A la batalla del 28-M le faltaba, quizá, un clásico. El choque entre Isabel Díaz Ayuso y el Gobierno. El enfrentamiento entre las dos administraciones y del que la presidenta madrileña se ha servido para fortalecer su imagen como ariete contra Pedro Sánchez. Ahora, la razón de la bronca se llama Félix Bolaños. El Ejecutivo autonómico no quiere que acuda como invitado a los actos institucionales por el Dos de Mayo, no lo ha invitado, considera una "provocación" su presencia. Pero el ministro estará este martes en la Puerta del Sol, junto a la titular de Defensa, Margarita Robles: la Moncloa defiende que el Día de la Comunidad de Madrid es una festividad de todos, no del PP, y que por tanto el Gobierno también debe estar, y que es el propio Gobierno quien decide quién le representa. Acusa a Ayuso de "deslealtad".
Se trata de una guerra de protocolo pero con mucho contenido político. Mucho más a las puertas de unas elecciones autonómicas y municipales. Tanto que el sainete previo está eclipsando de antemano los actos. Y desde hace días. La tensión entre los dos gobiernos está de nuevo en máximos.
La Comunidad de Madrid se apoya en que en 2022 invitó al presidente y este delegó por escrito en su ministro, y este año no ha ocurrido lo mismo: no ha invitado a Sánchez y un ministro no puede delegar en otro
El año pasado, el Ejecutivo autonómico "invitó al presidente del Gobierno". "Y en vez de excusar su asistencia, publicó un decreto de delegación en el ministro de la Presidencia, de tal manera que el ministro pasaba a ocupar el sitio del presidente y presidía los actos". En realidad, se trataba de un escrito de delegación [aquí en PDF] firmado por Sánchez el 27 de abril de 2022, por el que delegaba su representación, "a todos los efectos legales y reglamentarios", en Bolaños. O sea, él ocupó su lugar el año pasado. Este 2023, Ayuso invitó al Gobierno central "a través de la ministra de Política Territorial", Isabel Rodríguez, por ser ella la que tiene la interlocución con las comunidades autónomas. Pero ella adujo razones de agenda y en su lugar el Ejecutivo decidió que iría el titular de la Presidencia, Félix Bolaños.
El Gabinete autonómico explica que Rodríguez quería "delegar" en su compañero. "Se le advirtió de que eso no lo podía hacer —señala el Gabinete autonómico— y que el Gobierno, en cualquier caso, ya estaba representado por la ministra de Defensa", Margarita Robles, "y por el delegado del Gobierno", Fran Martín Aguirre. La razón, continúan las mismas fuentes, es que la delegación se hace en un cargo de rango inferior, por lo que un ministro no puede delegar en otro ministro. En el caso de Robles, fue ella la que se puso en contacto con la Comunidad para solicitar acudir a los fastos, petición que Ayuso aceptó.
El pasado sábado, 29 de abril, el Departamento de Protocolo del Ministerio de la Presidencia envió un mail a la Comunidad de Madrid para solicitar el guion de los actos del Dos de Mayo, "así como el seating de la fila donde se ubicará el ministro". En ese momento, el Gobierno regional acusó a Bolaños de "apuntarse a un acto al que no ha sido invitado y no va a ser invitado".
El Ejecutivo responde que es él quien decide quién le representa en los actos institucionales, y que así ha ocurrido en 45 años de democracia
Además, le reprochaba haber alentado la manifestación de los afectados por la línea 7B de metro en las cercanías de la Puerta del Sol, la plaza que acogerá el desfile cívico-militar y en la que se sitúa la Real Casa de Correos, sede de la Comunidad de Madrid y sede de la recepción por el Dos de Mayo.
El Gobierno de Ayuso agregó entonces que si Bolaños se presentaba sin invitación sería, "simplemente, una provocación". "Estudiaremos qué hacer y dónde colocar a una persona que no ha sido invitada", apuntaban el sábado desde el equipo de la presidenta. La última "exigencia" del ministro, el detalle de la escaleta y el lugar donde se preveía sentarle, presentándose "sin invitación y sin delegación", no ha sido respondida por la Comunidad de Madrid.
La protesta se desplaza
Tras las quejas de Ayuso, la Delegación del Gobierno reubicó la concentración de los afectados por la línea 7B de metro: la autorizó más lejos del entorno de Sol, en la calle del Arenal, cerca de Ópera, a la altura de San Ginés, y a las 14.30, acabados ya todos los actos institucionales. Pero el conflicto protocolario no se ha detenido. Llega bien vivo este martes. El número dos de Ayuso, Alfonso Serrano, aseguró este lunes desde Alcobendas que el ministro busca "ser noticia" en la "campaña permanente" del Gobierno "de acoso y ataque" a la Comunidad de Madrid. Que acuda Robles, dijo, es "un honor", porque "cuando se le ha pedido algo desde Madrid ha respondido", pero no así Bolaños, que no está invitado, reiteró, por lo que "no hay ninguna polémica". "A mí me han enseñado que cuando no te invitan a un sitio no tienes que ir", mantuvo.
El Ejecutivo de Ayuso remarca que solo Robles y el Jemad la acompañarán a ella y al alcalde en el desfile con la corona de flores y la parada militar
Isabel Rodríguez señaló desde Puertollano (Ciudad Real), donde participaba en la manifestación por el Primero de Mayo, que Ayuso convierte el Dos de Mayo en "una pelea política". La portavoz anticipó que el Gobierno central sí estaría en la recepción. "Estará representado porque el Gobierno de España representa también a todos los madrileños y con carácter institucional vamos a participar en ese acto", zanjó.
