El escándalo sobre los pagos de más de siete millones de euros que hizo el Fútbol Club Barcelona al ex vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) José María Enríquez Negreira entre 2001 y 2018 pone en riesgo la reputación del equipo blaugrana, que ya se encuentra investigado en el ámbito judicial por la magistrada Silvia López Mejía de la capital catalana y en el ámbito deportivo por la UEFA, con capacidad sancionadora contra los clubes nacionales.

Un informe de la Agencia Tributaria del año pasado sobre los ingresos en las empresas de Negreira alertó a la Fiscalía de Barcelona de posibles ilegalidades, arrancando una investigación que se vio acelerada cuando el árbitro Xavier Estrada Fernández puso una querella por los mismos hechos. Inmediatamente después, el Ministerio Público presentó una denuncia en la que apuntó a que el ex vicepresidente del Comité de Árbitros recibió los pagos del Barça a cambio de "favorecer en la toma de decisiones de los árbitros" y no por supuestos informes verbales de asesoramiento, como defienden los investigados, de los que no existe rastro documental.

Ahora, la jueza de refuerzo del Juzgado de Instrucción 1 de Barcelona investiga tanto los hechos denunciados por Estrada Fernández como por el Ministerio fiscal en una causa conjunta por presuntos delitos continuados de corrupción entre particulares en el ámbito deportivo, administración desleal y falsedad. La Fiscalía no sólo dirigió su denuncia contra Negreira -quien llegó a declarar ante Hacienda que el Barcelona le pagaba a través de su empresa, Dasnil 95 SL, por asesoramiento porque quería asegurarse que no se tomaban decisiones arbitrales en su contra, es decir, "que todo fuera neutral"- sino también contra los expresidentes del Club Sandro Rosell y Josep María Bartomeu. Expertos en Derecho Deportivo ponen en duda que al primero se le puedan atribuir hechos delictivos durante su mandato puesto que habrían prescrito, hecho que la Fiscalía Anticorrupción buscará sortear para mantener abierta la investigación judicial apuntando a delitos continuados en el tiempo. Éstos son los protagonistas de una causa que ha zarandeado al fútbol español:

José María Enríquez Negreira

Es el protagonista principal de la trama. Fue ex vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) entre 1994 y 2018. Es la persona que recibía los pagos del Barcelona a través de sus empresas para "asesorías técnicas". La Fiscalía cree que cobraba del Club para "influir" en los resultados de las competiciones a través de los árbitros, aunque los investigadores no han encontrado pruebas de ello.

Durante su declaración ante la Agencia Tributaria reconoció que no cobraba de la Federación de Fútbol, de la que depende el CTA, porque ya lo hacía del Barcelona. También presentó un justificante de que sufre Alzheimer.

Javier Enríquez

Es el hijo de Negreira, pero no está investigado. Según la investigación, es quien redactaba los informes que luego se entregaban al equipo azulgrana. También tenía una empresa de coaching que fue contratada por varios árbitros. Presuntamente, los pagos se hacían a través de la empresa de un directivo del Barcelona para que no apareciese el nombre del hijo del vicepresidente.

Josep Contreras

Es el directivo a través del que cobraba Negreira y su hijo. Fue directivo del Barcelona durante los mandatos de José Luis Núñez (época en la que se sospecha que empezaron los pagos, aunque no está probado), Joan Gaspart y Josep María Bartomeu. Es uno de los hombres clave para entender el entramado por el que unos pagaban y otros cobraban, llevándose su correspondiente comisión. No podrá declarar porque falleció hace unos meses.

Joan Gaspart

Con él empezó todo (según las pruebas recabadas hasta ahora). Los pagos del Barcelona, que ascienden a más de 7,5 millones de euros, empezaron a realizarse en 2001, bajo su presidencia de la entidad, y se prolongaron hasta 2018. La Fiscalía, sin embargo, sólo ha puesto la lupa a los que se produjeron de 2014 en adelante, porque los anteriores están prescritos. Declarará como testigo.

Joan Laporta

Relevó a Gaspart al frente de la presidencia en 2003 y continuó con los pagos, aunque en un primer momento lo negó. Es el actual presidente del Club y el que está lidiando con toda esta situación. "Tengo muchas ganas de enfrentarme a todos los sinvergüenzas que están manchando nuestro escudo", ha llegado a asegurar. Como Gaspart, declarará como testigo.

Sandro Rosell

Es el primer ex presidente que se sentará en el banquillo como acusado por los pagos a Negreira. Entró en el cargo en 2014 y la Fiscalía señala que bajo su mandato se mantuvo el "acuerdo verbal" con el ex vicepresidente de los árbitros. En su declaración alegó que se pagaba "en defensa propia" por el supuesto trato favorable al Real Madrid. Algunos de sus pagos no están prescritos, por eso está investigado.

Josep María Bartomeu

Fue el sucesor de Rosell. Bajo su mando se efectuaron la mayoría de pagos que investiga la Justicia. Declaró que siempre pensó que los trabajos se pagaban únicamente a Javier Enríquez, el hijo del exárbitro. Dimitió en 2020, por lo que ha presumido de cortar los pagos en 2018, justo cuando Negreira dejó su puesto en el órgano federativo. Está acusado, junto a otros excompañeros, de falsedad en documento mercantil, administración desleal y corrupción en los negocios en modalidad de fraude deportivo.

Óscar Grau

Llegó a la directiva del equipo en 2016, y de la mano de Bartomeu se convirtió en director general. Era uno de los pesos pesados dentro de can Barça. Entre otras cosas, los Mossos d'Esquadra tienen indicios de que él junto a otro directivo fueron quienes filtraron a la prensa los contratos de Leo Messi y Gerard Piqué hace dos años.

Albert Soler

El que fue directivo del Barcelona entre 2014 y 2021 era de los pocos que conocían los pagos a Negreira. Recibía información directa del hijo del exárbitro, como quién iba a pitar un Barcelona-Alavés de final de Copa del Rey en 2017. Al dejar el club pasó a ser el director general del Consejo Superior de Deportes hasta este mes de enero. Declarará como investigado.