El cambio se asoma a Marinaleda, el feudo histórico de Sánchez Gordillo

Apenas 44 votos. Es lo que hace cuatro años separó del cambio a Marinaleda, la localidad sevillana que durante 44 años ha sido el feudo de Juan Manuel Sánchez Gordillo y su polémico “camino hacia la utopía” comunista. Una victoria pírrica en la que irrumpió como una sorpresa un grupo de independientes. Una legislatura después, por primera vez sin Gordillo como candidato a alcalde, los protagonistas de la gesta consideran que el próximo domingo puede obrarse el milagro.

“Hasta a nosotros nos pilló por sorpresa. Jamás pensábamos ser capaces de sacar ese resultado”, admite en conversación con El Independiente Cristina Martín, la alcaldable de Avanza Marinaleda, la agrupación municipalista que acecha ahora el dominio absoluto del que ha gozado Sánchez Gordillo en un municipio de 2.600 habitantes, enclavado en la Sierra Sur sevillana, en el centro de Andalucía, a un tiro de piedra de las provincias de Córdoba y Málaga.

En la cita con las urnas de 2019, la participación superó el 86 por ciento. En un consistorio de once ediles, Adelante se adjudicó el sexto concejal frente a los cinco de Avanza. “Con la suma de los votos de PSOE y PP, el cambio ya se hubiera producido entonces”, apostilla Martín.

Campaña a pie de calle

A diferencia de lo que sucedió entonces, el grupo ha celebrado dos mítines durante la campaña electoral que concluye este viernes. “Creo que vamos bastante bien”, reconoce la aspirante a suceder a Sánchez Gordillo, el líder jornalero que al frente de la Candidatura Unitaria de Trabajadores (CUT), integrada en Izquierda Unida, modeló el pueblo desde la restauración de la democracia. A pesar de las repetidas solicitudes, la formación y su candidato, Sergio Gómez, han declinado atender a este diario. “Creemos que esta vez puede darse el cambio. Hace cuatro ni siquiera hicimos mitines”, comenta Martín.

La joven encabeza una lista que se presenta como “plural” y en la que participan desencantados del caudillismo que, a su juicio, ha ahogado al pueblo. “Son gente joven. Sus familias proceden del sistema de Gordillo. Yo distingo a Gordillo de Izquierda Unida, porque fuera de Marinaleda IU es otro mundo. Aquí se da una política muy personalista, por eso prefiero hablar de 'gordillistas'”, comenta a este diario Mariano Pradas, un vecino del pueblo que durante dos décadas fue el rostro de la oposición a Gordillo desde las siglas del PSOE. “Yo también considero que el cambio está más cerca. Entre otras cosas, porque ya no se presenta Gordillo sino uno de sus alumnos”.

Aquí se da una política muy personalista, por eso prefiero hablar de 'gordillistas'

MARIANO PRADAS, EX CONCEJAL DEL PSOE EN MARINALEDA

En realidad, la figura del alcalde saliente no se ha desvanecido. Cierra testimonialmente la candidatura de Izquierda Unida y Podemos y aparece en la carteleria que presenta la lista. “Es difícil pronosticar qué sucederá el 28-M porque el empleo del pueblo siempre ha pasado por la mano de Sánchez Gordillo. El alcalde siempre repartió el trabajo”, replica Pradas, protagonista involuntario de algunos de los episodios más sombríos de la vida electoral de Marinaleda. “En una de las elecciones, tras sacar 4 concejales y rozar el quinto, tuvo que acudir la Guardia Civil. Nos insultaron y apedrearon. Un coche de la Guardia Civil me tuvo que traer hasta Estepa [el municipio a 13 kilómetros donde reside]. Faltó poco para el linchamiento”.

"Cuatro años duros"

Avanza repite apuesta con el lema “Por un cambio de verdad” como principal reclamo. “Que Gordillo cierre la lista es más de lo mismo. Y, aunque el candidato a alcalde ya no sea él, no ha cambiado prácticamente nada”, replica Martín, que evoca cuatro años de oposición “complicados”. “Han sido cuatro años duros. Ni siquiera se nos ha concedido un lugar en el ayuntamiento para ejercer nuestras funciones y se nos han mandado a callar e insultado en los plenos aunque le hemos tendido la mano”.

