Era un escenario posible. La negociación para la investidura de la presidenta María Chivite y de conformación de un gobierno en Navarra en víspera de un proceso electoral podía convertirse en un proceso incómodo teniendo en cuentan el papel determinante que tendrá en el mismo EH Bildu. Por el momento, la secuencia de hechos apunta a que el proceso se podría demorar más allá del 23-J. La escenificación del desencuentro que están protagonizando Geroa Bai -formación en la que se integra el PNV- y el PSN es la causa. El primer desplante a una cita a tres entre los tres socios de gobierno actuales, PSN, Geroa Bai y Podemos (Contigo Zurekin) lo protagonizo Geroa Bai que quiere una negociación a dos con el PSN. A la reunión prevista para mañana tampoco acudirá Geroa Bai a no ser un encuentro a dos con la presidenta Chivite.

Geroa Baia exige que previamente se debe aclarar qué papel institucional tendrá cada formación en la nueva legislatura y hasta que eso no se produzca "no podemos seguir avanzando". Por ahora, la presidenta de Navarra en funciones y secretaria general del PSN no parece preocupada. Pese a insistir en que la ronda de contactos para un posible acuerdo de Gobierno debe celebrarse de modo conjunto entre los tres partidos que podrían reeditar el acuerdo actual, Chivite ya ha asegurado que no romperá "negociaciones con nadie": "Viendo cómo se están conformando otros gobiernos de partidos de derechas y ultraderecha, los partidos progresistas debemos dejarnos de pequeñas peleas y cuitas internas y conformar un gobierno de avance y progreso". Desde el PSN ya se apunta a que será complicado que se pueda cerrar un acuerdo antes de las elecciones del 23-J.

Por ahora, el Parlamento de Navarra ya se ha constituido y el presidente de la Cámara, Unai Hualde, de Geroa Bai, celebrará este martes y miércoles con los partidos para evaluar la posibilidad de convocar o no un pleno de investidura. Vistas las posiciones aún alejadas de los contactos entre los partidos parece complicado que en apenas dos días las posiciones puedan avanzar como para celebrarlo con alguno de os candidatos con apoyos asegurados.

Malestar en Bildu

Las pasadas elecciones autonómicas en Navarra arrojaron un escenario complicado. Pese a que UPN se impuso con 15 escaños, la formación no lograría mayoría suficiente con los 3 parlamentarios del PP y los 2 de Vox. En el resto de formaciones, la suma de los 11 asientos del PSN, los 7 de Geroa Bai y los tres de Contigo Zurekin requerirían del apoyo de EH Bildu para lograr la mayoría absoluta. La coalición que lidera Arnaldo Otegi obtuvo 9 parlamentarios, uno más que la pasada legialatura y debería al menos abstenerse para asegurar la elección de Chivite.

Desde la izquierda abertzale se ha reiterado que en ningún caso permitirán un gobierno de derechas en Navarra. Una decisión que les aboca a alcanzar un acuerdo con Chivite. El PSN ha dejado fuera de sus negociaciones para la conformación del Gobierno a EH Bildu. Sin embargo, la coalición abertzale recuerda que ha mejorado su peso en el Parlamento y que su apoyo, incluso con una abstención, requiere ser compensada de algún modo. El malestar en el seno de Bildu es importante tras la decisión del PSN de no apoyar a su candidato a la alcaldía de Pamplona, Joseba Asiron, y facilitar con ello la alcaldía a UPN y su candidata Cristina Ibarrola.

Precisamente hoy la portavoz de EH Bildu en la Cámara, Laura Aznal ha reiterado a la salida de la primera reunión de la Mesa y Junta de Portavoces que Chivite tendrá que hablar con ellos para la conformación del futuro gobierno "si realmente queremos que sea un gobierno progresista capaz de hacer frente y de ser alternativa a las políticas de las derechas". Aznal ha recordado que "somos la tercera fuerza política en el Parlamento. Antes éramos decisivos, éramos determinantes, éramos necesarios; ahora somos todavía más determinantes y más decisivos".