"Voy a por él [Santiago Abascal]. A partir de hoy no tengo otra obsesión en mi vida que acabar con Vox", dice el asesor de comunicación Santiago Martínez-Vares en el audio que ha dinamitado su colaboración laboral con el PP extremeño y su líder María Guardiola. Fue publicado por OkDiario y se trata de un fragmento de no más de medio minuto filtrado por un concejal sevillano de la formación ultraconservadora y que ha dado alas a unas exigencias previas procedentes de Bambú [la sede nacional de Vox, llamada así por su ubicación en ese barrio madrileño]. Desde que el PSOE consiguiera mayoría en la Mesa de la Asamblea de Extremadura, Vares se había situado en la diana de los de Abascal, que le atribuían parte de la culpa del fracaso del diálogo para dotar a Vox de la presidencia de la cámara.

"Todo el mundo sabe que (...) es de ultraizquierda. Ha asumido el discurso del comunismo internacional. Que despida a su asesor y hable de lo que importa a los extremeños" invitaba a hacer a Guardiola la exdiputada extremeña y nuevamente candidata de Vox al Congreso por Cáceres Magdalena Nevado en una tertulia del Grupo Intereconomía [integrado en la órbita mediática de Vox]. Tras referencias públicas como ésta, Vares ha sido el primer muro a derribar por Guardiola y el PP de cara a avanzar a un pacto con Vox tras el giro protagonizado por la baronesa popular. Uno en el que han tenido mucho que ver iguales como Ayuso, Mazón o Mañueco. Todos ellos con un pacto con Vox, tanto externo como de coalición, ya a las espaldas. También Esperanza Aguirre, quien trasladó a la extremeña que, de seguir así, haría mucho daño a Feijóo de cara a las generales.

"Cuando atacan a mi hijo y a mi padre, cruzan las líneas. Y cuando cruzan las líneas, te aseguro que Santiago Abascal se va a arrepentir. Le puedes enseñar las muescas que tengo en el revólver. Tengo unas pocas. Todo el caso Mercasevilla, los ERE... Ahora voy a por él. A partir de hoy no tengo otra obsesión en mi vida que acabar con Vox. Y recuerda, soy muy bueno haciendo lo que hago".


El audio filtrado, en el que las palabras de Vares eran justificadas por si mismo y atribuidas a un cruce de las "líneas" por un imprecisado aún ataque a su hijo y su padre, ha sido la excusa perfecta para Guardiola y el resto de su equipo. Además de ser un gesto de acercamiento entre ella y el candidato de Vox en el territorio Ángel Pelayo. A él la candidata a presidir la Junta lo llamó inmediatamente después de concluir el acto de investidura de Ayuso. Así lo indican fuentes conocedoras de las negociaciones. Ello en aras de conseguirse "un acuerdo" que pase por "el diálogo". Ahora bien, mientras en Extremadura ella busca una investidura con Vox desde fuera, los de Abascal no renunciarán en su condición esencial de entrar en el Gobierno.

¿Por qué esa fijación? Vares fue designado jefe de campaña de Guardiola en primera instancia de cara al último congreso del PP extremeño para darle alas ante una dirección nacional popular que no tenía claro la idoneidad de su perfil como aspirante a liderar el aparato regional y ser candidata autonómica. Guardiola era recomendación del ex secretario general Teodoro García-Egea, quien instó al núcleo duro de Génova, véase Miguel Tellado, vicesecretario de Organización, a conocerla más en profundidad antes de fijar un veredicto. Hizo únicamente falta un solo encuentro con la pacense para orientar los recursos del partido en ella y despejarle el camino hacia el liderazgo.

Santiago Martínez-Vares y el resto de miembros de su consultora, junto a Guardiola en la campaña electoral | Rebellious Words | Redes sociales

La confianza de Guardiola en Vares radicó, entre otros, en que era percibido como un asesor capaz de ganar en 'áreas rojas' como la sevillana, y es que entre sus principales hazañas está haber hecho que Juan Ignacio Zoido, del PP, arrebatara la alcaldía de Sevilla al PSOE entre 2011 y 2015. Extremadura, con sucesivos liderazgos socialistas y dos mandatos consecutivos de Guillermo Fernández-Vara, se asemejaba a ese escenario andaluz. Ahí, pues, entró de lleno el asesor junto a su empresa, de la que es CEO, Rebellious Words [Palabras Rebeldes, en castellano]. Su teoría, frente a la del PP nacional, era que existía la posibilidad de arrebatar el poder a Fernández-Vara, todo pese haber logrado para su último gobierno mayoría absoluta. Tras su designación como baronesa del PP, ambos se pusieron a trabajar con una campaña muy focalizada a la calle y a recorrer cada pueblo que fuera posible.

