Las listas electorales de los partidos siempre hablan por sí mismas. Lanzan múltiples mensajes. Y las que están ultimándose en el PSOE para las elecciones generales del 23 de julio concentran varios. Primero, porque Pedro Sánchez confecciona un grupo parlamentario plagado de hombres y mujeres de su entera confianza, muy suyo, que responde a sus equilibrios actuales. Y preñado de ministros, por cierto. Pero también con más pesos pesados y caras reconocibles, muy PSOE —Carmen Calvo, José Luis Ábalos, Antonio Hernando—, perfiles movilizadores pensados para intentar sacar al partido del trauma del 28-M y redirigirlo hacia el inmenso reto del 23-J. Y también con la idea de vender gestión.

"Gente de confianza y pesos pesados. Referencias claras y reconocibles. Con la intención de poner toda la carne en el asador. Vamos con todo lo mejor a las generales", resume un miembro del núcleo duro del presidente, conocedor pleno de los objetivos que se ha marcado para estos difíciles comicios para los socialistas. Las candidaturas propuestas por los comités provinciales son validadas este jueves por las direcciones autonómicas y, este viernes, deberán pasar por el filtro de la comisión federal de listas, paso previo a su aprobación definitiva, este sábado 10 de junio, por el comité federal. Esta vez las candidaturas tienen un mayor relieve porque definirán el nuevo grupo en ambas Cámaras, el escaparate del partido si hay derrota en los comicios y del que podría emerger el nuevo jefe de filas.

Por lo pronto, el secretario general se resguarda. Se blinda con los suyos y a su vez los blinda y protege ante la eventualidad de la pérdida del poder. Ha reservado escaño, en principio, a 14 de los 17 ministros socialistas. Todos, menos aquellos que han renunciado a ir en listas: la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, y los titulares de Justicia e Inclusión, Pilar Llop y José Luis Escrivá. Y cuatro le acompañarán en la candidatura de mayor peso simbólico, la suya, la de Madrid: Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y responsable de Transición Ecológica, de dos; Félix Bolaños, titular de Presidencia, como casi seguro tres; Margarita Robles, jefa de Defensa, como cuatro, y José Manuel Albares (Exteriores), como potencial número cinco. Ni Albares ni Bolaños han sido aún confirmados oficialmente.

Ribera es un seguro para Sánchez que le permite buscar el voto joven y ecologista. Robles es la ministra más valorada, látigo de Podemos, como Calvo, y con un perfil que gusta al electorado más templado

La promoción de Ribera responde plenamente a las expectativas. Ella fue de cuatro en 2019, por detrás de Carmen Calvo, entonces vicepresidenta del Gobierno. Con Calviño fuera de las candidaturas por voluntad propia, el escalafón se ha impuesto. Pero no solo. Ribera es un seguro para Sánchez. La mujer de su entera confianza en la que ha hecho descansar toda la política energética y ambiental, centrales para el presidente en los últimos cinco años. Él le ha concedido carta blanca absoluta, ha respetado su criterio incluso cuando ello suponía un choque con los territorios socialistas, como el pulso por el trasvase del Tajo-Segura con el president valenciano, Ximo Puig. Pero ella fue la muñidora de la excepción ibérica y la que ha dado la cara en la defensa de Doñana frente a la Junta de Andalucía. Pero la vicepresidenta sirve también a los socialistas para procurar anclar el voto joven y ecologista, un nicho clave en estos comicios, como lo fueron para el 28-M.

Bolaños sigue siendo un hombre de la máxima confianza de Sánchez, pese a que algunos dirigentes en el partido, en privado, hayan dudado de su ascendencia en las últimas semanas. Y ahora se vería recompensado, salvo sorpresas, con un puesto de relumbrón en la lista más importante. También la vuelta de Robles a la candidatura por Madrid —fue la dos en la repetición electoral de 2016, en la primera vida de Sánchez como líder de la oposición— ofrece varias lecturas. El presidente premia a una ministra con una marcada personalidad propia, pero leal y, como siempre ella resalta, "comprometida" con su proyecto, la mejor valorada por los ciudadanos y con un perfil que gusta a los electores más templados. Ella se presentó por Ávila en 2019, un distrito muy conservador y en el que el PSOE podría perder su escaño.

