La ministra de Igualdad, Irene Montero, se ha convertido en el gran escollo de la negociación a varias bandas entre Sumar y el resto de las marcas políticas que se acogerán bajo este partido instrumental. Y es que además del rechazo que provoca en no pocos socios de Yolanda Díaz el pacto con Podemos, por ver a esta formación como un ente disgregador y no de unidad, el nombre de Montero se ha convertido en el gran caballo de batalla, objeto de un veto generalizado, según ha podido saber El Independiente.

Con Pablo Iglesias formalmente apartado de la primera línea política, la siguiente "bestia negra" para un amplio sector de la izquierda a la izquierda del PSOE es Montero. Y ese veto, además, se hace extensivo a los rostros más conocidos de su departamento, esto es, a la polémica secretaria de Estado, Ángela Rodríguez "Pam", y a la delegada del Gobierno contra la violencia de género, Victoria Rosell.

Les pasa así factura el modo en que se encastillaron cuando surgió el escándalo de los efectos indeseados de la ley del "sólo sí es sí" por la que más de 1.000 delincuentes sexuales vieron reducida su condena o, directamente, fueron excarcelados. A todas ellas "se las ve como un lastre" de cara a las elecciones generales del 23-J ", confiesan los mismos medios consultados.

Cosa muy distinta es que Podemos acepte dejar fuera de la ecuación electoral nada menos que a una de sus más significativas dirigentes. No se trataría de un sapo fácil de tragar ni mucho menos, pero si la entrada de Montero se convierte en el principal obstáculo para la unidad de la izquierda alternativa "hay dos opciones, que se sacrifique como hizo el propio Iglesias tras las elecciones generales de abril de 2019, o ir a la ruptura y que la paguen ellos".

Esperan que Montero renuncie como hizo Iglesias cuando era un "escollo" para Sánchez

Aluden a cuando Pedro Sánchez calificó al cofundador de Podemos como el "principal escollo" para un gobierno de coalición con el PSOE. Decía necesitar un vicepresidente "que defienda la democracia y no califique de presos políticos" a los condenados por el procés, dijo entonces. Corría julio de 2019 e Iglesias aceptó apartarse de esa pugna para facilitar la negociación. Sin embargo, el acuerdo no fue posible y España volvió a ser convocada ante las urnas. Finalmente, Iglesias resultó nombrado vicepresidente primero del ejecutivo de coalición.

"Podemos no tiene otra, carece de alternativa. Tienen que pactar", dicen fuentes en el entorno de Sumar. Los dramáticos resultados del 28-M así lo vendrían a atestiguar, aunque la responsabilidad también caería del lado de Izquierda Unida, con quien fue en coalición prácticamente en toda España. 200 concejales. 133.267 votos. 0,59 de porcentaje de voto. Por detrás hasta de Ciudadanos. "Con acuerdo va mal, pero sin acuerdo Podemos está muerto y deja a mucha gente tirada", subrayan.

Paradójicamente, la líder de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, no provoca ni de lejos el mismo rechazo que su compañera de partido. De hecho, se asume que pueda tener un puesto hasta en la lista madrileña, aunque ella sea actualmente diputada por Navarra. Así, sin discusión sobre quién encabezará Madrid, esto es, Yolanda Díaz, el número dos parece reservado a Íñigo Errejón, de Más País. Belarra podría ir de tres, seguida con toda probabilidad por el secretario general del PCE, Enrique Santiago, a quien la propia ministra de Derechos Sociales defenestró pir su acercamiento a Díaz.

Belarra, a pesar de sus palabras sobre la "izquierda cuqui" en directa alusión a la vicepresidenta segunda, "es un mal necesario que ni pone ni quita rey" y "no habría que someterla a más humillaciones", aunque no correrían la misma suerte otros dirigentes morados a los que no se les aseguraría puestos de salida. La quinta posición sería para Los verdes-Equo. La decisión de Inés Sabanés, militante de este partido, de dejar la primera línea política obliga a buscarle un recambio en otra mujer, habida cuenta de que las listas son cremallera.

Se da por seguro que Errejón irá de dos en la lista de Madrid, salvo algún fichaje estrella

La única posibilidad de que Errejón sacrificara el segundo puesto de la disputada lista madrileña pasaría "por un fichaje de alguien de mucho prestigio en el mundo de la izquierda", poniendo el ejemplo de un perfil como el del secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo, nombre que se acarició en algún momento "pero que ahora no puede dejar el sindicato". Precisamente, Comisiones es uno de los principales baluartes orgánicos de la vicepresidenta.

En otros territorios, Compromís ya ha reclamado margen de maniobra para decidir los componentes de la plancha electoral en la Comunidad Valenciana y los comunes de Ada Colau, otro tanto en Cataluña, "donde no se va a salvar ni uno de Podemos", apuntan los mismos medios. En honor a la verdad, ninguno de los partidos que conforman Sumar han salido bien parado de la contienda electoral del 28-M, pero no han cosechado tan malos resultados como Podemos.

No obstante, el morado Héctor Illueca, que fuera candidato autonómico de UP en Valencia "puede tener hueco en la candidatura" . También la asturiana Covadonga Tomé -que protagonizó una asonada en su partido por dar plantón a Yolanda Díaz en Magariños-, podría salvarse. Galicia es territorio controlado por la ministra de Trabajo, también Andalucía por vía interpuesta de Izquierda Unida.

Todo ello contando con que de aquí a la consulta electoral a Podemos le quede partido. La dirección balear ha dimitido en bloque y se está produciendo un goteo de abandonos en otras organizaciones territoriales como Canarias y Castilla-la Mancha. Muchos de ellos intentarán encontrar acomodo en Sumar haya o no haya acuerdo con Podemos. Si la condición es dejar a Montero fuera de la ecuación, lo cierto es que se antoja una empresa imposible.