El socialista Jaume Collboni se ha convertido este sábado en el nuevo -e inesperado- alcalde de Barcelona. Apenas una hora antes de iniciarse el pleno de constitución del Ayuntamiento, el partido de Ada Colau ha anunciado que votaría al candidato socialista. Cuando se daba prácticamente por segura la elección de Xavier Trias, ganador de las elecciones, la decisión de los Comunes, que han dejado claro que no entrarían en el gobierno local, abría la puerta a la elección de Collboni con los votos de Barcelona en Comú (BeC) y PP.

"Quiero ser el alcalde de todos, cuento con todos los regidores" ha repetido Collboni tras una sesión constitutiva especialmente tensa, en el que todos los grupos se han cruzado reproches. De Colau contra Collboni y Trias, de Trias contra Colau y Collboni y especialmente agrios los del republicano Ernest Maragall contra el ya alcalde socialista.

Collboni ha sido investido con una amplia mayoría de 24 regidores, pero tendrá que trabajar mucho para conseguir los apoyos que le permitan gobernar la ciudad.

Regalo envenenado

Colau ha advertido a Collboni que sus votos son "un regalo envenenado". Insistiendo en que irán a la oposición, la ex alcaldesa advertía a Collboni de que "es imposible gobernar Barcelona con diez regidores" y ha insistido en la necesidad de un pacto de izquierdas con ERC, acusando al socialista de haber sido el responsable del veto a Maragall.

Colau ha acusado además a Collboni de ofrecer "un pacto secreto" para hacer un gobierno de coalición horas antes de la constitución del Ayuntamiento. Una propuesta que Colau ha rechazado contundente. "Hoy votamos a Collboni sin entusiasmo, es la apuesta por el mal menor" ha asegurado, prometiendo que el suyo "no es un voto anti-independentista, defendemos el catalán y el derecho a decidir" sino en contra del modelo de ciudad que propone Trias.

Trias: "que os den"

"Con 76 años yo me iré a casa y que os den" le ha respondido el candidato de JxCat. "Se equivocan tanto que no se atreven a mirarme a la cara, les da vergüenza" ha asegurado el ex alcalde dirigiéndose a socialistas y comunes. "Yo me iré a casa pero el tiempo los pondrá en su lugar".

"Hoy Collboni, Sirera y Colau con todas las excusas que quieran hacen un mal favor a la ciudad y al país", les ha reprochado el independentista, acusándolos de reeditar la operación que hace cuatro años desbancó a Maragall con el apoyo de Manuel Valls.

Trias ha empezado su intervención reconociendo que "había preparado otro discurso" pero "esto es la democracia, se tiene que saber ganar y perder con elegancia". Una elegancia en la victoria que Trias ha dejado claro que no vio en Colau hace ocho años, cuando los desbancó del Ayuntamiento.

Promesa cumplida

El líder del PP en el consistorio, Daniel Sirera, por su parte, ha reconocido que "a 36 días de las generales no ha sido fácil dar apoyo a un alcalde socialista". Sirera ha explicado su voto porque "priorizamos los intereses de Barcelona por encima de los de mi partido" y ha resaltado que con su voto "he cumplido mi palabra, que no haría alcalde a un separatista ni apoyaría a los comunes en el gobierno local".

"El PP es un partido de Estado que trabaja por la integridad nacional desde el Gobierno pero también desde la oposición" han apuntado desde la dirección nacional del partido. "Hoy arrebatamos al independentismo la posibilidad de gobernar en la ciudad, y logramos además retirar al populismo su mayor plaza institucional a nivel municipal".

Tanto la militancia de JxCat en Barcelona como la de Esquerra habían avalado este sábado las negociaciones entre Trias y Ernest Maragall para compartir un gobierno independentista en la capital catalana. Trias confíaba en ser investido alcalde en minoría, gracias a su victoria por la mínima el 28M.

Sus previsiones saltaron por los aires con el cambio de postura de BeC, con las cúpulas de JxCat y ERC ya presentes en el Saló de Cent del Ayumtamiento. Oriol Junqueras, Laura Borràs y Jordi Turull observaban inquietos el cambio de escenario al inicio de la sesión.

Cambio de los comunes

Los comunes habían sostenido hasta este sábado que votarían a Colau, para evitar formar parte de una alianza que implica al PP. Collboni, con diez regidores, solo puede alcanzar la alcaldía si suma una mayoría absoluta de 21 ediles, lo que le obliga a sumar los apoyos de los comunes y el PP, con 4 regidores. El popular Daniel Sirera ha repetido en los últimos días su disposición a apoyar a Collboni para evitar una alcaldía independentista en Barcelona, siempre y cuando Colau quedara fuera de la ecuación.

"Después de mucho debate", señala la nota de los comunes, el grupo municipal, con el aval de la dirección del partido, ha decidido que sus regidores votarán al candidato del PSC. La decisión "se ha adoptado en coherencia con la necesidad de evitar un gobierno de Junts que extienda las alfombras rojas a los lobbies y los sectores favorables a las políticas de derecha".

Sin pacto de gobierno

Los comunes dejan claro además que la decisión "se ha tomado sin ningún pacto previo con el PSC", menos "con el PP". Este jueves, Collboni ofreció a los de Ada Colau un gobierno de coalición en la ciudad, obviando la línea roja marcada por el PP para apoyar a su candidatura, que los comunes no entraran en el gobierno local.

"No entraremos en el gobierno en minoría del PSC, nuestra opción es hacer oposición clara y sin ambigúedades" afirman los comunes. Aseguran que solo entrarán en el gobierno local si se llega a una alianza de fuerzas progresistas con ERC y el PSC, alianza imposible por el veto impuesto por Esquerra a los socialistas en Barcelona.