Este viernes tendrá lugar el acto de constitución de las Cortes de Aragón, territorio donde el PP también se juega la presidencia de la comunidad tras el triunfo en las urnas de Jorge Azcón el pasado 28-M. El que fuera alcalde de Zaragoza se ha conducido estos días con bastante cautela mientras estallaban las "bombas" de Valencia, Extremadura y Aragón. Pero, como sus compañeros de filas, deberá afrontar la petición de Vox de entrar en el nuevo ejecutivo autonómico, siguiendo la consigna marcada desde Bambú, sede nacional del partido de Santiago Abascal en Madrid.
Azcón necesita de la abstención de los 7 diputados de Vox para sustituir al socialista Javier Lambán. También de los 3 de Teruel Existe y el "sí" del representante de PAR. De este modo, sacaría su investidura con mayoría simple en segunda vuelta al sumar 29 papeletas a favor frente a las 28 en contra del conjunto de la izquierda. El que llegara a ser partido hegemónico en Aragón está "dispuesto a apoyarnos si llegamos a un acuerdo programático", explican fuentes populares a El Independiente, aunque desde el PAR matizan que si bien "hay buena sintonía y buena línea, no está cerrado", a pesar de haber alcanzado un principio de acuerdo en temas muy sensibles para la región como la reducción del Trasvase del Ebro.
Azcón ha aproximado posiciones al PAR y a Teruel Existe
Además, el PAR quiere que entre en la ecuación de ese apoyo la Diputación Provincial de Teruel y las comarcas, habida cuenta de que se trata de un partido que aún tiene bastante influencia territorial en la Comunidad aunque haya quedado reducido a un solo diputado autonómico, que se antoja fundamental.
Pero, de nuevo, Vox ha traslado a los negociadores que no garantiza su abstención en la investidura de Azcón. Antes quiere negociar la mesa de las Cortes aragonesas, para después "hablar de investidura y de posible entrada en el gobierno regional", admiten fuentes conocedoras de la marcha de las negociaciones. El PP ha ofrecido al partido de Abascal la secretaría primera de la Mesa, lo que les parece a todas luces insuficiente. Los voxistas quieren presidir el Parlamento además de la vicepresidencia del gobierno y las consejerías de Agricultura y Cultura, siguiendo el modelo del pacto exprés de la Comunidad de Valencia.
La constitución este viernes de la cámara autonómica debería dar alguna pista de por dónde transcurren las cosas, pero será un misterio irresuelto hasta la misma mañana de ese día. Viendo los antecedentes, la situación puede estallar como en Extremadura o entrar en una especie de impasse, de limbo, como en Baleares, con Vox presidiendo el parlamento regional y sin aclararse del todo si el pacto incluye su entrada al ejecutivo regional.
El PP aragonés admite que Vox tiene "capacidad de veto y de forzar segundas elecciones"
Defienden en el equipo de Mazón las peculiaridades de cada territorio para huir de las comparaciones. Subrayan que en Baleares hay 59 diputados y la fuerza de Vox es de 8 representantes, mientras que en Aragón son 64 diputados los que conforman la Cámara regional y el partido de Abascal tiene 7 escaños. Esto es, "menos peso y menos fuerza", pero admiten que "siguen teniendo capacidad de veto y de forzar segundas elecciones", conforme a la estrategia ya puesta en práctica en Murcia y Extremadura.
También huyen del modelo extremeño. Lo cierto es que María Guardiola se ha mostrado firme, pero, del mismo modo, ha dinamitado vías intermedias como pactos de investidura o programáticos con sus críticas a una formación que, efectivamente, niega la violencia de género o despliega una enorme lona en el barrio de Salamanca de Madrid donde tira los símbolos del feminismo o la bandera Arcoiris a la basura. Pero con sus palabras no ha dejado bien parados a los compañeros de filas que siguen siguen sentados en la mesa de negociación.
Azcón ha optado por un estilo más discreto, de perfil bajo y de desinflamación. Otra cosa es que dicha estrategia le sirva de algo ante una Vox que muestra sus aristas más duras y exigentes. Y a diferencia de Valencia, los populares aragoneses no parecen tener prisa. "Despacito y buena letra", dicen en el entorno del barón popular. No sería de extrañar que el futuro gobierno de esta Comunidad se dilucidara después de las elecciones generales.
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hace 1 año
Seamos objetivos.
Se dice en el artículo que «…tira los símbolos del feminismo o la bandera Arcoiris a la basura». Es tan incorrecto como decir que tira la bandera de Cataluña a la basura. Y no. Lo que tira a la basura es la bandera del independentismo catalán. De la misma manera, lo que tira también es la bandera del feminismo radical, extremista, supremacista, que pretende enfrentarnos a hombres con mujeres convirtiendo la lucha de clases en lucha de sexos. Y tira también la bandera «LGTBIQA+», la que defiende disparates como la autopercepción de género, la libertad de relación sexual en menores, y no tardando mucho, la pedofilia y otras aberraciones.
Vox en esta pancarta se muestra contrario a extremismos. Solo hay que fijarse un poco.