Ella es la protegida de Pedro Sánchez. A quien el presidente quiere resguardar y ayudar para que cultive su espacio. A la que ha decidido promocionar en detrimento de Podemos. Por eso mismo el PSOE no da crédito a lo que vio en La Sexta el pasado domingo por la noche, en Lo de Évole. Una Yolanda Díaz "inconcreta", difusa, que llamó "machista" al presidente, que afirmó que no habría mantenido al ministro Fernando Grande-Marlaska en Interior por la tragedia de Melilla, que "no ayudó" a la alianza con Podemos. La imagen que de sí misma proyectó la vicepresidenta segunda no gustó en Ferraz y en otras esquinas del partido. Es más, generó malestar. También porque no se entendió "qué pretendía con su entrevista con Jordi Évole, qué perseguía".
En la dirección del partido y en el Gobierno, en fin, cundía cierto estupor y malestar por las palabras de Díaz. Y se verbalizó. Con cierta cautela, pero también de manera inequívoca, porque Ferraz, como indicaban fuentes de la cúpula a este diario, quiere que conste como un "aviso", como una señal clara de que por ese camino no va en la dirección correcta.
Alegría señala que se le pueden poner muchos adjetivos a Sánchez, pero que "el único término" que no vale para definirle es, precisamente, el de hombre "machista"
Cuando se le preguntó a la portavoz del PSOE, Pilar Alegría, si se le podía reprochar a Sánchez actitudes "machistas", como dijo la vicepresidenta en La Sexta, ella lo negó vehementemente: "Clara y rotundamente no. Sobre el presidente Sánchez se pueden decir muchísimos adjetivos, como tenaz, trabajador o resiliente. Pero desde luego como portavoz de este partido, como compañera y también como ministra es el único término que no utilizaría para definirle".
Así que "en absoluto" comparte la opinión "a título personal" que expresó la también titular de Trabajo. "Y si me voy a la realidad más objetiva, tenemos el Gobierno más feminista de Europa", remachó. Alegría rehusó hacer más comentarios sobre las palabras de Díaz, pero se remitió a su propia trayectoria personal: ella misma ha ocupado cargos de responsabilidad orgánicos e institucionales "gracias al apoyo y confianza" que han depositado en ella "muchos compañeros, especialmente Pedro Sánchez", que fue quien la nombró ministra de Educación en julio de 2021 y el que, justo un año más tarde la eligió portavoz del partido.
¿Marruecos es una "dictadura"?
Pero Díaz también apuntó en Lo de Évole que ella no habría mantenido en el cargo a Marlaska tras la muerte de al menos 23 inmigrantes en la valla de Melilla, y que si ella fuera presidenta nombraría como titular de Interior a quien "haga cumplir los derechos humanos en nuestro país y en cualquier lugar del mundo". La tragedia en la ciudad autónoma, dijo, fue "intolerable" y en política "uno tiene que asumir responsabilidades porque eso dignifica mucho tanto la política como la persona". Ella rompería el acuerdo con Marruecos —país que calificó de "dictadura"— y retornaría a la posición tradicional española sobre el Sáhara.
La portavoz recuerda a Díaz que las decisiones del Gobierno son "colegiadas" y que no caben los "personalismos"
"No es la posición del PSOE ni del Gobierno —opuso Alegría—. Las relaciones con Marruecos han quedado muy claras en la hoja de ruta hispano-marroquí", ratificada en la Reunión de Alto Nivel en Rabat del pasado febrero. Y sobre la tragedia de Melilla y la posición de Marlaska, la portavoz socialista recordó a Díaz que las decisiones del Ejecutivo son "colegiadas", de tal manera que tanto los "aciertos" como los errores son responsabilidad de todos los miembros del Gabinete. "Aquí no hay personalismos. Somos un equipo y somos un Gobierno y todas las políticas que se defienden son colegiadas", y la "única persona" que tiene la potestad de nombrar y cesar ministros, insistió, es el presidente.
En el comité electoral del partido no entienden por qué Díaz se expuso a una entrevista tan exigente como la de Évole y sin tener un mensaje concreto que lanzar. En Ferraz duele que cargara contra quien "la está protegiendo" frente a Podemos, y que encima "equiparase al presidente con el macho alfa", con Pablo Iglesias. La vicepresidenta subrayó que no comparte la manera masculina de hacer política del presidente, y que ha sido testigo de comportamientos machistas por parte de él y del exjefe de Podemos, pero no precisó cuáles. "Yo creo que entre los dos se entienden bien, la que seguramente distorsiona ahí soy yo", proclamó. "Claro que es machista, igual que lo son casi todos", sostuvo de Sánchez, un hombre "cariñoso" y con el que tiene buena relación, y a quien sí reconoció que es un "gran político" que ha sido minusvalorado en su partido y en el espacio del que ella proviene.
