La Policía Nacional ha vivido un hecho preocupante relativo a las últimas oposiciones celebradas. Un agente del Cuerpo, presuntamente, intentó hacerse con una copia del examen un mes antes de que se realizase. Los hechos se produjeron el 30 de marzo en el servicio de reprografía del área de Formación y Perfecionamiento.

La noticia la publicó este lunes Nius. Dos funcionarias, que no son agentes, dieron la voz de alarma cuando vieron que un policía se guardó en el pantalón una de las hojas del examen. Todo ocurrió cuando una de las máquinas que se emplea para hacer las copias se atascó. Entonces, un subinspector, responsable del servicio, se acercó para intentar arreglarla.

La sorpesa para las dos funcionarias fue que, en el proceso, este agente se guardó una de las hojas en el pantalón, según han asegurado. El policía lo negó en todo momento. Según ha podido saber este periódico, las dos mujeres, ante la negativa a enseñar el contenido de sus bolsillos, avisaron a varios superiories, entre ellos un comisario y dos inspectores, que recabaron las versiones e hicieron una inspección del lugar.

Proceso con normalidad

Según fuentes de la Dirección General de la Policía (DGP), las oposiciones, que se celebraron el 23 de abril, "están a salvo" y no se produjo ninguna fuga de información por la pronta respuesta de los responsables. El proceso, al que se presentaron unas 17.000 personas para las 2.456 plazas, se celebró con normalidad. Tampoco se cambiaron preguntas tras el incidente en la fotocopiadora.

Las fuentes consultadas no han precisado si, por el momento, se ha abierto un expediente al agente presuntamente involucrado en los hechos. Tampoco, por el momento, se ha hecho ninguna reclamación a DGP o a instancias judiciales por algún opositor que pudiese sentirse perjudicado en el caso de que el incidente finalmente influyese de alguna manera en el examen.

El lugar donde se produjo la presunta sustracción es de acceso restringido. También lo es el contenido del examen, del que tienen conocimiento un grupo reducido de personal del Área de Procesos Selectivos. El citado medio explica que, para que no se produzcan filtraciones, las copias se hacen en una zona a la que no puede acceder la gran mayoría de los agentes en las dependencias de la Policía Nacional en el barrio de Carabanchel, en Madrid.

Además del responsable, en el momento de impresión se encuentran las dos funcionarias, que en este caso han sido las denunciantes de lo sucedido. Cuando se sacan todas las copias, los éxamenes quedan lacrados y puestos a buen recaudo hasta el día del examen. El examinador abre los folios delante de los opositores como gesto de que nadie lo ha hecho antes.

Hecho "muy grave si se demuestra"

"Es un hecho muy grave si se demuestra", denuncia el Sindicato Unificado de Policía (SUP) a este periódico. La organización reclama más "cámaras de vigilancia" en sitios de especial sensibilidad para los procesos internos de la Policía, como son las oposiciones.

A pesar de lo ocurrido, desde el SUP recuerdan que la cadena de custodia d elos exámenes es "buena" y que ello se ha reflejado en que el incidente no ha ido a mayores. "Aunque siempre se puede mejorar todo, el proceso es bueno, con sus pequeños fallos, pero se ha demostrado eficiente".