Robles ha sido un látigo contundente de Podemos en toda esta legislatura, igual que Calvo —en este caso, sobre todo por las políticas feministas—, y ahora su discurso es el que busca el PSOE. En el partido se ha interiorizado que buena parte del castigo del 28-M es achacable a la coalición con los morados, al error de no haberles puesto freno, al "ruido" constante que ha planeado sobre el Ejecutivo, a la erosión brutal por la ley del sí es sí. Sánchez, de facto, disolvió la coalición el pasado 29 de mayo, en la resaca de las autonómicas y municipales, cuando convocó las generales. Desde el primer minuto, la directriz era clara: había que aprovechar la debilidad de Podemos, atraer todo el voto útil de la izquierda hacia el PSOE. "Nosotros vamos a por todo el voto posible. Podemos, que se apañe", recuerdan en el primer anillo de poder del presidente. Calvo combatió a los morados desde dentro del Gobierno y, desde su marcha, en julio de 2021, en los micrófonos de la SER semanalmente, en Hora 25, con el exvicepresidente Pablo Iglesias delante.

Antonio Hernando regresa al Congreso

La mayoría de los demás ministros encabezan listas de toda España: María Jesús Montero (Hacienda), también vicesecretaria general, por Sevilla; Isabel Rodríguez, portavoz del Ejecutivo, por Ciudad Real; Pilar Alegría (Educación), también portavoz del PSOE, por Zaragoza; Fernando Grande-Marlaska (Interior), por Cádiz; Héctor Gómez (Industria), por Santa Cruz de Tenerife; José Miñones (Sanidad), por A Coruña; Luis Planas (Agricultura), por Córdoba, y Diana Morant (Ciencia), por Valencia. Miquel Iceta (Cultura) y Raquel Sánchez (Transportes) acompañan a Meritxell Batet, presidenta del Congreso, en la lista por Barcelona, que ella encabeza desde 2016.

Desde la Moncloa aterrizan, además de Hernando, también Paco Salazar y, previsiblemente, Óscar López, jefe de Gabinete del presidente

Sánchez ya en 2019 llevó su Gobierno a las listas electorales, pero solo tres retuvieron su escaño —Calvo, Ábalos y Montero— por orden de Ferraz, para que se centraran en su gestión en sus respectivos departamentos y no hicieran peligrar votaciones en un Congreso con las mayorías muy ajustadas. Ahora, el presidente vuelve a trasladar su Consejo de Ministros a las candidaturas. Pero no solo. También premia a su equipo de máxima confianza con puestos de salida el 23-J.

El confirmado de mayor peso en la sala de máquinas del Gobierno es Antonio Hernando, primer portavoz parlamentario de Sánchez (2014-2017), desde octubre de 2021 director adjunto de su Gabinete en la Moncloa y ahora cabeza de cartel por Almería, desembarco que le exigirá salir del Gobierno la próxima semana porque por su cargo, con rango de subsecretario, es inelegible. Se espera que este jueves se conozca el reingreso en la Cámara baja del jefe de Gabinete del presidente desde julio de 2021, Óscar López, probablemente por Madrid, dado que en las candidaturas de Castilla y León, la federación de la que él procede y de la que fue secretario general, no tiene hueco por ahora. Sánchez, López y Hernando forman un tridente de acero desde hace años, desde que ambos trabajaban a las órdenes de Pepe Blanco en Ferraz. Su relación se rompió con el cisma interno de 2016 pero el poder y el deseo del jefe del Ejecutivo de rodearse de purasangres del PSOE resultaron en la recomposición de la vieja amistad.

La ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez (i), y la titular de Educación y Formación Profesional y portavoz del PSOE, Pilar Alegría (d), durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del pasado 9 de mayo de 2023, en la Moncloa. EUROPA PRESS / CARLOS LUJÁN

Desde la Moncloa aterriza de nuevo en las listas Paco Salazar, en su caso como cuatro por Sevilla, el mismo que ya ocupó en 2019. Salazar era el dos de Iván Redondo cuando él estaba al frente del Gabinete. Cuando este cayó, él también fue cesado y enviado al Hipódromo de la Zarzuela. Pero en agosto de 2022, Salazar, que había ejercido de puente entre el presidente y Hernando, regresó a los muros de la Moncloa, esta vez como secretario general de Planificación Política. También con rango de subsecretario, por lo que deberá ser cesado para sumarse a las planchas del 23-J.

