La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha confirmado ya de viva voz su voluntad de encabezar una candidatura de amplio espectro con la que concurrir a las elecciones generales de diciembre, tras varios meses de lo que ha denominado "proceso de escucha" por toda España.

Bajo el lema "Empieza todo", Díaz ha señalado ante unas 3.000 personas que se han dado cita en el polideportivo de Magariños más otras 2.000 que han seguido el acto desde el patio del mismo recinto, que "no se trata de ganar las elecciones, sino de ganar el país, de transformarlo. En estos meses he visto que tenéis ganas, muchas más que yo a veces. Estamos ante un movimiento ciudadano y aspiramos a mucho más". "Quiero ser la primera presidenta de este país y vamos a lograrlo España es imparable. Hoy humildemente digo que puedo ser útil a nuestro país y voy a dar un paso adelante", ha anunciado al final de una larga intervención en la que ha desgranado hasta las líneas generales de su futuro programa electoral.

En definitiva, "queremos dibujar el país que viene, dándonos la mano y lo vamos a hacer en común. Lo hago por nuestros padres, madres, abuelas, que mantuvieron la esperanza en la democracia. Por nuestras hijas para que puedan seguir el hilo de su utopías, para que nunca se resignen a sobrevivir en un planeta en llamas; por las madres de la Constitución" y también "por mi hija", Carmela.

"Creo que me conocéis, que la política de verdad es otra cosa, es honestidad, es quien mira a los ojos de las personas humildes y también a los ojos de los poderosos, es pasión y compromiso. Sabéis bien de dónde vengo, de una ciudad de trabajo y de lucha, sé lo que represento y sé muy bien lo que soy", en alusión a su localidad de origen, Fene, con una fuerte sector industrial.

"La política-ha agregado- tiene enormes dosis de entrega y de generosidad. Siempre se conjuga en colectivo. He dicho que me iba a tomar un tiempo, que lo importante era levantar un proyecto de país, que iba a recorrer España, quise escuchar y lo he hecho. Sentí la esperanza. Dudar es importante para tomar decisiones importantes en la vida", ha explicado para justificar el tiempo y las prórrogas de su anuncio.

La intención declarada de Díaz es diseñar un modelo de país para la próxima década con políticas "útiles que mejoran la vida de la gente. Ahí voy a estar. Hoy empieza todo porque la política útil es ya una convicción compartida, es clave para recuperar la esperanza". Y todo ello lo quiere hacer sin generar ruido y sin apoyarse en una estructura de partido, sino demostrando que "la política con mayúsculas es otra cosa, dialogar, dialogar y dialogar".

Elogio a los asistentes

En una larga intervención en la que ha hablado de todos los temas posibles de forma un poco desordenada, no ha olvidado aludir a los allí asistentes, poniendo más de manifiesto a los grandes ausentes. De Ada Colau ha dicho que "eres un orgullo por convertir Barcelona en un referente internacional; ha dado las gracias a Joan Ribó "por hacer de Valencia una ciudad sostenible"; a Alberto Garzón, con el que ha vivido no pocos enfrentamientos en el pasado, le ha agradecido "tu labor en el gobierno y tu enorme generosidad y por saber estar donde hay que estar"; del líder del PCE, Enrique Santiago, ha destacado su "altura de miras y determinación" y de Mónica García que "nos ha enseñado la dignidad de la sanidad pública", mientras que de Íñigo Errejón ha puesto en valor su "inteligencia".

Y en una clarísima alusión a Pablo Iglesias, ha apelado a su independencia como candidata al afirmar que "las mujeres no somos de nadie, yo no soy de nadie. Porque parece que todavía hoy hay que llevar una proposición 'de' pegada a nuestro nombre. Estamos cansadas de tutelas". Toda una declaración de principios.

Llamativa ha sido la crítica velada al líder de ERC, Gabriel Rufián, con quien está fuertemente enfrentada desde que los republicanos independentistas rechazaron la reforma laboral, que la vicepresidenta salvó por un solo voto equivocado del diputado del PP Alberto Casero. En un momento de su intervención ha defendido que "la política útil no es votar en contra de la reforma laboral con PP y Vox, quien hace eso es politiqueo".

En un recinto algo más pequeño que el que eligió para la presentación de Sumar, en el Matadero de Madrid, la vicepresidenta segunda se ha rodeado de Adan Colau, Íñigo Errejón, Alberto Garzón, Joan Subirats, Joan Ribó, Mónica García, Juan López de Uralde, Rita Maestre o Enrique Santiago, entre los nombres más, además de representantes de la sociedad civil o de la cultura.

Carla Antonelli, en defensa de la Ley Trans

Ha destacado la presencia de Carla Antonelli, que ha subido al escenario junto a Díaz con un encendido y aplaudido discurso. La ex dirigente socialista, que se dio de baja del PSOE por el debate en torno a la Ley Trans, ha hecho una defensa cerrada de la misma y alertado del riesgo de que un futuro gobierno del PP piense en derogarla. También ha intervenido la escritora nicaragüense Gioconda Belli, recientemente despojada de su nacionalidad por el dictador Daniel Ortega y que ha calificado a la vicepresidenta segunda de "cuidadana". Hasta le ha leído una poesía que arrancaba "protégete de las alimañas", lo que muchos han interpretado en clave de lucha intern con Podemos.

Todo ello ha evidenciado aún más la ausencia de miembros de la dirección estatal de Podemos, no así de algunas de sus organizaciones territoriales que se han negado a ausentarse de una cita que arranca la andadura de una nueva marca electoral a la izquierda de la izquierda del PSOE, por mucho que a Díaz le parezca pequeña esa base electoral.

Como adelantó El Independiente, no ha sido posible un acuerdo bilateral con Podemos respecto a la celebración de un proceso de primarias, a pesar de las negociaciones que, en este sentido, abrieron la secretaria de Organización de Podemos y secretaria de Estado de la Agenda 2030, Lilith Verstrynge, y el director de Gabinete de Díaz, Josep Vendrell. Una negociación fracasada que no augura tampoco un acuerdo a futuro salvo que cambien mucho las cosas.

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