Se nos han mandado a callar e insultado en los plenos

cristina martín, candidata a alcalde de avanza marinaleda

Huérfanos de la tutela de partidos nacionales, Avanza presume de candidatura económica y artesanal. “Nos los tenemos que costear nosotros mismos. Somos un grupo de vecinos que podemos tener opiniones diferentes sobre diferentes aspectos pero que queremos un pueblo unido”, esboza Martín. “Es la principal diferencia con la otra candidatura, en la que hay un solo pensador. Nosotros tenemos voz y voto a la hora de tomar decisiones”. En su programa, subraya, “no se proponen obras faraónicas”, en alusión al partido rival y su anuncio de un complejo deportivo.

“Son 44 años de un gobierno desgastado en el que, legislatura tras legislatura, se han prometido muchas cosas que no se han llevado a cabo. Hoy lo que tenemos es una deuda de casi 3 millones de euros y un pueblo dividido en el que o se está con él o contra él”, arguye. La candidata evita pensar en la noche del domingo, cuando el recuento arroje la luz definitiva. “Quiero tener los pies en el presente. Pero si ganáramos, empezarían los cambios de verdad que necesita el pueblo empezando por el respeto, la tolerancia y la convivencia”.

“Habría que comenzar a normalizar la situación, como en todos los pueblos. Que cada uno tenga la libertad de expresarse como quiera. En las elecciones era muy difícil encontrar a vecinos que quisieran ser candidatos y hay que recurrir a gente de otros pueblos para confeccionar las listas”, admite Pradas. PP y Vox, jalonada ésta última por los incidentes de la primera semana de campaña, concurren en las elecciones locales con listas integradas por foráneos. El PSOE, por su parte, presenta a un vecino arropado por militantes de municipios limítrofes. “Gordillo siempre pensó que quienes no le votaban eran traidores”, añade.

¿El fin de "la utopía"?

Un clima dominado por el miedo a disentir de “una utopía hacia la paz”, el lema que sigue luciendo el emblema de la localidad. “Por desgracia, aquí resulta difícil pensar diferente. La democracia consiste en el respeto a la diversidad y la pluralidad. Desde el propio ayuntamiento no se nos ha tenido en cuenta, algo que consideramos bastante grave en un estado democrático”. La confusión sigue reinando entre el partido que ostenta la alcaldía y el propio consistorio. En la página de la candidatura local de Izquierda Unida Podemos, el número de teléfono dirige a la centralita del ayuntamiento.

Lo más bonito de la democracia es la libertad y es algo de lo que ha carecido el pueblo

MARIANO PRADAS, EX CONCEJAL DEL PSOE EN MARINALEDA

Desde Avanza reconocen el reto de asumir y gestionar el legado de Gordillo si el cambio termina irrumpiendo en Marinaleda. La joya de la corona del municipio y uno de los símbolos de la localidad es la cooperativa El Humoso, un cortijo propiedad del duque del Infantado que fue cedido a Marinaleda en 1991 y dedicado desde entonces a la producción agrícola. “Somos conscientes de que es la única empresa del pueblo y el pulmón económico porque da empleos aunque no sean estables. Tenemos que conseguir que continúe y que sea explotada por los trabajadores de aquí”, comenta Martín. “Tenemos otros retos como el polígono industrial que es prácticamente un vertedero y lo que aspiramos es que cualquier empresa pequeño o autónomo pueda formar su negocio en el pueblo”.

Curtido por las batallas del pasado, Pradas pronostica que el 29-M será una jornada complicada en los confines gobernados hasta ahora por Sánchez Gordillo. “Esta gente tiene muy mal perder”, advierte. “Pero es hora del cambio. Lo más bonito de la democracia es la libertad y es algo de lo que ha carecido el pueblo. No soy muy de Semana Santa pero hay que respetarla, algo que no se ha hecho en Marinaleda. Ha sido un sistema implantado para hacer la vida imposible a quien no comulgaba”, concluye.