El aparato de Ferraz está obviamente en las listas de las generales. Santos Cerdán, secretario de Organización, como cabeza por Navarra. Y su adjunto, Juanfran Serrano, será el uno por Jaén. Desplaza así a Felipe Sicilia, portavoz de la ejecutiva federal entre 2021 y 2022 y dirigente de la total confianza de Adriana Lastra, ex vicesecretaria general. Sicilia cae y cae con él la diputada jiennense Laura Berja, portavoz socialista de Igualdad en el Congreso. A ambos se les atribuye, desde la dirección provincial, no haberse empleado a fondo con su circunscripción.

En la confección de las listas se entrevé un cierto castigo al entorno de Lastra, dado que quedan fuera diputados muy cercanos como Felipe Sicilia y Laura Berja, y va de dos Andrea Fernández

Pero en el entorno de ambos creen que su salida de la Cámara baja se explica por su cercanía a Lastra. En Ferraz sí se escucha que se observaban movimientos extraños en el círculo de la ex número dos —maniobras que ella niega tajantemente—, de preparación del día después, de esa sucesión de Sánchez de la que muchos hablan en privado y que estallará en público si se pierde la Moncloa. En esos movimientos se incluyen, según confían en el cuartel general, a Andrea Fernández, responsable de Igualdad de la dirección federal, número cuatro del escalafón. Ella irá de dos por León, puesto de más difícil salida, porque la cabecera de la candidatura se la queda su secretario provincial, Javier Alfonso Cendón. Así, en la confección de estas planchas del 23-J se entrevé una cierta penalización al entorno de Lastra que, fuentes próximas a ella leen como un castigo a las feministas del partido. Lastra, salvo cambio de última hora, competirá por Asturias, respaldada al cien por cien por el presidente del Principado, Adrián Barbón. De Jaén, además, se cae una histórica del partido: Micaela Navarro, expresidenta del PSOE y del PSOE andaluz. En la próxima legislatura no ocupará escaño en el Senado. En su caso no se debe a claves orgánicas, sino de "renovación" de las listas. Siempre ha sido fiel al secretario provincial, el poderoso Paco Reyes, presidente de la Diputación de Jaén.

Patxi López, portavoz parlamentario desde julio de 2022, repite el 23-J. De nuevo, como cabeza por Bizkaia. Por Gipuzkoa se estrena Rafaela Romero, diputada foral y expresidenta de las Juntas Generales, y por Álava capitanea Daniel Senderos, que concurrió como dos de la entonces titular de Educación, Isabel Celaá.

El presidente en funciones de Aragón y barón autonómico del PSOE, Javier Lambán, en la noche del 28-M en Zaragoza. EUROPA PRESS / MARCOS CEBRIÁN

El trámite de la comisión federal de listas se atravesará, previsiblemente, sin demasiados sobresaltos. El principal foco de hostilidad, Aragón, se apagó casi por completo este miércoles. El barón autonómico y todavía presidente en funciones, Javier Lambán, quiso tensar la cuerda al apostar por el exdiputado Óscar Galeano como uno por Zarazoga y por el también exparlamentario Ignacio Urquizu —alcalde de Alcañiz, aunque casi con seguridad no podrá retener la vara de mando— como cabeza por Teruel. Pero, presionado por Ferraz y consciente de que su guerra estaba de antemano perdida, dio marcha atrás. Los comités provinciales de Zaragoza y Teruel postularon al final a la ministra Pilar Alegría y al actual diputado Herminio Sancho como los capitanes de sendas planchas electorales. Huesca, sin cambios: repite Begoña Nasarre, del gusto de Ferraz. Lambán sí forzó la máquina hace cuatro años y le vetó sus listas. Esta vez no ha llevado el pulso tan lejos, aunque la cúpula de Sánchez puede rechazarle de nuevo la incorporación de Galeano como dos de Alegría.

Rodríguez lidera sin problemas Ciudad Real

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, el único que puede lucir una poderosa mayoría absoluta y un apoyo de más del 45%, no ha presentado tampoco conflicto. Tampoco lo hubo en 2019. La ministra Isabel Rodríguez lidera Ciudad Real. Sergio Gutiérrez, dos de Page, repite al frente de Toledo, y Luis Carlos Sahuquillo también vuelve a capitanear Cuenca. Los alcaldes de Albacete y Guadalajara, Emilio Sáez y Alberto Rojo, que probablemente perderán su vara de mando en apenas una semana, serán los números uno de sus respectivas provincias. El barón regional ha dejado fuera a la regidora de Toledo, Milagros Tolón, cercana a Ferraz. Ella también se verá desplazada por la derecha, pese a ser la más votada.

