La Moncloa reivindica su alineamiento "total" con la Casa del Rey, su interlocución fluida en "todo". Y subraya su apoyo nítido a la figura del actual jefe del Estado, Felipe VI. Pero Juan Carlos I es y sigue siendo un quebradero de cabeza tanto para la Zarzuela como para el Gobierno. Y se nota. Se vuelve a percibir la incomodidad del ala socialista del Ejecutivo con el segundo viaje privado del monarca emérito a España, de nuevo a Sanxenxo (Pontevedra), la semana próxima.
Este martes, tras la reunión ordinaria del Consejo de Ministros, la portavoz del Gabinete, Isabel Rodríguez, se mostró cauta al máximo, cuidadosa en sus declaraciones. Manifestaba una prudencia que, en privado, también reflejan fuentes gubernamentales, que inciden en que el impacto del viaje de Juan Carlos dependerá también de su propio comportamiento. De si se reproduce la exhibición mediática del mayo pasado y su contestación destemplada a la prensa cuando le preguntó si estaba dispuesto a dar explicaciones. "Explicaciones, ¿de qué?", dijo él con malhumor desde el coche.
Y es que desde meses antes de aquel primer viaje a España, en mayo de 2022, el propio presidente y su Ejecutivo pedía "explicaciones" al emérito por sus acciones "nada éticas" del pasado, por las que fue investigado por la Fiscalía, aunque finalmente ninguna causa fue judicializada bien porque los hechos habían prescrito o bien porque no eran perseguibles ya que se produjeron cuando le protegía su inviolabilidad.
"El Gobierno ha manifestado en múltiples ocasiones su opinión respecto a los hechos que se conocieron hace tiempo sobre la conducta del rey emérito y seguimos manteniendo la misma opinión", señaló Rodríguez al ser preguntada por segunda vez por los periodistas este martes si el emérito debería dar explicaciones. Pero ella no pronunció explícitamente esas palabras —dar explicaciones— ni defendió que deba pedir perdón, como sí ha hecho el Ejecutivo en otras ocasiones, incluido el presidente Sánchez.
La propia portavoz, hace casi un año, y visto el espectáculo en que se había convertido su estancia en Sanxenxo, cargó duramente contra Juan Carlos I: "Ha perdido la oportunidad que los españoles esperaban de dar explicaciones y pedir perdón. Y sin duda ha perdido la oportunidad que merece la sociedad española y también la democracia. Debía haber aprovechado esta visita para dar cuenta de aquellas acciones que hemos conocido y que no son compatibles con la ejemplaridad y la transparencia que se le exige a una institución como la Casa del Rey".
Decisión "personal"
La ministra midió este martes mucho más sus palabras. "El Gobierno no tiene nada que comentar al respecto", sostuvo sobre la próxima visita del emérito, cuando se prevé que asista nuevamente a una regata en Sanxenxo. Rodríguez subrayó que la decisión de pasar unos días en España es "personal", de Juan Carlos I, que se refiere al "ámbito de su vida privada", y que por tanto no cabe "ninguna consideración que hacer" por parte del Gobierno.
Sí recordó Rodríguez la carta que el exjefe del Estado envió a su hijo en marzo de 2022, en la que notificaba su voluntad de residir en Abu Dabi y en la que adelantaba que haría visitas periódicas a España que deseaba mantener en su esfera privada. Después de aquella misiva, en la que tampoco dio explicaciones, Juan Carlos regresó al país. Primero, a Sanxenxo, y luego voló a Madrid, donde se entrevistó con su hijo, que le hizo saber su disconformidad con el cariz y exposición de su viaje, malestar que también trasladó públicamente el Gobierno. De hecho, el emérito no volvió más a España, pese a que estaba prevista su presencia en más regatas.
Fuentes de la Moncloa señalaban este martes que esta cuestión del viaje de Juan Carlos no es "vital" ni para la Casa del Rey ni para el Gobierno. En el equipo de Sánchez prefieren esperar a ver cómo transcurre la nueva visita, a la que él tiene "todo el derecho". En el Gobierno quieren ver, por tanto, si este viaje es menos mediático que el anterior, y concluyen que "dependerá de su comportamiento" que este retorno pueda dañar o no a la Corona. No precisan en la Moncloa si conocían previamente los planes del emérito.
La Casa del Rey tuvo conocimiento del viaje del exjefe del Estado a través de los medios de comunicación, informa EFE, y una vez que se publicaron esas informaciones, un allegado del emérito comunicó al palacio de la Zarzuela las fechas de esa segunda visita. Su idea inicial era regresar a las regatas de Sanxenxo en junio, tras las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo. Pero tras recibir la invitación del rey británico, Carlos III, a un almuerzo privado el próximo martes, 18 de abril, en Londres, cambió de planes. Desde la capital del Reino Unido volará al día siguiente a Pontevedra para encontrarse con sus amigos de las regatas y navegar en el Bribón. El domingo 23 retornará a Abu Dabi.
La visita supone un asunto difícil de gestionar para la Moncloa, ya que ha de preservar su papel institucional mientras el socio minoritario del Ejecutivo, Podemos, aprovecha la oportunidad para cargar contra la Corona. El diputado Javier Sánchez Serna, miembro de la Mesa del Congreso, tachó este martes de "indecencia" que el rey Juan Carlos vuelva a España y cargó contra la Cámara baja por impedir hasta en 15 ocasiones la investigación del padre de Felipe VI gracias al veto de PSOE, PP y Vox.
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