La dirección nacional de Ciudadanos ha movido ficha frente al PP, a quien obligará marcar posiciones en las Cortes sobre la gestación subrogada. Este jueves, con presencia de la líder política nacional Patricia Guasp, el grupo parlamentario naranja ha registrado una proposición de ley reguladora del derecho a la gestación por sustitución. Mientras que el debate de las pensiones ha quedado zanjado momentáneamente tras la convalidación del real decreto ley que modifica el actual sistema, el tema asociado al método de reproducción asistida ha tomado el alza hasta posicionarse en el centro del foco. Y por ello, como ha ocurrido con la reivindicación hasta la fecha de una reforma profunda del sistema de prensiones, Ciudadanos ha vuelto a destapar una demanda en torno a la natalidad ya incluida en el primer programa electoral a nivel nacional a diferencia de los populares, que han mantenido el asunto en stand by. Y es que el partido quiere aprovechar la polémica para agitar una de sus principales banderas de cara a las elecciones en un periodo complicado en el que está en juego la sostenibilidad del proyecto. Tras pronunciarse favorablemente, los de Inés Arrimadas adelantaban las dos premisas básicas que guiarán esta, ya pasada al papel, proposición de ley: el principio de "altruismo" y el establecimiento de una horquilla de edad de entre 25 y 45 años.

El miércoles cada grupo parlamentario tomó posición a favor o en contra de la cuestión, y frente a los socios de Gobierno, que rechazan frontalmente legalizar un método de "violencia contra la mujer", y Vox, que ya se situó en contra en 2020 [y a ello se remite cuando se les pregunta], el PP se sumaba a rebufo a Ciudadanos para trasladar que está abierto debatir su legislación siempre que esté sustentado en finalidades altruistas y no puramente mercantiles. No obstante, en menos de un día, la posición trasladada por fuentes de la dirección nacional de Génova, ha sido enmendada por el presidente popular Alberto Núñez Feijóo. En Lisboa, durante un encuentro con el alcalde y con su homólogo de los populares lusos, el líder gallego matizaba ese aperturismo a simplemente la necesidad de "ordenar este asunto" de acuerdo al artículo 66 de la última ponencia de valores del PP. Y ponía como ejemplo al país vecino, con una ley en vigor pero limitada a mujeres que acrediten no tener capacidad reproductiva.

Cargos de Ciudadanos aseguran a El Independiente con cierta indignación que parece que el seguidismo del PP en ciertos casos, denota un intento de "copiar la agenda" naranja "para dar la puntilla" al partido; para intentar acceder al nicho de votantes que aún mantienen su papeleta liberal vigente [la media de encuestas tasa el porcentaje de voto de Ciudadanos en un 2%, votos que le impedirían tener representación pero sí podrían ser útiles al PP en el reparto de escaños nacionales]. Enumeran casos como la propuesta de deflactar el IRPF, algo que abanderó el grupo antes de que Pablo Casado lo reivindicara semanas antes de la guerra de Ucrania, de su salida de la presidencia de los conservadores y la nueva cúpula de Feijóo abogara por ello con mayor intensidad. También aluden a las pensiones, y es que ven a un PP posicionándose como alternativa para después, si llega a Moncloa, "no hacer nada". Cuando se pregunta a la dirección nacional, delegan ese "malestar" a facciones concretas del partido, pero no a la cúspide de Ventas. "No es la posición oficial", advierten. Es más, verían favorable que el PP se sumara a la iniciativa junto a otros grupos para legislarla.

