El Gobierno respira incómodo, muy incómodo, con un tema que ha pulverizado el arranque de la campaña del PSOE para el 28-M. Bildu y sus listas con 44 condenados por colaboración o pertenencia a ETA, siete de ellos por asesinato. Este martes, no obstante, el Ejecutivo recibió un balón de oxígeno: esos siete exetarras con delitos de sangre renuncian a ser concejales. Para la Moncloa, a la formación de Arnaldo Otegi le quedan aún "muchos pasos que dar", pero por lo pronto quienes han "ganado hoy son las víctimas". Lo que no aclara el equipo del presidente es si ha habido gestiones con la coalición de la izquierda abertzale o con su entorno para propiciar la salida de estos siete candidatos.
La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, no mencionó en su primera intervención la decisión de los exetarras de echarse a un lado, y en la primera pregunta de los periodistas manifestó la posición del Ejecutivo, de la que apenas quiso salirse —como reflejaba que consultase constantemente sus notas—, a la espera de que el propio Pedro Sánchez remate esta tarde en el Senado en su duelo con Alberto Núñez Feijóo, en la sesión de control.
"La posición del Gobierno es conocida sobre este asunto, es firme, es rotunda, y la conocen —señaló la ministra a los periodistas—. Para participar en la vida pública y en la normalidad democrática de nuestro país, hay que hacerse cargo también del respeto a las víctimas y reconocer su dolor. Esto nunca tendría que haber ocurrido y lo que se ha vuelto a poner de manifiesto es que entre los que no han tenido en cuenta el dolor de las víctimas y los que de nuevo, 12 años después de que ETA dejara de matar, lo siguen utilizando, estamos una inmensa mayoría de españoles. Sin ninguna duda, quienes han ganado hoy [por este martes] son las víctimas". Era su manera de cargar contra el PP, de insistir en que es la formación de Feijóo la que continúa utilizando ETA como arma arrojadiza, como ayer denunció Sánchez desde Vitoria.
A la pregunta de si los 37 condenados que continúan en las listas deberían tomar el mismo camino, dar un paso atrás, Rodríguez respondió que "la conformación de las candidaturas" es una potestad de los partidos políticos, con arreglo a la ley electoral. "Lo que conocen bien es la opinión del Gobierno al respecto, y es que las decisiones políticas causan dolor y el Gobierno no es ajeno a ese dolor. Confirma que a esta formación política, como hemos dicho en otras ocasiones, todavía le quedan muchos pasos que dar. Lo importante es que la democracia derrotó a ETA hace 12 años", sostuvo.
En ese punto, afinó su crítica al PP: "Lo que no vamos a hacer nunca es instrumentalizar el dolor de las víctimas, ni en campaña electoral ni fuera de ella". No citó al partido de Feijóo, consciente de que España vive en periodo electoral y sus palabras son escrutadas por el PP, que ya la ha llevado varias veces a la Junta Electoral Central, y esta ya le ha abierto expediente sancionador en dos ocasiones por extralimitarse, por atacar al principal partido de la oposición desde la Moncloa.
No "tardó en reaccionar"
Los periodistas le preguntaron en varias ocasiones a Rodríguez si había hecho gestiones con Bildu, presionándole para que hiciera un gesto como el de este martes, o bien ejerciendo mediación. La ministra no respondió en ninguna de las ocasiones, aferrándose a que la opinión del Ejecutivo y lo que tenía que manifestar ya lo había hecho. Fuentes de la Moncloa tampoco aclararon si ha habido o no interlocución con la izquierda abertzale, pero insistieron en que "Bildu toma sus decisiones" y "hace sus propias listas". "¿Quién denunció y quién apretó? Covite [Colectivo de Víctimas del Terrorismo, que lidera Consuelo Ordóñez]", recalcan, para subrayar que son las víctimas las que han ganado la partida.
El Ejecutivo niega oficialmente que estuviera lento de reflejos o que no diera su opinión desde el principio sobre las candidaturas de la formación de Otegi: el Gobierno, dijo, ha manifestado "en múltiples ocasiones" que participar en la vida pública exige "tener siempre presentes a las víctimas y su dolor", como ha advertido que nunca lo "instrumentalizará", ni antes, ni durante, ni después de la campaña.
Fuentes de la Moncloa insistieron en que el Ejecutivo no "tardó en reaccionar", y que ha ido contestando "a medida que se le fue preguntando". Subrayan que no se esperaban que Bildu confeccionara sus candidaturas con condenados, incluso por delitos de sangre, dentro. En privado, en el equipo de Sánchez cargan duramente contra Feijóo por "usar el terrorismo" para azuzar al PSOE, y eso "evidencia que no tiene otra cosa", que no tiene "más que ofrecer".
