Humor negro, flirteos entre política y mass media y —muchos— jets privados. Este lunes se cerró la ventana a la vida de las familias ricas que se abrió el 3 de junio de 2018, Succession. Desde entonces, la serie de HBO arrojaba desde el sarcasmo y con incontables giros de guion y traiciones shakesperianas algo de luz sobre una rama del poder habitualmente parapetada en la privacidad, muy lejos del escrutinio social.
Lo que parece a veces un Juego de Tronos contemporáneo protagonizado por Logan Roy (Brian Cox) y sus cuatro hijos adultos, Kendall (Jeremy Strong), Siobhan (Sarah Snook), Roman (Kieran Culkin) y Connor (Alan Ruck) desbarata la idea de que los estamentos privilegiados lo son por su talento, inteligencia y competencia, con unos posibles herederos que se muestran tan falibles como inestables continuamente.
En esta última temporada, al reparto original se sumaron Annabeth Gish, Adam Godley, Eili Harboe y Jóhannes Haukur Jóhannesson. Al inicio de la misma, parecía que la venta del conglomerado de medios Waystar Royco al visionario tecnológico Lukas Matsson (Alexander Skarsgård) estaba cada vez más cerca. Esto angustiaba y dividía, como ocurre tantas veces en la serie, a los Roy, que veían su peso mediático y cultural tambalearse una vez más.
Hasta que se conoció el desenlace, la decisión tuvo en vilo a los seguidores de la serie y hasta a casas de apuestas: entre ellos estaban quienes creían que Kendall era merecedor de quedar al mando, otros pensaban que Roman era el heredero adecuado… y así con el resto de protagonistas, como Shiv o su marido, Tom, uno de los personajes con más dobleces de la serie.
La ficción se despide dejando huérfana a una audiencia ávida de los imprevisibles movimientos de los Roy, pero otra poderosa saga se enfrenta en la realidad a problemas muy parecidos a los de esta carismática familia.
El imperio mediático se inspira en la familia liderada por Rupert Murdoch, propietaria del gigante de la comunicación Fox. ¿Qué une a Logan Roy con el patriarca de los Murdoch? Este último, a sus 92 años y tras haber dejado claro varias veces que no delegará en vida, se mantiene en al mando en una época personal marcada por los fracasos amorosos (se ha casado en cuatro ocasiones) y su delicado estado de salud.
Paralelismos con los Murdoch y Fox
Unos de sus medios más importantes, Fox News, equivalente a la ATN de la serie, sufrió uno de sus mayores baches hace poco más de un mes, cuando perdió a uno de sus presentadores estrella, Tucker Carlson, tras desembolsar una cantidad económica de 717 millones de euros para evitar un juicio.
El origen de esto fue que el informativo que más apoyó a Donald Trump en su batalla política —y que puede presumir de ser el más visto de los Estados Unidos a lo largo de 18 años— cruzó una línea de no retorno al afirmar que las elecciones de 2021, que erigieron a Joe Biden como 46º presidente del país, fueron amañadas.
Algunos comunicadores del conglomerado acusaron a Dominion Voting Systems, que fabrica las máquinas de recuento electoral, de fraude. Por su lado, los aludidos acusaron a Fox News de difamación y la empresa mediática acordó pagar unos 717 millones de euros al organismo para evitar ir a juicio. En la misma línea, Smartmatic reclama a Fox más de 2.000 millones de dólares por incluirla en las informaciones sobre el supuesto fraude electoral.
En la serie, además de las continuas acusaciones y escraches que viven desde la empresa por sus posicionamientos políticos y prácticas cuestionables, uno de los escándalos que más les pesa es el relacionado con abusos sexuales perpetrados en sus cruceros.
Ambas empresas, al margen de medios, cuentan con editoriales y estudios cinematográficos, pues el gigante News Corp aglutina marcas tan dispares como Harper Collins, The Times, The Wall Street Journal y The New York Post. En el ámbito familiar, las dos sagas cuentan con enemistades y desencuentros afectados por las citadas crisis: si en la ficción los hermanos Roy no cesan en apuñalarse por la espalda una y otra vez, en la realidad los Murdoch no se llevan mucho mejor.
Murdoch cuenta con seis descendientes, de los cuales los que apuntaban maneras para hacerse con el liderazgo de Fox eran hijos de la escritora Anna Torv: Elisabeth (54 años), Lachlan (51 años) y el menor, de 50 años, James. Además de la competitividad entre estos animada por su progenitor, los votos en el consejo de la empresa y las distancias ideológicas entre ellos parecen otro fuerte motor de sus desencuentros, siendo Lachlan el más conservador, así como el más alejado de James, quien no comparte la línea editorial actual de Fox.
De la familia, otra persona que cuenta con una representación más que obvia en la serie es Elisabeth, con el foco profesional en el ámbito político y la única presencia femenina de peso en la familia ultraconservadora, con todo lo que ello implica. En la ficción, es Shiv Roy la que afea continuamente las pinceladas de paternalismo con las que interactúan con ella, así como la que se muestra más preparada para la posible sucesión en muchas ocasiones.
Creada por Jesse Armstrong, los productores ejecutivos de Succession son Jesse Armstrong, Adam McKay, Frank Rich, Kevin Messick, Jane Tranter, Mark Mylod, Tony Roche, Scott Ferguson, Jon Brown, Lucy Prebble, Will Tracy y el actor y cómico Will Ferrell. Jesse Armstrong es también el showrunner del proyecto.
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