Las planchas cuentan con varios derrotados el 28-M: presidentes como Armengol y Andreu hasta alcaldes como Puente o Muñoz, o el delegado del Gobierno en Galicia

Sánchez ha querido también mantener a su lado en la Cámara baja a dos figuras claves de su primer equipo y con mucho peso en el partido: Carmen Calvo y José Luis Ábalos. La exvicepresidenta, referente del feminismo clásico, será la uno por Granada. Ella, la dos por Madrid en 2019, deseaba ser la dos por su provincia, Córdoba, para este 23-J. Por detrás del ministro Planas. Pero ese puesto también lo anhelaba la secretaria provincial y diputada nacional, Rafi Crespín. La solución salomónica ha sido enviar a Calvo a Granada para no tensionar más Córdoba. Ábalos lo tenía algo más sencillo, por formar parte de la nómina de exsecretarios de Organización, a los que la tradición en el PSOE pide cuidar. Él será el dos por Valencia, tras la ministra Morant. De esa candidatura, por cierto, está fuera por ahora Víctor Camino, secretario general de las Juventudes Socialistas, organización que suele tener a su líder en la Cámara baja.

En el Congreso también se sentará otra voz potente del partido, la de Óscar Puente, alcalde de Valladolid en los últimos ocho años. Francina Armengol, presidenta en funciones de Baleares, liderará la plancha por las islas en la Cámara baja. Concha Andreu, jefa del Ejecutivo en funciones de La Rioja, es en cambio candidata al Senado, como lo es el regidor de Sevilla, Antonio Muñoz. Los cuatro perderán el poder, derribados por el tsunami del 28-M, y son compensados con un puesto de salida el 23-J.

La actual presidenta del Gobierno de La Rioja en funciones y líder de los socialistas en esta comunidad, Concha Andreu (c), junto a la actual alcaldesa de Calahorra, Elisa Garrido (i), este 7 de junio de 2023 en Logroño. Andreu encabeza la lista del PSOE a las generales en el Senado y Garrido, al Congreso. EFE / RAQUEL MANZANARES

En Sevilla, por cierto, repite como dos al Congreso Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, responsable de Política Municipal de la ejecutiva federal, pero se estrena como tres Carmen Castilla, secretaria general de UGT Andalucía. Por Málaga, Murcia, Cantabria y La Rioja entran otros cuatro integrantes de la dirección de Sánchez: Nieves Ramírez, Francisco Lucas, Pedro Casares y Elisa Garrido.

Falta por conocer, entre otros, el ajuste de la lista por Madrid, en la que tienen que entrar cargos como Simancas o Leal o alcaldes barridos el 28-M

Este jueves aún habrá más goteo de nombres, porque faltan comités provinciales por reunirse, y también las direcciones autonómicas. La mirada está de nuevo en Madrid, ya que resta por detallar la mayor parte de la candidatura. Desde la confirmación oficial de Bolaños, Albares y López hasta la repetición de Rafael Simancas, exlíder del PSOE-M y secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, o la entrada de los alcaldes de Alcalá, Javier Rodríguez, y Arganda, Guillermo Hita, ambos probablemente ya sin el poder de sus municipios en una semana. Se espera la entrada de Isaura Leal, secretaria general del Grupo Socialista en el Congreso y presidenta del PSOE-M, y de Mercedes González, jefa de la agrupación de la capital y directora general de la Guardia Civil.

Ella, González, tendría que ser cesada la próxima semana también, apenas dos meses después de asumir el mando de la institución, hecho por el que se han escuchado críticas internas. También porque se mandaría el mensaje de que las elecciones están perdidas. Pero dirigentes muy próximos al líder defienden su presencia. Otro recién aterrizado al cargo, José Ramón Gómez Besteiro, delegado del Gobierno en Galicia desde finales de marzo, tendrá que dejarlo: encabezará la plancha por Lugo, paso previo del siguiente salto, el de candidato del PSdeG a las autonómicas de 2024.

Faltan puntadas al mapa de poder de las listas del 23-J, pero los principales mensajes ya están lanzados por Sánchez. Y son inequívocos.