En un escenario netamente electoral, a apenas 26 días de las elecciones locales y autonómicas, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha optado por un discurso muy en clave institucional alejado de sus habituales invectivas contra el Gobierno de Pedro Sánchez. Ha habido que leerla entre líneas, como cuando ha afirmado que "lo que pase aquí resonará en toda España", justo en el día en que muchas encuestas con intención de voto le dan la mayoría absoluta el 28-M.

Frente a su jefe de filas político, Alberto Núñez Feijóo, sentado en primera línea del acto, así como de los ministros Margarita Robles y Félix Bolaños, ha hecho un llamamiento a la unidad. Recordando a Salvador de Madariaga ha apelado a la paz, la continuidad, la unidad "y respeto por las instituciones". "Unidos lo podemos todo Unidad es lo único que le hace falta a este pueblo español y madrileño, el más alegre, fraterno, humanitario y valiente del mundo", ha subrayado para agregar que en Madrid "sigue sin haber charnegos, ni maketos. Esta bandera nos acoge a todos".

Tras hacer un repaso histórico del Dos de Mayo, ejemplo de resistencia y heroísmo del pueblo madrileño, ha recordado que "desde entonces se han vivido otros Dos de Mayo en los que los madrileños han plantado cara por la libertad como tras el golpe de Estado de 1981; con las palmas blancas para gritar a los terroristas de ETA que no teníamos miedo cuando mataron a Tomás Valiente o a Miguel Ángel en el 11-M".

Asimismo, ha insistido en su idea de que Madrid trasciende más allá de sus fronteras geográficas cuando ha señalado que "el porqué y el para qué de Madrid está en España, somos el centro del mundo hispano, de Europa y del Mediterráneo. Los madrileños de 1808 se admirarían de todo lo que hemos conseguido juntos

Previamente, la presidenta saludó tanto a Margarita Robles como a Félix Bolaños tras la polémica sobre la presencia del ministro de la Presidencia, en quien delegó la titular de Política Territorial y portavoz, Isabel Rodríguez, a quien la Comunidad había dirigido la invitación.