El próximo lunes la asamblea de Murcia pondrá fecha a la sesión de investidura de Fernando López Miras sin haber cerrado un pacto con Vox. A dos escaños de la mayoría absoluta y sumando más que toda la izquierda, las cosas se le han torcido al murciano, quien desde el principio dejó clara su intención de ir a un gobierno monocolor. No obstante, en su equipo afirman que "hay voluntad de negociar y de mano tendida" y entienden que hay tiempo para hablar antes de que los 45 diputados de la Asamblea regional voten a su nuevo presidente.
Eso podría suceder a partir del 6 de julio, esto es, ya la próxima semana según el calendario que manejan la mesa de la Cámara, presidida por el PP y sin presencia de ningún representante de Vox, así como la Junta de Portavoces.
El próximo lunes se conocerán las fechas del debate sin que las negociaciones hayan avanzado lo más mínimo. Muy al contrario, el diálogo se ha enconado en un territorio donde López Miras acabó gobernando con "restos" de Ciudadanos y Vox tras el intento fallido de los naranjas y el PSOE de descabalgarlo de la presidencia de la Comunidad en 2021 y eso es algo que Santiago Abascal no le perdona salvo que les meta en el Gobierno.
En el equipo de López Miras confían en que con una fecha para la investidura encima de la mesa se retome el contacto. "Creemos que ese horizonte, lógicamente, reactivará la negociación", admiten ante una situación, a priori, poco halagüeña a pesar de la tozudez de los resultados obtenidos por el barón territorial popular.
En el equipo de López Miras confían en que con una fecha para la investidura se retome el contacto
Porque a la luz de esos números, no necesita el apoyo de ningún representante de Vox, tan sólo su abstención. Tiene 21 de los 45 diputados, frente a los 15 que suman PSOE (13) y Unidas Podemos (2). De este modo, su investidura podría prosperar en segunda vuelta, al necesitar más votos a favor que en contra siempre y cuando los 9 de Vox se abstengan.
A esto se refería Alberto Núñez Feijóo cuando le trasladó a Santiago Abascal "no ver razonable" la pretensión de Vox de entrar en todos los gobiernos autonómicos "con independencia del papel que tengan en la investidura". Pero en Murcia, además del reproche que se le hace a López Miras desde las filas voxistas de haber gobernando con tránsfugas de este partido, se le quiere hacer pagar su exclusión de la mesa de la Asamblea de la Región de Murcia, que hubiera querido presidir.
Las conversaciones entonces naufragaron porque "Vox nunca quiso negociar. Vino con la exigencia de la presidencia de la mesa o nada y, al final, fue nada". Una situación muy parecida a la de Extremadura -donde el partido de Abascal tampoco está en el órgano de gobierno del parlamento autonómico- con la diferencia de que la falta de acuerdo propició que en tierra de Guillermo Fernández Vara los socialistas presidan y tengan mayoría absoluta en la mesa al haber ganado las elecciones del 28-M.
López Miras se ve en el espejo de Baleares
López Miras se ve en el espejo de Baleares, donde la popular Marga Prohens gobernará en solitario aunque para ello haya tenido que firmar un exhaustivo pacto programático de más de 100 puntos donde se entra en el terreno pantanoso de la violencia "intrafamiliar" y no se habla de violencia de "género" sino contra las mujeres. Aún así, el murciano cree que se trata de un acuerdo "positivo" que demuestra que "es posible llegar a pactos que se basen en el resultado de las elecciones", subrayando que los números en Murcia son, incluso, "más contundentes que en Baleares" para el PP.
Y frente a las acusaciones de Abascal de gobernar la pasada legislatura con tránsfugas replicó ayer que de no llegar en aquellos momentos a un acuerdo, "en mitad de una pandemia, hubiera supuesto que gobernara la izquierda". En todo caso, de aquella experiencia no guarda un buen recuerdo. "En la pasada legislatura padecimos muchas vicisitudes que, con toda seguridad, no habríamos sufrido con un gobierno en solitario".
Abascal, en cambio, quiere marcar las fronteras entre Baleares y el resto de los territorios pues no considera exportable el modelo de las islas. Así, tras calificar de "histórico" dicho acuerdo, argumentó a continuación en declaraciones a la prensa que la peculiaridad de este territorio reside en el "gravísimo riesgo" de movimientos "separatistas" y, en cambio, dicho riesgo "no existe en Aragón, no existe en Murcia y no existe en Extremadura". Uno de los principales puntos del pacto programático con Prohens descansa, precisamente, en la inmersión lingüística tanto educativa como para cubrir puestos de funcionariado, entre ellos, el personal sanitario.
El PP murciano aún no ha puesto fecha a la negociación con el líder regional de Vox, José Ángel Antelo, pero en un partido fuertemente centralizado como el de Abascal, todas las decisiones descansan sobre la dirección nacional y, en concreto, sobre el vicepresidente de Acción Política, Jorge Buxadé. Él tiene la última palabra.
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