Primer y único debate a cinco en la campaña electoral de autonómicas en la Comunidad de Madrid bajo el paraguas de Telemadrid. Un evento que se ha prolongado durante algo más dos horas, con tiempo tasado y que ha estado dividido en cinco bloques temáticos donde se han abordado cuestiones como la economía, la sanidad o la posición de Madrid en España y Europa. Los candidatos llegan a la campaña con un escenario coincidente en el grueso de las encuestas electorales. Como publicó recientemente El Independiente, la media de los sondeos dan una victoria holgada del PP de Isabel Díaz Ayuso. Incluso la mayoría absoluta, aunque ello dependerá de si Unidas Podemos, como parece, queda fuera de la Asamblea de Madrid. De no producirse, todo parece pronosticar que Isabel Díaz Ayuso deberá buscar un nuevo entendimiento con Vox, que se mantiene estable y pugnará por ello los diez días restantes de campaña. Por otro lado, y una de las principales claves de estos comicios, es quién ocupa el papel de oposición: si Más Madrid, como hasta ahora, o el PSOE-M, consiguiendo el ansiado sorpasso.
La primera en llegar, algo más de hora ha sido la candidata de Vox, Rocío Monasterio. Le ha seguido el secretario general del PSOE-M, Juan Lobato y más tarde Mónica García, de Más Madrid. Alejandra Jacinto, cabeza de lista por Unidas Podemos ha hecho aparición en cuarta posición con cierto retraso a la hora fijada, mientras que Ayuso, presidenta saliente y nuevamente aspirante a dirigir la Comunidad por el PP, ha sido la última debatiente en aparecer. Frente a la sede de la televisión autonómica, destacar que se ha producido una protesta a cargo de miembros de Ciudadanos, que se han quejado por que no se cuente con su candidata Aruca Gómez. Y es que los naranjas, no cuentan con representación en la cámara, de ahí la decisión.
Ubicados sobre plano y de izquierda a derecha de la pantalla Monasterio, García, Jacinto, Lobato y Ayuso, el debate se ha iniciado con un minuto libre por parte de cada candidato. Ha sido entonces cuando Ayuso ha lanzado el primer órdago al PSOE sin paños calientes: "Estas elecciones deciden entre una Comunidad ambiciosa o una que sube impuestos, vota a ETA o da las casas". El asunto, tras una sesión de control en el Senado tensa, ha pasado desapercibido, y se ha dado entrada al primer bloque, el económico. Desde ese momento, los tres partidos de izquierda han cuestionado la política económica desarrollada durante la legislatura y prevista por el PP de Madrid para los próximos años. La popular ha enaltecido un sistema económico madrileño que se ha “recuperado rápidamente” del coronavirus, que defiende la propiedad ante la ocupación, que lidera por su paridad y que tiene impuestos mínimos y “bonificaciones” frente a los que “han intentado empobrecernos”, ha dicho Ayuso del Ejecutivo central.
Lobato se ha guiado por un tono institucional en todo momento, mientras que García ha sido más combativa con la presidenta de Madrid. Por un lado, el socialista ha aludido la necesidad de dar respuesta a la alta tasa de paro juvenil y de crecer en sectores estratégicos como el de la industria y la ciencia. Pero ha sido la líder de Más Madrid la que ha entrado de lleno instando a Ayuso a abordar las cifras de exclusión social. “Necesitamos un modelo económico sano” y no en el que “quieren los ultra ricos”, ha asegurado García. En añadido, una de las propuestas de Unidas Podemos ha sido la recuperación del impuesto de patrimonio y donaciones para los patrimonios superiores a un millón de euros. También abogan por invertir en negocios locales.
Ayuso, en esa confrontación con el Gobierno de Pedro Sánchez ha citado que en estos nueve años de gobierno, se han bajado reiteradamente los impuestos frente a la recaudación de la mitad de los salarios que se lleva el Estado. “La izquierda se escuda en la justicia social para hacer una guerra entre ricos y pobres. Quiero una administración amable con los ciudadanos, no que los ataque y confisque”, ha lamentado.
Ante estas declaraciones, Lobato ha afeado que en la Comunidad pague los mismos impuestos alguien que gana 55.000 euros que 300.000. Igualmente, que se haya subido en 18 millones la deuda sin destinar ese dinero a ninguna gran inversión. Jacinto ha considerado que esas políticas económicas, en contraste, han expulsado 300.000 madrileños a vivir fuera por el alto coste de la vida, y García, más allá, ha ironizado con que a Ayuso “se le está haciendo largo el bloque económico” al no huir de “los mismos mantras”. “La mejor receta para Madrid va de la mano de la justicia social y la lucha contra el cambio climático”, ha recalcado García.
Monasterio, por su parte, que ha estado arrinconada durante casi todo el debate, ha propuesto destinar la inversión en mantenimiento de edificios públicos y las consejerías, que tasa en cien millones anuales, para las familias madrileñas en un clima de subida de la luz o la cesta de la compra. “Hay que reducir el gasto de edificios y de los 26 millones de euros destinados a los sindicatos”, ha afirmado apelando igualmente a las políticas climáticas como Madrid Central, que “perjudican” a la clase media.
El rigor del debate, sin embargo, ha contado con falta de rigor en este ámbito del debate. Ejemplo de ello son la gran cantidad de cifras mencionadas sin alusión a fuentes. Destaca el caso e Lobato, que ha dicho que la Industria representa el 13% del PIB en Madrid. García, por su parte, y con posterioridad lo ha reducido al 5%. En añadido, se han mencionado datos de exclusión social sin citar a entidades conocedoras de ello.