Tras su designación como asesor de campaña, Martínez-Vares, frente a Génova, veía capacidad de superar al PSOE en las pasadas elecciones. No sucedió por algo más de 6.000 votos"

De su cosecha, en un territorio progresista y que puede sentirse agravado con Vox, vienen el traslado de compromisos hechos por Guardiola en campaña como el rechazo a sacrificar conceptos como la violencia de género a cambio de gobernar [con un pacto previo con Vox]. En esa idea, tras cerrar el vicepresidente de Vox Jorge Buxadé las negociaciones desde Madrid vía telefónica al trasladarle desde su equipo las condiciones del PP antes de la constitución de las Cortes, se mantuvo el mismo día de constitución de las Cortes. Guardiola ya se veía de precampaña para una 'segunda vuelta'. "No puedo dejar entrar en el Gobierno a aquellos que niegan la violencia machista, a quienes usan el trazo gordo, a quienes están deshumanizando a los inmigrantes y a quienes despliegan una lona y tiran a la papelera una bandera LGTBI", insistió Guardiola el 20 de junio.

Sin carnet del PP y colaborador de medios de izquierda

Licenciado en Periodismo por el Centro Universitario San Isidoro de Sevilla (CEADE), inició su etapa como asesor de comunicación junto a Zoido integrado en su equipo como director de comunicación. Con él se mantuvo durante la legislatura municipal en la capital andaluza, y tras un vacío, le acompañó a Madrid cuando Rajoy le llamó a filas para suplir a Jorge Fernández Díaz en el ministerio de Interior. Vares se posicionó como director adjunto del Gabinete de Interior, centrándose en la estrategia comunicativa, las redes sociales y la actividad parlamentaria. Con anterioridad también ha trabajado en el ámbito de prensa del PP de Andalucía, pilotando varias campañas. Aunque, pese a ello, nunca se ha afiliado al PP. "Nadie me lo pidió jamás", ha reconocido en alguna ocasión insistiendo en que él era 'zoidista'.

Por un perfil conservador, en cambio, sí destaca su padre, también llamado Santiago Martínez-Vares. Mientras que el periodista se ha encauzado en labores inmersas en la política, Santiago padre optó por la senda jurídica. Éste ha sido magistrado del TC, y con anterioridad ocupó un puesto en la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Supremo. Allí fue ponente de sentencias como la que cuestionaban la inmersión lingüística en Cataluña.

Respecto a las acusaciones de Vox, de ubicarle en el espectro a la izquierda del tablero, se justifica por el ámbito mediático en el que se ha movido desde el final del gobierno del PP nacional por la moción de censura de Pedro Sánchez. Destaca sobre todo su participación regular en programas como Al Rojo Vivo y La Sexta Noche, en La Sexta. Pero también su paso por Canal Sur o su faceta de columnista en El Plural. A ello, se unen ciertas salidas de tono que involucran de cierto modo a Vox y van contra Ayuso. Es por ejemplo la que se refiere a puntualizaciones hechas en el programa de Ferreras el año pasado en plena campaña electoral de Castilla y León, afirmando que Pablo Casado era más próximo a Abascal que a Ayuso.

Las "muescas" de Mercasevilla y los ERE

En el audio publicado, Martínez-Vares se atribuye varias "muescas" previas a su objetivo de derribar a Vox y Abascal. Son los casos de Mercasevilla y el consiguiente proceso de los expedientes de regulación de empleo (ERE) fraudulentos, pagados con fondos públicos. Unos asuntos cuya publicación se vincula a la figura de Zoido durante su etapa como presidente del PP de Andalucía y de confrontación con la Junta de Andalucía.

Zoido, magistrado de profesión y cercano a la jueza Mercedes Alaya [instruyó el caso], dio cuenta dos años antes de su entrada a la alcaldía de Sevilla de irregularidades en la gestión del mercado central de abastos sevillano. Y denunció al entonces alcalde sevillano Alfredo Sánchez Monteseirín y al portavoz de IU Antonio Rodrigo Torrijos ante las autoridades judiciales. Éstas veían indicios por coacciones, cohecho, malversación de caudales o trafico de influencias, entre otros.