulta frívolo para el cúmulo de los partidos representados en la cámara. Sobre todo para el PSOE y el PP. Los socialistas consideran que se desprestigia un instrumento "serio" empleado solo en seis ocasiones previas en los más de cuarenta años de democracia. Los populares se centran en Vox, afirmando que esta moción "marciana" solo da alas a Pedro Sánchez en el momento político más crudo de la legislatura: con la ley del 'solo sí es sí' como objeto de división del Gobierno y unas bajas estimaciones en las encuestas.
Pese a todo, la incapacidad de dar ya marcha atrás al trámite hace que los partidos ya se planteen la estrategia que seguirán para las réplicas a Tamames. Los populares, por su parte, descartarán dar la batalla a Vox para no caer en el juego que pretenden abrir, y se centrarán en cuestionar el recorrido a lo largo de la legislatura. La encargada en protagonizar la réplica será Cuca Gamarra, y la línea empleada será muy parecida al antecedente más cercano de un pleno de estas características: el debate del Estado de la nación. Un perfil de alternativa moderada de Gobierno, con un discurso económico y crítico con las reformas de sedición, la rebaja de malversación, el "desprestigio" institucional como el INE o el CIS, y también la ley Montero.
Por su parte, el Gobierno no ha desvelado quién intervendrá, si será Sánchez en exclusiva, si también participarán otros miembros, o si delegará en IOne Belarra, Irene Montero y Yolanda Díaz, como proponen desde Unidas Podemos, para dar una réplica "feminista" a Tamames. Así lo ha solicitado la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030. Sánchez no ha querido desvelarlo este miércoles desde Lanzarote, donde se celebra la 34 cumbre hispano-portuguesa, en la que se prevén firmar once acuerdos bilaterales. Tras la moción, se abordará la esperada 'crisis' de Gobierno en la que Sánchez hará dos nuevos nombramientos en suplencia de Darias y Maroto, que concurrirán como candidatas en Las Palmas y Madrid.
Cree que la moción es "un balón de oxígeno mediático" para "los problemas" del Gobierno. El Congreso "no está para ser un circo" y España no está "para juegos de partidos políticos" ni "estrategias partidistas", ha considerado este miércoles.
Ve la propuesta de Belarra como una "ocurrencia" y le pide que se centre en "ayudar a las familias" con "políticas de verdad" y menos "frivolidades". Cree que Vox ayuda a Sánchez en "el momento más débil" de la legislatura; cuando está en "descomposición".
Sorprende, no obstante, que socios cruciales de la investidura, como es Esquerra Republicana (ERC), quien intentó dar una respuesta conjunta con grupos afines como ERC o el BNG sin éxito para reducir el protagonismo de Tamames y Vox en esta segunda moción que el grupo de Abascal presenta, haya anunciado que también hará confrontación con el Gobierno. Porque "no se puede ir de rositas" al ser "una moción contra él", ha dicho Gabriel Rufián en sede parlamentaria. Ahora bien, el republicano no invertirá la media hora con la que cuenta cada portavoz para hacer su exposición.
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