Tras este bloque, ha llegado el turno del de Vivienda, Movilidad y Transporte. Aquí, nuevamente, Ayuso ha sacado a relucir a Bildu, en un momento de alta polémica por las listas electorales que incluyen a 44 exmiembros de la banda terrorista ETA. Los siete condenados por delitos de sangre han anunciado que renunciarán de ser elegidos. "Ahora todo el mundo sabe como crear pisos", ha dicho Ayuso apelando a los anuncios de vivienda hechos continuadamente las semanas previas al inicio de campaña por Sánchez. Pero también ha puesto en tela de juicio la nueva ley de Vivienda pactada con los abertzale. "No pienso aplicarla, ni fomentar la ocupación ni intervenir las casas a nadie", ha aseverado Ayuso reivindicando, al contrario planes renove a elementos como las calderas. Con recetas similares, Monasterio ha reivindicado "liberar suelo, fomentar avales y rebajar impuestos", entre lo que ha propuesto quitar "el 20% de ellos que gravan la vivienda" para abaratarla.
Desde la izquierda se ha reprochado que durante los nueve años de gestión el saldo de vivienda pública "es negativo" en una comunidad donde "los jóvenes destinan un 97% de su sueldo en vivienda". En el plano del transporte, El PSOE-M sugiere una "tarifa plana" que no distinga por territorios y Más Madrid propone "doblar" las frecuencias para reducir a la mitad "el tiempo de desplazamiento" y priorizar el sector del taxi frente a las VTC. En respuesta, Ayuso ha recalcado que las regularizaciones de vivienda como en Barcelona han traído "consecuencias negativas". "Yo no he dado una sola licencia VTC, he equiparado el sector. Estamos afrontando los problemas lo mejor posible", ha mencionado Ayuso aludiendo a la gestión del exministro Ábalos.
En ese plano, Monasterio ha incidido en el fenómeno de la okupación, proponiendo que se deje sin posibilidad de por vida de ayudas sociales a los que la practiquen. Momento polémico ha acontecido con posterioridad, cuando se ha referido a los menas y al polémico cartel de la campaña anterior del 4-M en 2021. "Me equivoqué", ha afirmado mientras rompía el cartel en directo. "No eran 400 euros, sino 6.400 euros" los que se desatinan a cada mena. Eso le ha valido reproches del resto de rivales. Incluido Ayuso.
Víctimas por covid y alusiones al hermano de Ayuso
Uno de los momentos más incómodos del debate ha acontecido en el tercer bloque, el de la Sanidad y las Políticas Sociales. Después de abogarse por la defensa de una buena Educación y Sanidad, Más Madrid y Unidas Podemos ha recordado la gestión de la pandemia de Ayuso, ligando las muertes en residencia con órdenes directas de Sol. "Dio órdenes de no trasladar a contagiados de residencias a hospitales. Son unos hechos demenciales", ha dicho Jacinto, que al unísono se ha acercado al atril de la presidenta para dejarle el libro del exconsejero de Políticas Sociales Alberto Reyero. En él narra las supuestas irregularidades de la Administración durante la pandemia. Algo que se está aún investigando. "No lo quiero, lléveselo", le ha replicado Ayuso rechazando el escrito.
Con varias alusiones leves a las comisiones en las mascarillas del hermano de Ayuso, García ha expresado que la popular "dejó morir indignamente" a los ancianos. "Y ahora no les deja vivir de manera digna" en las residencias, ha insistido la representante de los verdes madrileños citando las bajas condiciones alimenticias de los organismos de cuidado público. Tras ello, ha aludido a un plan para "salvar nuestra joya de la corona": la sanidad. Algo con lo que, sin profundizar, plantea el retorno de profesionales "centrifugados" o el recorte de las listas de espera.
Sin mayor relevancia, y pasando desapercibido, Ayuso se ha referido a las consecuencias de la ley del 'solo sí es sí' o el caso del Tito Berni para desprestigiar las proclamas feministas de la oposición. Y ha sacado pecho con cuestiones como el fomento de la natalidad o la construcción de la primera residencia de ELA "mientras el Gobierno bloque al ley" en el Congreso.
Ayuso requiere independencia de gestión
Tras afeársele que no busque entendimiento con los alcaldes madrileños [al menos de otro signo al del PP] y la visión negativa que genera fuera de Europa para algunos entes de alto calado como el Financial Times, Ayuso ha remarcado las malas relaciones de Sánchez con sus barones y el "odio a Madrid y a España unida con sus socios de ETA". Como petición de voto, en su minuto de oro, la candidata del PP ha reivindicado que "el futuro no puede ser más prometedor. Quiero un Madrid popular, sin luchas de clase, ni subvención. Una capital como motor económico". Después de ello ha pedido un gobierno en solitario. Una vez Vox ha denunciado que el PP decidió no pactar los últimos presupuestos y dejar de hablar con Vox con fines electorales a finales de la legislatura, Ayuso no ha querido "permitir que digan que esto es una estrategia". "Por eso no quiero depender de nadie. La ilusión de la oposición es la de que no gobierne, no les importa Madrid, solo quien queda segundo y quien entra", ha finalizado Ayuso.
Jacinto, a la que el debate le ha servido para darse más a conocer, ha lamentado al abordar la política de pactos no haber conseguido concurrir junto a Más Madrid en estas elecciones. No obstante, ha aclarado que, "a partir de aquí, mirada al futuro".
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