El PSOE lleva muy a gala ser un partido radicalmente feminista y soporta mal que otras formaciones, y especialmente su izquierda, trate de darle lecciones. De ahí ese resquemor. Pero en Ferraz también recriminan a Díaz que desdeñe los partidos políticos, cuando son los que vertebran la participación de los ciudadanos —"como si ella viniera de Marte", advierte un dirigente gallego que la conoce bien y que recuerda su pasado como coordinadora de Esquerda Unida, la marca gallega de IU— y que en la entrevista no diera pasos a favor de la confluencia con Podemos. Más aún, dejó ver su "pulso clarísimo" con la formación liderada por Ione Belarra. La vicepresidenta "enredó", pero poco más, concluyen. En definitiva, "se ha lucido".
Las críticas y el afloramiento del malestar de los socialistas son, continúan en el cuartel general, un "aviso" a la vicepresidenta: "No todo van a ser besos por nuestra parte". Una advertencia, pues, de que no ha gustado su actitud. Y que las declaraciones en La Sexta no sentaron bien a Iglesias es un hecho. "No sé en qué ayuda la ensalada de hostias de ayer [por este domingo] a que nos vaya bien en las elecciones municipales y autonómicas", apuntó en RAC1 el exlíder de Podemos.
Demostrado el feminismo "con hechos", dice Calviño
En el PSdeG, donde conocen desde hace años a Díaz y donde creen que quizá Sánchez están dándole demasiada cobertura, apuntan que ella es "la mantis religiosa de la política", porque también sabe ser killer. Y es que en Ferraz son conscientes —y esto también lo desliza Podemos— de que la ministra está esperando a una caída del 28-M de los morados para poder negociar a la baja con ellos. Una responsable del partido en Galicia destaca las "contradicciones perpetuas" en las que cayó Díaz en Lo de Évole y su actitud "intolerable" frente a Sánchez. "Su mensaje a su parroquia —agrega esta dirigente— es que de esa burra no se baja y que si gobierna [Alberto Núñez] Feijóo con [Santiago] Abascal, ella se sentirá responsable porque asume los errores".
Fue un disparate. Yolanda empleó poca cabeza. Como vamos sobrados, que infle más a la derecha", ironiza un ministro. "Es un tema menor", cree otro
"Fue un disparate. Yolanda empleó poca cabeza. Como vamos sobrados —ironiza un ministro—, pues que infle más a la derecha". "Es un tema menor", sostiene más prudente otro miembro del núcleo duro del presidente, que recuerda que para la Moncloa el foco está puesto en otra cosa: en la "política de vivienda, pensiones, becas, economía, empleo, etc.". En eso incidió, de hecho, Alegría durante la rueda de prensa en Ferraz: el Ejecutivo está "a las cosas del comer, y no en otros debates".
El enfado con Díaz también lo manifestaron otros miembros del Gabinete. La titular de Defensa, Margarita Robles, indicó que no ha visto "ninguna actuación machista en el presidente del Gobierno". Y ella, que no tiene una especial buena relación con Marlaska, salió en defensa de su compañero: "No está bien salir diciendo que un ministro tiene que dimitir cuando tú formas parte de un Gobierno o hablar de machismo que yo no he visto. Si ella lo ha visto, que explique cuándo", recriminó, para apostillar que la responsabilidad de un Ejecutivo es "solidaria". El propio Marlaska se defendió y enfatizó que la Fiscalía no vio delito en lo que ocurrió en la valla de Melilla hace casi un año. Es más, Interior y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado protegen los derechos y libertades fundamentales, señaló, "con exquisito respeto a los derechos humanos". El responsable de Interior aseguró tener una "buenísima relación" con Díaz y negó que ella le hubiera comentado en privado o en el Consejo de Ministros la opinión que manifestó en la tele.
La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, con quien Díaz ha tenido encontronazos conocidos, se declaró sorprendida por las palabras de la ministra en Lo de Évole, porque Sánchez "ha demostrado" con "hechos" su feminismo, "con esas leyes para equiparar la baja de maternidad y de paternidad, para reducir la brecha de género en el ámbito laboral, parar subir el salario mínimo interprofesional o equipar las pensiones". Y también con su decisión, añadió, de nombrar tres vicepresidentas y de designar "una mayoría de mujeres ministras en carteras importantes", informa Europa Press. "Aquellos que se apropian de la bandera feminista, desde luego, creo que no son un partido feminista", ha criticado, antes de asistir a un desayuno informativo", agregó por su parte la exministra Reyes Maroto, actual candidata socialista al Ayuntamiento de Madrid.
En el círculo de Díaz hay quienes admiten que quizá la entrevista con Évole no fue una buena idea, que a veces se toman decisiones que no son las más acertadas y no siempre todo sale bien. Pero confían en que pronto escampe "y a otra cosa". A la velocidad en la que viaja la política, seguramente será así, pero el programa ha dejado una muesca. Un roce en la relación de la vicepresidenta con Ferraz.
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