La candidata de Sumar y vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, ha participado en un acto político en el que ha compartido intercambio de ideas con activistas y científicos sobre el impacto del cambio climático en nuestro país. Durante el encuentro Díaz ha lanzado una propuesta que responde a la máxima actualidad meteorológica del país: la ola de calor. 

La candidata de Sumar ha reclamado un plan de choque para climatizar los centros escolares y las residencias de mayores. “Hay que climatizar los centros escolares de nuestro país con carácter inmediato”, ha asegurado la candidata. En esta línea ha continuado con una demanda similar: “hay que hacer lo mismo en las residencias de mayores con urgencia. Los cuidadores no pueden trabajar en esas condiciones pero los usuarios no pueden vivir de esas condiciones”.

Para la política es importante que estas medidaas

Díaz ha hecho hincapié en que “Las olas de calor van por barrios y no se sufre igual en barrios donde hay más recursos que en los que hay menos".

La responsable de Trabajo ha recordado la reforma del la Ley de Riesgos Laborales en la que han incorporado directrices para cambiar los horarios de los trabajadores en os periodos de máximo calor. En este sentido considera que los puestos de trabajo se tienen que adaptar al cambio climático.

Parque de viviendas para rehabilitar

Díaz ha destacado la importancia de actualizar el parque de viviendas de nuestro país para que se rehabiliten y adapten a las nuevas condiciones climáticas que vivimos. La candidata hizo un llamamiento a acelerar los trámites burocráticos que ralentizan las concesiones de ayudas para que las comunidades y vecinos acometan las reformas. "Seis de cada 10 personas desconocen la existencia de las ayudas", ha remarcado.

"Algo estamos haciendo mal", ha dicho la política. "Queremos que se aligeren los pesados trámites burocráticos", ha destacado.

La vicepresidenta del Gobierno de coalición ha aprovechado para calificar de tóxica la medida del Feijóo de alargar la vida útil de las centrales nucleares que según ha podido saber este periódico supondría un coste de 18.000 millones.