Pero advierten también que el presidente le responderá con rotundidad en el Senado esta tarde: "Hoy a Feijóo se le puede acabar la campaña electoral". El control servirá "para ver claramente cuándo un Gobierno toma decisiones" y a un partido "sin equipo y sin proyecto y que usa a ETA como arma de campaña".
El PP presiona para usar "los instrumentos del Estado"
En una línea similar a la manifestada por el Gobierno, Feijóo consideró que "España ha ganado" [Moncloa habla de las víctimas], aunque remarcó que es Sánchez quien "ha perdido y ha vuelto a callar" tras la baja de los siete integrantes de EH Bildu excondenados por terrorismo y delitos de sangre de las listas electorales de mayo. La razón: que han asumido la presión social y no la del líder del Ejecutivo y socio de legislatura. "Sánchez no lo ha hecho porque no se atreve", aseguró Feijóo este martes durante un acto de partido en Alcorcón (Madrid) y su candidato local allí el diputado Antonio González Terol. Asimismo, el gallego, que este domingo pidió a Sánchez hacer uso de la Ley de Partidos y de la Abogacía del Estado para estudiar las listas, lanzó una meta: "vamos a ver si durante la campaña conseguimos que desaparezcan los otros 37 [candidatos vinculados a la banda terrorista] y que nunca más vuelva a presentarse nadie condenado".
El líder del PP espera "que en las próximas horas" las siete bajas de EH Bildu "comparezcan ante la Junta Electoral Central y renuncien" con todos los avales para que esta situación "no sea un engaño más" de la fuerza vasca. Y es que la desconfianza tiñe Génova en estos momentos. Poco después de las declaraciones de Feijóo, su segunda, la portavoz parlamentaria y secretaria general del PP Cuca Gamarra valoró el paso dado por los siete integrantes de EH Bildu, aunque pedía garantías. "La palabra de un condenado por terrorismo nunca me la creo [en referencia a una renuncia completa], habrá que verlo", dijo.
Gamarra insistió, por su parte, en un argumento más cercano con el del Gobierno, el de que "la presión de la sociedad y la defensa de la dignidad de las víctimas del terrorismo" ha permitido este movimiento democratizador. Sin embargo, reprochó que "la clave" de todo "es que hay un partido del Gobierno [el PSOE] que aparte de sus silencios" no ha hecho "ninguna declaración de que no van a pactar con ellos" en el futuro. Y cree que debe ser el Ejecutivo quien profundice en las próximas horas para evitar que los 37 exetarras restantes que aún integran las candidaturas participen en los comicios. Y para ello, aunque ha asegurado que el PP está consultado a juristas de manera particular, ve crucial que Sánchez haga uso de todos "los instrumentos del Estado" e inste a la Abogacía del Estado y la Fiscalía a intervenir.
"Hasta ahora no ha hecho una consulta clave a la Abogacía del Estado sobre EH Bildu, quien ni condena ni colabora para esclarecer los atentados que están sin resolver". Y "no ha dado ese paso" porque no es "un presidente libre"; "tiene los pies atados". "Si el PP gobernase, no se apoyaría en EH Bildu ni les cedería la gobernabilidad", añadió Gamarra, incidiendo en que Feijóo si habría dado ya "instrucciones al Estado para su propia defensa". Por ahora, no obstante, y apelando a que hay un recurso procedente de la Asociación Dignidad y Justicia, el PP descarta tomar medidas particulares más allá de ese asesoramiento particular que ha solicitado.
"Cuando llegue un pronunciamiento, lo analizaremos", dijo Gamarra, que no obstante delegó la responsabilidad en las instituciones estatales. También descartó iniciar una propuesta particular del mismo grado o respaldar una como la de Vox para ilegalizar a EH Bildu; algo que ya presentó en el pasado y que este martes la Mesa del Congreso ha rechazado tramitar. Sobre esta decisión, de confiar al Gobierno la voluntad de estudiar las listas, Vox también se pronunció indicando que "el PP siempre se pone de perfil cuando algo no les gusta", algo que ha ejemplificado con el tema del aborto. "Pide a los demás que actúen, pero no se trata de que los jueces hagan política", dijo el portavoz parlamentario de Vox Iván Espinosa de los Monteros minutos después. El compromiso de los ultras ante la "dejadez" del PP es que si no se consigue ilegalizar al partido de Otegi antes del 28-M, se buscará "anular resultados o actas" con posterioridad.
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