El teniente coronel de la Guardia Civil investigado en el caso Cuarteles, Carlos Alonso Rodríguez, apuntó a uno de sus subordinados como el responsable de contratar con las empresas que realizaron las obras en la Comandancia de Ávila investigadas.

En su declaración, a la que ha tenido acceso El Independiente, Alonso dijo que sus labores como jefe de la Comandancia en materia de gasto se ceñían a "directivas de coordinación, planificación e impulso". Al mismo tiempo, afirmó que de "la supervisión y la gestión" se encargaba la Jefatura de Personal y Apoyo que estaba liderada por un comandante.

En el caso Cuarteles se investigan 193 obras en 13 comandancias de la Guardia Civil por valor de 3,3 millones de euros. Los investigadores apuntan que se realizaron parcialmente o, a veces, ni si quiera se llegaron a realizar. Alonso Rodríguez está investigado en esta causa por ser el jefe en Ávila en los años en los que presuntamente no se hicieron los trabajos.

Alonso, ante el juez, se quitó la responsabilidad de conocer a los contratistas o de saber si las obras se terminaban o no. Él, según sus palabras, se fiaba de sus subordinados y simplemente estampaba su rúbrica cuando le entregaban los informes finales, sin entrar al detalle de cada actuación. El teniente coronel cita una orden general de la Benemérita para explicar al magistrado que esa competencia correspondía al jefe de Personal y Apoyo, cargo que ocupan los comandantes en cada Comandancia. "Un jefe de Comandancia no va a la obra a ver si se han echado tantas paletas de cemento o no", dijo.

El constructor 'Mon'

En el centro de la trama está el empresario canario Ángel Ramón Tejera de León, un constructor que también aparece en el caso Mediador aunque no está imputado. Las 193 obras que se investigan fueron realizadas por sus sociedades por toda la península, a pesar de estar domiciliadas en las Islas Canarias.

Durante la declaración, Alonso afirma desconocer las empresas y propietarios de las mismas que el juez le va nombrando, hasta que llega a las de Tejera de León, conocido como 'Mon'. "Este contratista me lo recomendó el director general de Apoyo como un experto en impermeabilización de fachadas y cubiertas", a lo que añade que "era un empresa que había trabajado a conformidad bien con Guardia Civil".

El mando al que se refiere es Pedro Vázquez Jarava, teniente general retirado y responsable máximo en su momento de a qué se dedican los fondos en la Guardia Civil para contratar obras. El uniformado también está imputado en la causa ya que, según Asuntos Internos, recibió regalos por parte del constructor 'Mon'. Alonso reconoce que se reunió en dos ocasiones en su despacho con el constructor, pero siempre con más mandos presentes en la reunión. "Creo que me costaría reconocerle si me lo pusieran delante".

Alonso insiste en varias ocasiones en que la responsabilidad era del comandante y que él no tenía por qué conocer el estado de las obras y que, además, "ni la cadena de gestión económica ni la cadena territorial" le hicieron saber que "hay ningún tipo de problema".

Declaración del teniente coronel

El caso Cuarteles comenzó por una denuncia anónima en la Comandancia de Ávila, pero al detectar que las obras se habían dejado de realizar de la misma forma en otras provincias, y que el señalado Vázquez Jarava tenía su puesto de trabajo en Madrid, finalmente un juzgado de la capital se ha hecho con la causa.

Este pasado miércoles Alonso Rodríguez tenía previsto volver a declarar, esta vez ante la nueva jueza instructora. Lo iba a hacer a petición propia. Sin embargo se tuvo que volver a aplazar. La huelga de funcionarios de Justicia obligó a suspender la cita.

La defensa del teniente coronel Carlos Alonso ha expresado a Efe su malestar por el retraso reiterado en su declaración ante el juzgado, solicitada por el propio mando y que ha sido suspendida ya dos veces, ya que le supone "un perjuicio personal difícilmente reparable".

La defensa ha subrayado "la zozobra y angustia" que le supone está inmerso en esta causa, en la que quiere declarar y de la que espera salir cuanto antes.