Por la tarde, la Moncloa confirmó que acudirán a los actos Bolaños y Robles, además del delegado del Gobierno, Fran Martín. "La ministra y el jefe del Estado Mayor de la Defensa, Teodoro López Calderón, acompañarán a la presidenta y al alcalde [José Luis Martínez-Almeida] en el desfile con la corona de flores y estarán en primera fila en la parada militar. Todos los actos serán presididos por la presidenta y la parada militar rendirá honores a la presidenta", indicaron por su parte fuentes del Ejecutivo autonómico. Es decir, que Bolaños no tiene asiento asignado ni ocupará un papel protagonista, a diferencia de su compañera Robles.
Desde el Gobierno de Sánchez incidían en que no querían entrar "en el juego" de Ayuso, y mostraban su "sorpresa" por "una polémica inventada con claros tintes preelectorales". "Durante toda la democracia y en todas las comunidades, el Gobierno de España decide sus representantes en los actos institucionales. Esta ha sido la forma de proceder a lo largo de los casi 45 años de democracia en nuestro país y nunca se ha generado ningún conflicto ni polémica con ninguna comunidad autónoma, con independencia del color político de los diferentes gobiernos", defendieron a preguntas de este periódico.
Los socialistas insisten en que los ministros pueden ir sin delegación. Ayuso desea vivir, dicen, "en conflicto permanente" con el Gobierno porque cree que le resulta rentable
Fuentes del Ejecutivo explicaban que el ministro puede acudir a los actos "sin ninguna delegación": "Puede existir, pero no hace falta para que vayamos a actos institucionales. No haría otra cosa el presidente que firmar delegaciones. Lo importante es que es el Gobierno el que decide qué ministro va a un acto, no la Comunidad de Madrid". El resumen para el Gabinete de Sánchez es claro: "Ayuso siempre confrontando con el Gobierno, incluso en la fiesta de todos los madrileños y madrileñas. Deslealtad". "Esto no es una fiesta de cumpleaños", remachan. Otras fuentes gubernamentales recordaban que este año el presidente no ha sido invitado, por lo que la comparación con 2022 no vale, y añadieron que Ayuso se comporta como los independentistas catalanes: "Ni Quim Torra dejaba de invitar. Los extremos se tocan".
"En protocolo está todo hecho", abundan desde Ferraz, "y no hay lugar a mucha discusión, a no ser que quieras discutir para salir en la tele, que es lo que quiere Ayuso porque no saldrá con sus inexistentes propuestas para los madrileños. Ella quiere montar líos. Ayuso es la protagonista de su propia serie de televisión, y necesita falsas polémicas igual que los guionistas dan giros dramáticos a sus textos".
La espina clavada
En definitiva, para los socialistas la dirigente madrileña mantiene el pulso porque sabe que le resulta rentable cara a su electorado y porque le evita tener que rendir cuentas de su gestión en sanidad, educación, residencias, transporte... Subrayan en la Moncloa que Ayuso desea vivir "en conflicto permanente" con el Gobierno, y que todo su discurso se construye por oposición a Sánchez siempre. El PSOE desliza, de hecho, que la presidenta podría suceder a Alberto Núñez Feijóo al frente del PP en caso de que el 28-M resultase una decepción para el partido.
Están acreditados 250 periodistas y hay 800 invitados a los actos por el Dos de Mayo
El ambiente ya arranca, pues, caldeado para este Dos de Mayo. Pero tampoco es nuevo el choque entre Ayuso y Bolaños. A la presidenta le irritó sobremanera el discurso del ministro en el acto de toma de posesión de Fran Martín como nuevo delegado del Gobierno, el pasado 30 de marzo. Bolaños destacó el incremento de la inversión del Estado en la región, el "compromiso" de Sánchez en cuestiones como el reparto de los fondos europeos, las becas, las rebajas fiscales a los autónomos o la revalorización de las pensiones.
"Inversiones y avances, sí. Palabrería y crispación, no", señaló, en claro reproche a Ayuso. A la presidenta también le irritó la visita, a finales de febrero, del titular de la Presidencia a San Fernando de Henares, para hablar con los afectados por las grietas y daños causados por la línea 7B del metro. "Estaban olvidados, fuimos a verlos y el tema volvió a la actualidad", apuntaban este lunes desde el Ejecutivo.
El clima preelectoral inunda todo y eso explica también la expectación por los actos del Dos de Mayo de este mayo: 250 periodistas acreditados, 800 invitados a la Real Casa de Correos, informa EFE, entre ellos Feijóo, Almeida y los cabezas de cartel para las elecciones autonómicas y municipales. Los actos comenzarán a las 10 en el cementerio de la Florida, con una ofrenda floral a los héroes del Dos de Mayo. Seguirá después a las 11 en el interior de la Real Casa de Correos, donde la presidenta impondrá las medallas de la Comunidad de Madrid y las condecoraciones de la Orden del Dos de Mayo. A las 12.30, el desfile cívico-militar en el exterior y, media hora más tarde, la recepción de nuevo en el interior de la sede de la Comunidad de Madrid.
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