La marcha atrás de María Guardiola, la candidata del PP a la presidencia de la Junta de Extremadura, ya es suficientemente reveladora para los socialistas. La posibilidad de una repetición electoral en el otoño, creen, se desvanece definitivamente. Porque están convencidos de que Génova, la sede nacional de los populares, la dirección de Alberto Núñez Feijóo, acabará "imponiendo" a Guardiola el acuerdo con Vox, quiera o no quiera ella. "Con o sin ella".
El serial de las negociaciones poselectorales en Extremadura alcanzó al filo de la madrugada del domingo al lunes una estación poderosa y quizás irreversible. La también baronesa regional del PP escribió un correo electrónico a los afiliados de su partido en el que les informaba, primero, de la desconvocatoria de la reunión de la junta directiva y del comité ejecutivo regional, prevista para este martes, 27 de junio. Y en el que les decía, y aquí estaba su mensaje más importante, de que "es imprescindible el respeto, el diálogo y el acuerdo programático" con Vox en Extremadura. Guardiola bajaba varios peldaños la tensión sostenida con los ultras durante la última semana y allanaba el camino para un hipotético pacto con ellos. Y sobre todo, intentaba apartar la losa extremeña de la agenda de su jefe de filas y candidato el 23-J, Feijóo.
Para los socialistas, Guardiola quedó presa de sus palabras: no llegó a asumir que quien ganó el 28-M fue Vara y no admitió que necesitaba a Vox para desalojarle
Vox celebró inmediatamente el giro de Guardiola. Sus cinco votos en la Asamblea de Extremadura son claves para que la líder regional del PP, con 28 escaños —los mismos que el ganador de las elecciones autonómicas del 28-M, el socialista Guillermo Fernández Vara— alcance la Junta. La formación de Santiago Abascal ha exigido y exige entrar en el Ejecutivo, una demanda a la que Guardiola, al menos hasta este escrito a los afiliados, se negaba a ceder. De manera taxativa. "Yo no puedo dejar entrar en Gobierno a quienes niegan la violencia machista, a quienes usan el trazo gordo, a quienes deshumanizan a los inmigrantes y a quienes despliegan una lona y tiran a una papelera la bandera LGTBI", aseguró ella la semana pasada en cuanto rompió con Vox. Negativa rotunda que repitió en múltiples entrevistas.
Por eso los socialistas, tanto en Ferraz como en la dirección regional de Fernández Vara, entienden que Guardiola ha sido llamada a capítulo por la cúpula de Feijóo tras desairar a los demás barones autonómicos por fijar una línea roja que era imposible de seguir para ellos salvo si renunciaran a desplazar a los socialistas del poder. "Génova le va a imponer el acuerdo con Vox, con ella o sin ella —aseguran desde la cúpula de Vara—. Ahora bien, aceptar a Vox en su Gobierno sitúa a Guardiola en un escenario de extrema debilidad".
En la dirección del PSOE extremeño ven a la dirigente popular presa de sus propias palabras y sus contradicciones: "Lo tenía muy fácil: dijo que iba a ganar las elecciones. Pero no las ganó, y no lo ha querido reconocer. Ese ha sido su problema, como no ser consciente de su aritmética. Y encima no dejó a Vox ni un sitio en la Mesa de la Asamblea". Así que si ahora cede, como parece, y deja entrar a los ultras en su Ejecutivo, "se quedará sin credibilidad" ante los ciudadanos, coincide otro dirigente socialista extremeño. ¿Puede llegar a caer? Tampoco lo descartan radicalmente los socialistas: "No sabemos si llegarán a tanto", apuntaban en la dirección autonómica. "Pondrán a quien haga falta", opinan en Ferraz.
Reacción "airada" del PP extremeño
La lectura de la cúpula de Vara es que Guardiola se pliega a los intereses de Génova, porque había molestado al resto de barones del PP y dejado en una situación incómoda a Feijóo, y también porque había generado una reacción "airada" en su partido en Extremadura, ya que su prioridad es desalojar al PSOE de la Junta y ella ni siquiera había reunido a sus órganos de dirección: iba a hacerlo, de hecho, este martes 27, casi un mes después de las elecciones del 28-M. Además, los socialistas creen que los populares pudieron ver, a través de las primeras encuestas, que la jugada de la repetición electoral podía salirles mal y era preferible no arriesgar.
La presidenta de la Asamblea, la socialista Blanca Martín, se reúne este martes con los grupos y habrá de designar un candidato a la investidura
Así que en el PSOE extremeño, y en Ferraz, ven "seguro" que habrá acuerdo entre el PP y Vox. La duda es cuándo se sellará. Este martes, la presidenta de la Asamblea autonómica, la socialista Blanca Martín, se reunirá con los portavoces de los grupos parlamentarios (Unidas por Extremadura, Vox, PP y PSOE, por este orden). Ella tiene que proponer un candidato a la investidura en el plazo de 15 días desde la constitución de la Asamblea, que fue el pasado 20 de junio. Después, se señalaría el pleno de investidura en otro periodo máximo de 15 días. Pero, como advierten los socialistas extremeños, no tienen por qué agotarse los tiempos, así que cabría la opción de que Martín acelerase el proceso a fin de que el debate incluso arranque oficialmente la campaña de las generales, el 7 de julio. Las fechas son importantes, porque la Cámara se disuelve automáticamente a los dos meses de la primera votación fallida de investidura.
