El acto de este domingo en el polideportivo de los éxitos baloncestísticos de Pedro Sánchez marcará un antes y un después en la historia de la izquierda a la izquierda del PSOE. La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, se rodeará de más de una docena de organizaciones de toda España dispuestas a explorar una fórmula común para las elecciones generales de finales de año. De esa foto se ha autoexcluido el "núcleo duro" de Podemos, no así algunas de sus organizaciones territoriales tan significativas como Galicia o Navarra a las que hay que sumar Baleares y hasta la candidata al Principado de Asturias por Podemos, Covadonga Tomé.
Y esa ausencia pone el foco aún más si cabe en todos aquellos que han decidido unir su destino al de Díaz, singularmente en el líder de Más País, Íñigo Errejón. Desde su ruptura con Podemos, el madrileño se convirtió para los morados en la máxima expresión de la traición política, aunque todo comenzara con un intento de defenestración mandándole de candidato a la Comunidad de Madrid. Formalmente, ni desde Más País ni desde Podemos cruzan vetos. Aseguran unos y otros estar dispuestos a compartir un proyecto común, pero la convivencia resultaría casi imposible.
Para los morados siempre ha sido un sapo muy difícil de tragar la posibilidad de que Errejón haga tándem electoral con Díaz. "Claro que importan las listas", aducen en el partido morado, temeroso de convertirse en una fuerza subsidiaria en el futuro proyecto para ver cómo los otrora críticos se van recolocando en posiciones de salida. Por ello exigen un proceso de primarias "para que cada uno haga valer su peso".
Errejón ha ido adquiriendo cada vez más importancia en el proyecto de Díaz. No fue así en unos inicios. La vicepresidenta se dejaba ver con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, con Mónica García, la líder de Más Madrid y con la que fuera vicepresidenta del gobierno valenciano Mónica Oltra, un acto del que excluyeron a las ministras de Podemos Ione Belarra e Irene Montero. Toda una declaración de guerra. Era un proyecto muy en clave feminista y "sin señoros", decían entonces. Pero conforme fue avanzado el proceso de escucha, Errejón entró en la ecuación de la también ministra de Trabajo con la que mantiene una gran sintonía personal y política.
Cada paso que Díaz y Errejón han dado de la mano se ha interpretado en clave anti-Podemos
Cada paso que ambos han dado de la mano se ha interpretado como un mensaje anti-Podemos. De las relaciones de Errejón con Pablo Iglesias dio buena cuenta el primero en su libro Con todo. De los años veloces al futuro (Planeta). Corría el año 2016 cuando el líder de Podemos defenestró al que era secretario de Organización y un significado "errejonista", Sergio Pascual, y no hizo lo mismo en ese momento con Errejón porque «contigo no puedo aún», le confesó.
Finalmente pudo, igual que con Carolina Bescansa, Tania Sánchez, Luis Alegre, Rita Maestre, Clara Serra o Pablo Bustinduy. También otros perfiles como el de Gloria Elizo, se fueron alejando paulatinamente de Podemos tras ser cuestionados internamente. Muchos de ellos ya han confirmado su presencia al acto de este domingo o expresado su apoyo.
Siete años después de la escena protagonizada entre Iglesias y Errejón que marcó el principio del fin del segundo en Podemos, el madrileño consigue ahora un inopinado protagonismo tras una cierta travesía en el desierto, pues no se puede decir que las urnas le hayan sido favorables. Más País, con dos diputados, el de Errejón y el de Marta Higueras, -que acabó siendo sustituida por Inés Sabanés al correr la lista-, es un resultado más que discreto.
Por eso, la principal baza de Podemos para sobreponerse a todos los críticos que se adhieren a Sumar es, mediante un pacto bilateral, propiciar la celebración de una consulta a las bases con la que designar los puestos en las listas electorales, sin cuestionar el liderazgo de la gallega. No falta quien entiende que los morados quieren llevar a Díaz a un callejón sin salida, de modo que corra con el desgaste de la falta de acuerdo y, por tanto, sea la responsable de su ausencia este domingo en Magariños. El debate delas primarias ya se suscitó durante la negociación del pacto en Andalucía para las elecciones del 19-J del año pasado, aquel desastre que acabó con Podemos llegando tarde al registro para la firma de la coalición y con una candidata avalada por la propia Díaz, Inmaculada Nieto, que se quedó en 5 escaños.
Las fuerzas de Sumar desconfían de las primarias que exige Podemos
Como ahora, se enfrentaron por la celebración de primarias, pero los morados solo encontraron susceptibilidades y prevenciones. Izquierda Unida y Más País desconfiaban del censo y de la metodología, incluso hasta del sistema informático a emplear "que Podemos quería que fuera el suyo", recuerdan fuentes de IU que pelearon en aquella negociación. Pablo Iglesias ha venido defendiendo un modelo de inscritos abierto, sin etiquetas políticas, una formulación "impecable sobre el papel -admiten las distintas fuentes consultadas- pero planteado, dicen, como un "trágala" tanto para Díaz como para el resto de las fuerzas políticas que acuden este domingo a su llamada y que no les quieren cerca.
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