Pere Aragonès preside un gobierno débil y poco fiable que gestiona la administración de la Generalitat a volantazos. Es el diagnóstico compartido de sus dos posibles socios en el Parlament, JxCat y el PSC. Aragonès ha acudido este miércoles al Parlament a explicar la última crisis de gobierno y ha evidenciado la soledad de Esquerra en la cámara.

El llamamiento a la unidad independentista escenificado por Aragonès hace dos semanas se ha estrellado con la política de pactos locales. Tanto de JxCat como de ERC, que menos de 24 horas antes anunciaba que gobernará las diputaciones de Tarragona y Lleida gracias al apoyo del PSC. Dos pactos que excluyen a Junts y que han encendido a los de Carles Puigdemont.

Bronca ERC-JxCat

"Usted pide rehacer la unidad independentista y su partido hace lo contrario" le ha recriminado el líder de Junts en la cámara, Albert Batet. "Volvemos a ver que ustedes no son de fiar, dicen una cosa y hacen otra, aquí y en Madrid" añadía Batet tachando a Aragonès de "presidente tutelado".

"Pido unidad independentista ante lo que puede venir a partir del 24J" le ha respondido Aragonès refiriéndose a una eventual victoria del PP en las elecciones generales, "y me sale con pactos municipales". El republicano ha señalado que "si repasamos la lista" también JxCat ha llegado a muchos acuerdos con el PSC.

Aragonès ha señalado además las divisiones en JxCat para advertir a Batet que "no intente proyectar las correcciones de presidencias de su partido sobre el mío". El president ha asegurado que las decisiones del Govern "las tomo yo y siempre tengo el apoyo de mi partido; he visto otros casos en que no es así y no favorece a las instituciones".

Gobierno agotado

Para el de Junts, "el pacto en las diputaciones es la demostración de que su gobierno está agotado" le advertía Batet, poniendo en cuestión que el ejecutivo de Esquerra pueda agotar la legislatura, como afirmó Aragonès para justificar los cambios en su gobierno. "Haga una profunda reflexión sobre si vale la pena aguantar en estas condiciones, la coherencia tiene premio en las urnas".

El líder del PSC, Salvador Illa, le ha dirigido la misma reflexión, cuestionando que el ejecutivo de Esquerra pueda agotar la legislatura. "La debilidad (del Govern) es patente, dice que quiere acabar legislatura, pero esto no es una cuestión de voluntad sino de hacerlo posible" le ha advertido el socialista.

Illa ha definido el ejecutivo catalán como un gobierno "débil, desorientado y con poca de gestión". Le ha recordado que cuenta con 33 diputados pese a que "fue investido con 74" para concluir que el principal problema del Govern es esa debilidad derivada de los incumplimientos de Esquerra.

Incumplimiento de acuerdos

Una crítica compartida por Batet. El de Junts le ha reprochado a Aragonès que "usted hace unas declaraciones en el Palau de la Generalitat" y su partido toma las decisiones contrarias. "El incumplimiento de los acuerdos es la raíz de los problemas de su gobierno, esta es la cuestión de fondo".

Los de Junts le reprochan los pactos en las diputaciones; los socialistas el incumplimiento del pacto de presupuestos, que implicaba poner en marcha la construcción de la B-40, bloqueada por la Generalitat pese a la inversión prometida por el Gobierno, o las largas del Govern a retomar la ampliación del Aeropuerto de El Prat.

"Si hubiera cumplido los acuerdos el Govern no habría cogido esta deriva sin rumbo y no se habría quedado solo" ha concluido Batet, asegurando que para JxCat "fue doloroso" pero "no podíamos renunciar a nuestros compromisos".

Sin liderazgo

"No veo liderazgo, veo golpes de timón, acabaremos mareados, centrémonos, y generemos un marco de estabilidad" añadía Illa. La Generalitat "ha pasado tiempos de todo pero siempre estuvo en la banda alta en las políticas públicas, liderando en el conjunto de España… y ahora nuestro problema son unas oposiciones, no digo más" se ha lamentado el socialista, remitiéndose a las oposiciones suspendidas hace un mes por las irregularidades detectadas.