Pedro Sánchez no espera más tras el hundimiento absoluto de su partido en las autonómicas y municipales del 28-M. Disuelve las Cortes Generales ya, este mismo lunes, y convoca elecciones generales anticipadas para el domingo 23 de julio. España se sumerge de nuevo en campaña y en menos de dos meses volverá a votar.

El presidente del Gobierno compareció, en una declaración institucional sin preguntas, pasadas las 11.15 horas en la Moncloa, en un primer movimiento que supone, lo reconoció él mismo, la asunción por su parte, de la debacle absoluta que deparó al PSOE el 28-M. "Aunque las votaciones de ayer [por este domingo] tenían un alcance municipal y autonómico, el sentido del voto traslada un mensaje que va más allá, y por eso como presidente del Gobierno y también como secretario general del PSOE asumo en primera persona los resultados y creo necesario dar una respuesta y someter nuestro mandato democrático a la voluntad popular", alegó. La respuesta es la disolución de las Cortes, ya comunicada al Rey, formalizada en un Consejo de Ministros esta tarde y que se publicará mañana martes en el BOE, con lo que empezará a contar el periodo de 54 días hasta las generales del 23 de julio.

Las Cortes se disuelven este mismo lunes y mañana el decreto se publica en el BOE. Sánchez decide no alargar el calvario de su partido

El jefe del Ejecutivo adujo que España está a punto de superar la crisis derivada de la pandemia y de la guerra de Ucrania, que el país está encarando una "senda clara de crecimiento, creación de empleo, cohesión social" y las reformas ya están prácticamente hechas. Pero además España asumirá el 1 de julio, recordó, la presidencia de turno de la Unión Europea. "Todas estas razones aconsejan una clarificación sobre la voluntad de los españoles, sobre las políticas que debe aplicar el Gobierno de la nación y sobre las fuerzas políticas que deben liderar esta fase", señaló. Y solo hay un "método infalible" para resolver las dudas, que es la democracia, las urnas, que los españoles "tomen la palabra y se pronuncien sin demora para definir el rumbo político del país".

El líder socialista explicó que la primera consecuencia del 28-M es que "magníficos presidentes y presidentas autonómicos, alcaldes y alcaldesas socialistas se van a ver desplazados con una gestión impecable y ello a pesar de que muchos de ellos y ellas han visto incrementado su apoyo". Caso de Ximo Puig en la Comunidad Valenciana, la joya de la corona que los socialistas pierden tras ocho años al frente. Y la segunda consecuencia, subrayó, es que numerosas instituciones pasarán a ser administradas por nuevas mayorías conformadas por PP y Vox.

Sánchez, así, ha decidido no alargar el calvario para su partido. Siempre defendió agotar la legislatura, siempre aseguró que las generales se celebrarían cuando tocaba, a finales de año —la fecha tope era el 10 de diciembre—, pero la ola de las elecciones de este domingo ha sido tan brutal que la necesidad de una reacción era inmediata. Su apuesta es ir a las generales ya, en medio de la conmoción en su partido y con su izquierda, Podemos y Sumar, sin haber logrado trabar ningún acuerdo pero obligados más que nunca a entenderse. Las urnas se abrirán en pleno verano, con media España de vacaciones, algo insólito en España.

El presidente fuerza a Díaz y Podemos a cerrar ya una coalición y buscar la movilización de su electorado para impedir un Gobierno PP-Vox

El jefe del Ejecutivo, además, busca con su decisión forzar a su izquierda a reagruparse ya sin más debates estériles —Yolanda Díaz y Podemos deberán cerrar su acuerdo en apenas diez días—, y también persigue movilizar al electorado progresista para que impida un Gobierno de PP y Vox. En lugar de una caída a fuego lento, Sánchez opta por intentar lograr impulso desde el fiasco de las autonómicas y municipales.

Y es que el 28-M fue una jornada de absoluta pesadilla, en la que los socialistas perdieron por más de 750.000 votos y, sobre todo, cedieron prácticamente todo su poder territorial a la derecha, entre ellas, de entrada, seis comunidades autónomas. La comparecencia fue convocada por sorpresa y obligó a retrasar la reunión de la ejecutiva federal del PSOE, prevista inicialmente a las 10.30, hasta las 12.