Lo cierto es que Ciudadanos cree que Cuca Gamarra, que fue quien asentó la posición del PP primero, salió del paso "como pudo", y sin contar con una postura clara en el grupo. De ahí la última matización del líder de la oposición. Por su parte, Guasp, sumándose ya a una corriente política general que ve en Feijóo un problema de indefinición permanente en su estrategia, considera que cada vez que "da un paso adelante, da dos para detrás", porque el PP nunca cree que sea "el momento" para abordar cuestiones de calado. A sus palabras se ha suscrito Adrián Vázquez, el secretario general de Ciudadanos. Lo cierto es que ante esa indefinición que denuncia la primera fila de Ventas, el rescate de una iniciativa ya presentada con anterioridad en 2017 y 2019 -no se llegó a votar por el periodo electoral-, denota un intento de despuntar de cara al proceso electoral. Más teniendo en cuenta que el sondeo más reciente sobre el posicionamiento social con la gestación subrogada sitúa a favor a un 58,3% de los españoles. Pero también abrir una brecha en el PP, del cual seis de cada diez electores muestran su apoyo a la reproducción asistida; la misma cifra que entre los votantes liberales. La mayoría, incapaces de afrontar el coste de estos métodos fuera de España.

En Ciudadanos son conscientes de que la cuestión puede hacer daño a Génova. Más teniendo en cuenta que el último congreso nacional ordinario del PP en 2017 llevó a remarcar dos posturas opuestas dentro de las filas, lo que, por incapacidad de alcanzar un acuerdo, se decidió dejar en tablas. En su momento, el ahora portavoz en el Senado Javier Maroto fue uno de sus principales defensores, aunque transcurridos casi seis años, las posturas han cambiado y la tendencia más declinante se habría impuesto.

Ahora bien, de forzar al PP a tomar partido, esto no se produciría hasta el mes de septiembre y únicamente en la toma en consideración de la PL, y es que el equilibrio del bloque de investidura la aboca desde su nacimiento al fracaso independientemente de lo que hagan los de Gamarra. Como reconocen fuentes de Ciudadanos, el grupo ya tiene completo el cupo propositivo, por lo que se tendría que esperar al próximo ciclo de sesiones, que tras el verano se inicia en septiembre. Éste, no obstante, será el más corto de la legislatura. Duraría hasta el 16 de octubre, porque el mandato de Pedro Sánchez acaba el 10 de noviembre -fecha en la que fueron los últimos comicios- y por ley el presidente debe entonces convocar elecciones; que se plantean para el 3 de diciembre. El PP podría volver a optar por una abstención, conociendo de antemano que el asunto no pasará a comisión ni a votación de un dictamen en pleno, pero difícilmente daría pie a libertad de voto entre sus diputados, porque daría una imagen de poca unidad con las urnas a la vuelta de la esquina. La escasez de plazos, refuerza la tesis electoralista de Ciudadanos frente a la de legislar.

A pesar de todo, y aunque la proposición no pasará el primer escenario previo a la tramitación, ésta tampoco permitiría cerrar los vacíos legales que hoy existen pese a estar la gestación subrogada prohibida desde 2006. Bajo un hipotético contexto de regularización de la reproducción asistida, nada impediría que cualquier ciudadano español acudiese a un segundo o tercer país a recoger un niño previo pacto de gestación subrogada. Ni si quiera la actriz y presentadora Ana García Obregón, quien ha desatado el debate, tendría prohibición, pese a establecerse un margen de 25 a 45 años a nivel nacional. Los naranjas reconocen que la vía de la prohibición no es la adecuada. Sí plantean como parte de la solución tender puentes entre la propuesta de ley y posibles sanciones como medida disuasoria. Pero en ningún caso con represalias contra los partícipes que repercutan en los menores, como condenas de cárcel. "No puedes hacer que sus vidas sean peores", afirman desde el partido, que ven perjudicial permitir que los niños entren el sistema de acogida por las malas condiciones, recalcan, que hay en algunas comunidades autónomas, de las que dependen el sistema. En contraste, las multas económicas son "una opción a estudiar".

Una de las alternativas que también proponen los liberales es legislar un sistema interno de adopciones que facilite por proximidad la adopción de pequeños en situación de orfandad. Por el momento, y frente a la gestación subrogada, el tiempo medio de adopción de un nacional en nuestro país es de nueve años. Pese a todo, Ciudadanos no entra a profundizar en la materia.