El Tribunal de Apelaciones de Florida ha confirmado la condena a pena de muerte de Pablo Ibar al rechazar las razones esgrimidas por su defensa en la apelación que se abordó en la vista celebrada el pasado 28 de febrero. La Sala desestima así las razones y argumentos por las que la defensa de Ibar solicitaba la anulación de la condena y la repetición del juicio. Desde la defensa y la familia de Ibar se ha expresado la tristeza y el "gran mazazo" que supone este "golpe demoledor".

Tras la vista el abogado de Ibar y la familia se mostraban esperanzadas en que en esta ocasión su petición fuera aceptada. El desarrollo de la vista, la docena de argumentos presentados y la actitud del juez durante la misma les habían hecho albergar cierto optimismo. Sin embargo, el Tribunal de Apelaciones del Cuarto Distrito de Florida ha hecho público el fallo en el que rechaza los doce argumentos presentados por el abogado Joe Nascimento. Un fallo en el que el magistrado no fundamenta su decisión, salvo en uno de ellos, en el que se acusaba al juez que le impuso la pena de cadena perpetua en 2019, Dennis Bailey, de actuar con parcialidad ante un miembro del jurado del anterior proceso que denuncia presiones de sus compañeros de jurado para votar de modo favorable a la condena.

A partir de ahora, cabe la posibilidad de recurrir el fallo ante el Tribunal Supremo de Florida. Previamente, la defensa solicitará al Tribunal de Apelaciones que reconsidere su decisión y elabore una opinión escrita y detalla con las razones por las que rechaza cada uno de los argumentos. De este modo, la defensa considera que la apelación ante el Tribunal Supremo tendría más posibilidades de prosperar.

Visita a Euskadi

Precisamente estos días tanto el abogado de Ibar como parte de su familia han visitado el País Vasco para mantener reuniones con diversas instituciones políticas para reclamar su apoyo en este largo proceso penal iniciado en 1994 en Florida (EEUU). Ibar lleva casi tres décadas en prisión condenado por un triple asesinato del que asegura que es inocente. Durante 16 años fue condenado al corredor de la muerte. Tras recurrir la sentencia finalmente la pena capital fue conmutada por una cadena perpetua, que ahora confiaba en poder revertir. Hasta el momento este caso ya ha sido juzgado hasta en cuatro ocasiones.

La sentencia ahora conocida subraya que en este fallo sólo se argumenta una de las razones esgrimidas, la denuncia de un miembro del jurado que lo condenó en 2019 y que trasladó al juez su "pesar" por el veredicto que había emitido. En esa ocasión la defensa solicitó que el magistrado se entrevistara con el jurado, a lo que se negó. Ahora los jueces que han analizado la apelación afirman que aquella manifestación fue la expresión de un sentimiento pero no de ningún "acto indebido" en el proceso, por lo que lo desestiman.

El caso se remonta al 26 de junio de 1994 cuando fueron asesinados el dueño de un club nocturno, Casimir Sucharski, y dos bailarinas, Marie Rogers y Sharon Anderson. Una cámara instalada días antes en la vivienda del empresario mostró cómo dos jóvenes accedieron y habrían cometido el crimen. La baja calidad de las imágenes y la ausencia de pruebas concluyentes no fue impedimento para acusar a Pablo y otro compañero aduciendo su parecido físico. El otro acusado, que fue juzgado por otro juez, finalmente fue absuelto del crimen.

"Si supiera que es culpable... pero no lo es"

“Si yo supiera que es culpable sería el primero, aunque sea mi hijo, en pedir que pagara por ello”, aseguraba el martes Cándido Ibar, padre de Pablo, a El Independiente. Recordaba que “nunca hemos tenido un arma en casa, algo que en Estados Unidos es normal, pero yo no creo en la violencia y mis hijos tampoco. Pero mira dónde estamos…”. No ocultaba que el último juicio, en el que le fue conmutada la pena de muerte por cadena perpetua, fue un varapalo: “No hay ningún motivo para no creer en su inocencia. No podemos dudar. Su mujer era una chica de 17 años entonces y hoy sigue junto a él. Aquella noche la pasaron juntos”, asegura en referencia a Tanya.

Cándido insistía en que la esperanza no la pierde y que tanto él como el abogado y Pablo confiaban en que la apelación que presentaron el pasado 28 de febrero para un nuevo juicio saldría adelante: “También pensábamos que saldría en libertad y mira…”.