El riesgo de colapso obliga a Podemos a llegar a un acuerdo con Sumar para las próximas elecciones generales en las próximas horas. Los morados han utilizado los tiempos esta semana para intentar salir aventajados de la negociación con el equipo designado por la plataforma magenta. No obstante, ante las últimas reacciones de figuras clave en Podemos como es Pablo Echenique, portavoz parlamentario y pieza de bloqueo para poder sumar alianzas, que afirmaba en las Cortes que "vamos tarde", territorios como Extremadura, Galicia y Navarra -muy ligada a la secretaria general Ione Belarra-, se han pronunciado para presionar con dirección a un entendimiento. Algo, que de no producirse, podría poner al partido en una senda de ruptura multipolar.

En la tarde de este jueves, mientras formaciones como Más Madrid o la Chunta Aragonesista avalaban internamente poner el broche a las negociaciones con Sumar para concurrir en coalición, desde las cúpulas territoriales moradas ya mencionadas se lanzaban un mensaje: que los miembros ejecutivos opuestos a la unidad den "un paso a un lado", dado que "no hay otro camino" que no pase por construir "espacios plurales". Frente a esas demandas, y la negativa de Sumar y sus socios a integrar a Irene Montero también en las listas, Podemos ha anunciado una consulta a las bases que finalizará este viernes a las diez de la mañana. De aceptar ese pacto, en principio, no se cumpliría con la premisa más importante desde el inicio de conversaciones: preservar un papel relevante a los rostros visibles y las siglas. Aunque cabe la posibilidad de que se ceda y se ofrezca a Belarra la segunda posición tras Díaz. No es un secreto a voces que la debilidad puede fraccionar el partido, algo que ya se estaba produciendo en el aparato catalán con los comunes.

La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, en una visita al Centro Español sobre Trastorno del Espectro del Autismo EP

Chaparrón territorial en Podemos

A las voces gallegas, extremeñas y navarras les han precedido otras justo después de la contienda electoral del 28-M. Ha habido pronunciamientos desde Baleares, pidiendo unidad tanto oficialistas afines la Ejecutiva, caso de la diputada regional Antonia Jover, como de críticos como el hasta el momento vicepresidente de las islas Pedro Yllanes. Éste incluso reclamando dimisiones nacionales. A estas demandas por "la unidad", como ya publicó El Independiente, se sumó la dirección canaria. En Aragón, otra oficialista, Maru Díaz, puso su cargo a disposición de la militancia reclamando ese consenso, mientras que Covadonga Tomé en Asturias, quien denunció intromisiones desde Madrid en la configuración de sus listas, se ha puesto directamente a disposición de Díaz. Ya lo hizo con anterioridad y en campaña de municipales el aparato en País Vasco.

La otra parte negociadora, Sumar, en palabras de su nuevo portavoz de campaña Ernest Urtasun, ha afirmado este jueves que hay "optimismo" y que aunque "el puzzle es complejo las conversaciones avanzan". Y aunque el principal detalle es que los magentas no quieren apurar "hasta el último minuto" para acordar, la consulta de Podemos les lleva directamente a la situación de Andalucía en 2022, cuando los retrasos impidieron integrar formalmente la candidatura Por Andalucía.

Es precisamente en Madrid, Valencia y Cataluña las principales plazas territoriales en las que Podemos aspira a incrustar sus siglas en un primer plano. El problema, es que en ninguno de esos enclaves, los morados, como tal, tienen influencia. Los comunes dominan la escena desde Barcelona, y Héctor Illueca o Alejandra Jacinto no han obtenido ninguna representación el 28-M en los comicios valenciano y madrileño. En ese argumento se basa Más Madrid, por ejemplo, para justificar relevancia en las candidaturas, dado que saca unos diez puntos de diferencia de voto municipal y más de trece y medio a Podemos en la región.