Dado que tanto Vara como Guardiola han manifestado su voluntad de acudir a la investidura, las próximas horas pueden ser cruciales. El presidente en funciones podría contar, de entrada, con más apoyos que la baronesa del PP, puesto que los cuatro diputados de Unidas por Extremadura —la suma de Podemos, IU y Alianza Verde— le respaldarían. Vara ha hablado con los de Irene de Miguel y está dispuesto a recoger en su discurso algunas de sus propuestas, pero no habría pacto firmado porque la suma de los dos grupos llega a los 32 escaños, uno por debajo de la mayoría absoluta.
Basta ver la actitud de Guardiola estas últimas 24 horas. Ahora ya no ve ideología machista ni xenófoba. Ahora todo le va bien", dicen en Ferraz
Guardiola tendrá que calibrar, por tanto, si cierra el acuerdo con Vox de manera inminente para impedir que Vara vaya a la investidura y disponga de una ventana de exposición antes de las generales, o bien permite que esa primera votación sea fallida para ganar tiempo y alcanzar la alianza con los ultras para después del 23-J. Todo es pura estrategia. "Veremos qué dicen este martes, pero Guardiola ha reculado mucho en muy pocos días, así que tiene pinta de que tiran para adelante con Vox. La han forzado Génova y el PP extremeño", resuelve otra dirigente de la dirección de Vara.
En Ferraz también dan por hecho que no habrá repetición electoral en Extremadura. "Basta ver la actitud de Guardiola estas últimas 24 horas. Donde dije digo, digo Diego. Ahora ya no ve ideología machista ni xenófoba. Ahora todo le va bien", asegura un miembro de la dirección de Sánchez. Esta dirigente percibe asimismo una señal clara de que el PP se mueve en la dirección del acuerdo: la agencia Rebellious Words anunció el domingo que daba por finalizada su relación profesional con Guardiola, a quien había asesorado en los últimos meses, después de que se difundieran unos audios de su CEO, Santiago Martínez-Vares, en los que dejaba claro su completo rechazo a Vox y a su líder, Santiago Abascal. "Hay que leer su salida como un: 'No os enfadéis. Aquí tenéis su cabeza y yo quiero mi sillón'", resumía esta responsable de la cúpula federal.
"Lo importante es el poder por el poder"
"Hace una semana veíamos cómo salía la señora Guardiola cual Agustina de Aragón haciendo esa defensa de los derechos y los valores, hasta que se ha dado cuenta de que puede perder el sillón. Claro, cuando una se da cuenta de que puede perder el sillón dice 'mis principios no son tantos ni tan numerosos, y si no les gusta, como decía [Groucho] Marx, tengo otros", reprochó desde la sede del partido su portavoz, Pilar Alegría, también ministra de Educación. Para los socialistas, es obvio que al PP le dan igual "los derechos, los principios y la palabra dada".
Guardiola "se sentará con Vox y asumirá lo que tenga que asumir", sin importarle "lo que decidieron los extremeños el 28-M, que es que ganó el PSOE", sentencia Alegría
"Aquí lo importante es el poder por el poder. En eso se basan los acuerdos que estamos viendo en los ayuntamientos y comunidades autónomas [entre el PP y Vox.] No hay límites, no hay principios, no hay líneas rojas para el PP. Lo único que importa es el sillón, el poder, y para eso cualquier cosa vale", agregó. La ministra esgrimió que, con su marcha atrás, Guardiola ha dejado claro que "se sentará con Vox y asumirá lo que tenga que asumir", sin importarle "lo que decidieron los extremeños el 28 de mayo, que es que ganó el PSOE".
En la misma línea se pronunció la portavoz de los socialistas extremeños, Soraya Vega. Ella acusó también a Guardiola de "desdecirse de la palabra dada" y se preguntó "qué ha sucedido en los últimos cinco días para que Vox haya dejado de ser un partido racista, xenófobo, homófobo, machista y fascista" para que ahora sí se pueda negociar con él, informa EFE.
Lo que la líder de los populares en la región "tira a la basura" es, "además de los derechos de las personas", su propia "decencia y coherencia política", de modo que lo que ahora diga "tiene muy poca credibilidad". Y si ha virado respecto al pacto con Vox es porque "ha cambiado de jefes", que ya no son los extremeños, como ella decía hace unas semanas. Su "único jefe", dijo Vega, ha pasado a ser Feijóo, y "las presiones están surtiendo efectos".
El paso atrás de Guardiola coincidió con la constitución, este lunes, de las Cortes Valencianas, al frente de las cuales el PP situó, con sus votos, a la diputada de Vox Llanos Massó, una dirigente ultracatólica y antiabortista, de un perfil ultra semejante al de los nuevos presidentes de los parlamentos balear, Gabriel Le Senne, y aragonés, Marta Fernández.
Alegría recordó desde Ferraz que los tres son ya la segunda autoridad en sus respectivas comunidades, y presiden sus Cámaras, que no son "instituciones menores", porque en ellas "se aprueban leyes que afectan a la vida diaria" de los ciudadanos. Le Senne llegó a asegurar que las mujeres son "más beligerantes" porque carecen de pene, y Marta Fernández negó la violencia de género, es negacionista climática y afirmó que la ministra Irene Montero solo sabe "arrodillarse para medrar". "Avalando y apoyando a estos presidentes [de asambleas autonómicas] estás avalando, apoyando y haciendo tuyas esas políticas, políticas que trasladan un modelo de sociedad que divide, crispa y señala al diferente", advirtió Alegría.
Al final, añaden en Ferraz, "Guardiola pactará y se quedará con el sillón. Como ha hecho con Vox en ciudades extremeñas, siendo el PSOE la lista más votada". Porque los populares en la región, que ella comanda, sí ha acordado con los ultras en otros puntos, como en Navalmoral de la Mata, octava ciudad de la comunidad.
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