El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha aterrizado esta tarde en Washington DC en la víspera de la reunión que mantendrá con su homólogo estadounidense, Joe Biden, este viernes en La Casa Blanca, con múltiples temas encima de la mesa, desde la situación en Ucrania y la migración hasta asuntos pendientes entre ambos países como Palomares y los aranceles estadounidenses a la aceituna negra.

Sánchez ha aterrizado poco antes de las 17.45 de esta tarde hora local -- 23.45 horas en España-- en la base aérea de Andrews, en el estado de Maryland, donde ha sido recibido por el embajador español en Estados Unidos, Santiago Cabanas y por la embajadora Observadora Permanente de España ante la OEA, Carmen Montón.

A continuación se ha trasladado a su hotel, situado en el centro de la capital estadounidense, a solo dos calles de La Casa Blanca, antes de acudir a un acto en la residencia del embajador de España en el que se le entregará la condecoración de la Orden de Isabel La Católica a la veterana política del Partido Demócrata, Nancy Pelosi.

Previsiblemente, Sánchez destacará la valentía y perseverancia de Pelosi, por su defensa de la democracia y los derechos de las mujeres, según han trasladado fuentes de Moncloa. Subrayará además su trabajo para reforzar las relaciones bilaterales entre España y Estados Unidos.

Sánchez llega a un Estados Unidos en el que buena parte de la atención mediática está centrada en la frontera con México, debido a que esta noche finaliza el llamado 'Título 42' --la legislación implementada por el Gobierno del expresidente Donald Trump durante la pandemia que permitía las devoluciones en caliente en las fronteras-- y se espera un incremento en la llegada de migrantes.

El fenómeno migratorio será por tanto uno de los temas que tratarán ambos líderes, después de que España aceptara la semana pasada colaborar con Estados Unidos para acoger migrantes de América Central y del Sur ampliando los acuerdos de migración circular para seleccionar a trabajadores temporeros y también seleccionando a posibles refugiados que, por su perfil y su capacidad de integración, puedan ser elegibles para acceder a un empleo en España.

Sin embargo, desde el Ejecutivo han señalado que no tienen prevista una cifra concreta de personas que llegarán desde esta región en virtud de estos acuerdos y que en todo caso dependerá de las necesidades del mercado laboral español.