La Unión Europea acaba de respaldar el liderazgo de la Comunidad de Madrid y el gran avance que ha experimentado la región en los últimos tres años. Así lo asegura el índice de Competitividad Regional 2022 de la UE, que revalida y agranda la posición de Madrid como la mejor comunidad autónoma de España para vivir y trabajar. Éste índice ha sido presentado este lunes por la comisaria europea de Cohesión, Elisa Ferreira, en el Comité de las Regiones. Se encarga de medir la capacidad de cada región para "ofrecer un entorno atractivo donde empresas y residentes puedan trabajar y vivir, y por encima de la barrera de los cien puntos, posiciona a Madrid (119,3), País Vasco (107,6) y Cataluña (101,3).

La mejoría de la Comunidad de Madrid en este ranking europeo ha sido amplio desde el anterior informe de 2019, al escalar desde el puesto 63 al 32 de un total de 234 regiones. Madrid es la primera de España, a gran distancia de otras como País Vasco o Cataluña, que, en contraste, no está entre las 100 más destacadas. Ocupan la plaza 77 y 107 respectivamente. Otro de los aspectos a destacar, es que este índice europeo, coloca a Madrid como la región con mejor puntuación en el ámbito sanitario, superando a Estocolmo, que hasta ahora ocupaba la primera posición.

Hay un gran salto de la autonomía a nivel de infraestructuras, entrando en el top ten; concretamente en la octava plaza. También se ha escalado más de 20 puestos en el ranking europeo de la innovación.

De hecho, Madrid, Euskadi y Cataluña son, junto con Lombardía (Italia) y el Área Metropolitana de Lisboa (Portugal) las únicas cinco regiones del sur de la UE que en el Índice de Competitividad obtienen una puntuación superior a la media comunitaria. En la clasificación del conjunto de la UE, la primera región más competitiva es la provincia neerlandesa de Utrecht, seguida de la de Holanda del Sur, donde se encuentran ciudades como Róterdam y La Haya, mientras que en tercera posición se encuentra la Isla de Francia, que es la región de París y su área metropolitana.

Para elaborar este Índice de Competitividad Regional, la Comisión Europea tuvo en cuenta indicadores como, por ejemplo, la tasa de paro, el volumen de mercado de cada territorio, el número de solicitudes de patentes efectuadas, el funcionamiento de la red de transporte o el desarrollo tecnológico, sanitario y educativo.