Igualmente lo hace Compromís, o el CHA aragonés. Tras anunciar su coportavoz a última hora de ayer el aval de las bases de Más Madrid para concurrir junto a Sumar preservando su espacio autonomista, Manuela Bergerot apuntaba desde el Espacio Rastro de Madrid: "aspiramos a los puestos de salida" en la lista de Madrid. Eso, limita la entrada a la número 'uno' de Podemos, a lo sumo entre los seis puestos 'dulces' detrás de Yolanda Díaz.

Cuatro puestos de salida, la máxima de García

El equilibrio de acuerdo a resultados recientes y no anteriores en las generales, como órdago a Podemos que Rita Maestre ha recordado en el último plenario de Más Madrid, quiere verterse sobre el papel. En la lista de la circunscripción uniprovincial de Madrid, que no deja de ser la más disputada y donde se asientan las figuras clave de los partidos. De acuerdo con los resultados de las generales del 10 de noviembre de 2019, se hace un planteamiento de partida de siete escaños en juego de los 37 que se reparten.

Díaz busca blindarse para la legislatura equilibrando independientes de Sumar con las otras formaciones. En Madrid es clave Enrique Santiago

Entonces, Unidas Podemos, con IU dentro, logró cinco y dos recalaron en Más País. Entre los nombres que lograron escaño y ahora integran oficialmente el proyecto están Enrique Santiago, secretario general del PCE, e Íñigo Errejón. Ambos, salvo sorpresa, irán en esos puestos esenciales. Errejón por la cuota de Más Madrid como representante nacional en el Congreso; Santiago como hombre clave de Díaz y mano derecha en esta legislatura y en tándem con la líder como cuota de IU. Otros dos de esos puestos irían también previsiblemente a Más Madrid, para dar cabida a Verdes Equo y a otro nombre. Belarra, a falta de concretarse si obtendrá esa 'cesión' de la segunda plaza, obtendría el restante como líder de la formación morada. De no lograrse un pacto, los de García pelearán por esa cuarta plaza. Aunque se desconoce qué perfiles se postularán y si algún candidato al ayuntamiento o la Asamblea de Madrid desertará frente a dos mayorías absolutas del PP.

Frente a esta apreciación del deseo de Más Madrid, desde el partido fuentes implicadas en las conversaciones con Sumar dicen que "lo más prudente es no hablar de asuntos tan concretos de las negociaciones mientras se estén produciendo [cerrando flecos con el equipo y aún con el frente de Podemos abierto en todo el país]. Por respeto tanto a la institucionalidad de nuestra organización como al proceso de diálogo". Pese a todo, no se niega esta posibilidad de organización futura.

En respuesta al deseo de los verdes madrileños, no obstante, Díaz sabe que debe garantizarse un entorno de 'protección' para una futura estancia parlamentaria en el grupo. Sobre todo porque hay posibilidad de ruptura y dispersión en grupúsculos por parte de cada tendencia. Por lo que no ha de descartarse que abogue por un equilibrio general y también en su lista de Madrid: dos para Más Madrid, una plaza para Podemos [que podría virar hacia los de García de concurrir sin ellos] y tres plazas más para Santiago y dos independientes ya integrados en Sumar y referentes en la sociedad civil. Ese sería el propósito de la vicepresidenta segunda y candidata al Gobierno.

Aunque ya se han desgranado estos puntos en las negociaciones, propuestas incluidas, todo se abordará una vez superado el 9 de junio. El viernes concluye, a las 23:59 horas de la noche el plazo para registrar las coaliciones a las generales ante la Junta Electoral Central. Será hasta diez días posteriores, el momento de desgranar qué personalidades concurren por Madrid. Será un periodo que ejemplifique si ha habido cesiones y a qué partes, dado que la amplitud del proyecto así lo requiere. Partidos como el PSOE ya han publicado los perfiles que acompañarán a Pedro Sánchez en Madrid, y la tendencia es clara: la confianza en el núcleo duro. Se ha confirmado a Teresa Ribera y Margarita Robles, con la posibilidad de Félix Bolaños como 'tres'. En Vox no se esperan sorpresas con Santiago Abascal e Iván Espinosa de los Monteros al frente, mientras que la incógnita sobrevuela al PP.