Desde que estalló el procés independentista, la Guardia Civil ha perdido un millar de agentes en Cataluña. Los agentes que llegan a esta comunidad son casi siempre recién salidos de la academia, nadie escoge Cataluña como destino mientras el Ministerio del Interior se resiste a declararla Zona de Especial Singularidad, como sucede en el País Vasco.

"El principal problema" de los agentes de la benemérita en Cataluña "es que sentimos que una parte minoritaria de la sociedad catalana no nos quiere y tenemos la sospecha de que el Gobierno parece apoyar esa idea" concluye el secretario general de Jucil, Ernesto Vilariño.

Este mes de abril se ha ordenado la eliminación del Grupo de Rescate de Montaña de Puigcerdà (Girona) y la disolución del Gedex -desactivación de explosivos- de Lleida. Son los últimos pasos de lo que desde la Asociación Justicia para la Guardia Civil (Jucil) denuncian como un lento pero inexorable proceso hacia la desaparición de la Guardia Civil en Cataluña.

Expulsados del 112

Dos decisiones que "no tienen ningún sentido operativo" denuncia Vilariño. Y que ejemplifican el "pago de un peaje político" por parte del Gobierno de Pedro Sánchez a sus socios independentistas. Una situación que se suma a la "demonización" del cuerpo en esta comunidad y a las maniobras para frenar su actividad en Cataluña.

El ejemplo más claro, la expulsión de la Guardia Civil del número de emergencias 112, que gestiona la Generalitat. Los avisos no llegan, o llegan tarde, a la benemérita. Aunque se trate de rescates de montaña o en el mar, ámbitos en los que la Guardia Civil conserva las competencias en la comunidad junto a la vigilancia aduanera, de aeropuertos, fiscal y el Seprona.

Una situación que ha llevado a Jucil a pedir la dimisión del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por su "complicidad" con el independentismo en ese intento de "aniquilar" y "desmantelar" el instituto armado en Cataluña.

La responsable de Jucil en Cataluña, Milagros Cívico, añade que con el procés los agentes de la Guardia Civil "malviven" en Cataluña por el "odio" de los independentistas, que les quieren "echar" de esta comunidad.

Caída de agentes

Cívico ofrece datos de la caída del número de agentes en Cataluña. El cuerpo contaba con 3.549 agentes en esta comunidad en 2019 -1.960 en Barcelona, 602 en Tarragona, 556 en Girona y 431 en Lleida-. Ahora son 3.188, una caída del 9,2%. "Casi un millar menos de los necesarios para cubrir las competencias del cuerpo en esta comunidad".

El descenso "ha sido generalizado en las cuatro provincias" añade la responsable de Jucil en Cataluña. "Pero es peor en Girona y Lleida, donde la presión del separatismo es mayor". Girona cuenta ahora con 423 agentes, un 23% menos que en 2019, y Lleida ha registrado un descenso del 18%, hasta los 357 agentes.

Sólo en los dos primeros años de Gobierno de PSOE y Unidas Podemos esta cifra descendió en 256 efectivos. El propio Ministerio reconocía en 2021 un déficit de 804 agentes para cubrir sus funciones. Esto es, el 20% de los puestos de la Guardia Civil en Cataluña estaban vacantes.

Invasión de competencias

La falta de efectivos va acompañada de una progresiva invasión de competencias por parte de los Mossos d'Esquadra. El ejemplo más paradigmático es el de la unidad marítima anunciada por el anterior consejero de Interior y consolidada ahora por Joan Ignasi Elena. El propio Elena provocó un choque con Interior al anunciar que los Mossos liderarían el Plan de Seguridad de la Copa América que se celebrará en Barcelona.

"Estamos asistiendo a un desmantelamiento soterrado de la Guardia Civil en Cataluña", denuncia Vilariño. Un proceso permitido por el Ministerio del Interior, que "no deja claro a la Generalitat lo que puede y lo que no puede hacer". Se laminan competencias de la Guardia Civil, que acaba desmantelando sus equipos, como ha sucedido con el Grupo de Montaña o el Gedex, añade.

"Los damnificados son los ciudadanos" que pierden servicios añade, destacando "el grado de especialización" de los agentes de montaña o explosivos. "A Marlaska se le está yendo el Ministerio de las manos" concluye.

Zona de Especial Singularidad

Vilariño recrimina además a Marlaska que se comprometió personalmente con él, en enero de 2022, a acordar en breve la conversión de Cataluña como Zona de Especial Singularidad -como ocurre en el País Vasco, lo que comporta mejoras económicas y laborales para los agentes-, con el objetivo de hacer más atractivo el destino de Cataluña y recuperar efectivos. Una medida que en su opinión permitiría revertir la falta de efectivos.

Sin embargo, desde entonces el ministro no ha dado ningún paso adelante en este aspecto. Según Cívico, la situación en Cataluña para los agentes de la Guardia Civil es "un poco dramática", por lo que no es un "destino deseable" para otros compañeros, entre otros motivos por la "imposición" del catalán en la escuela.

También ha denunciado el "acoso" que sufren los hijos de los agentes en sus colegios por el hecho de que sus padres sean guardias civiles o el retraso con el que la Generalitat les vacunó por el coronavirus, en un caso que está judicializado, lo que ha creado un "ambiente hostil" que ha provocado que únicamente lleguen a Cataluña, y con traslados "forzosos", agentes que salen de la academia.