Borja Giménez Larraz, el hijo del senador y presidente del PP en Aragón Manuel Giménez Abad, asesinado cuando iban juntos a ver el fútbol en La Romareda (Zaragoza) el 6 de mayo de 2001, ha asegurado que vio "perfectamente" al autor de los tres disparos que acabaron con la vida de su padre.

Se trata de Mikel Garikoiz Carrera Sarobe, Ata, que llegó a ser número 1 de ETA, presente en la sala de la Audiencia Nacional junto a la también etarra Miren Itxaso Zaldúa.

"Nos cruzamos la mirada y nos vimos perfectamente las caras", ha asegurado el hijo de Giménez Abad al relatar cómo se produjo el atentado de su padre durante su declaración como testigo en la segunda jornada de juicio a Carrera Sarobe y a su supuesta compañera en el comando Basajaun, al que se atribuye este asesinato, Miren Itxaso Zaldúa.

Ha rememorado que, como cada domingo, ese día, sobre las 18.25 horas, iba con su padre al fútbol "por el camino que solíamos recorrer". A los cinco minutos -ha proseguido- "un hombre apareció por detrás" y disparó contra el senador del PP, que cayó al suelo, "y este señor le remató con un tercer disparo en la cabeza".

Fue en ese momento, ha precisado, cuando "él me miró a la cara. Yo iba pegado al edificio y mi padre en la parte pegada a la calzada". "Cuando lo remató ya estaba en dirección hacia mí y me siguió mirando", momento en el que cruzaron la mirada.

"Cuando lo remató ya estaba en dirección hacia mí y me siguió mirando", ha relatado el hijo de Giménez Abad

Nada más producirse el atentado, en 2001, le enseñaron fotos, pero entonces no fue capaz de identificar a nadie y solo pudo aportar una descripción de lo que vio: un hombre con una gorra de la que sobresalía pelo largo y rizado, así como una mirada y mandíbula "características".

Sin embargo, no fue hasta octubre de 2014 cuando los investigadores policiales se ponen en contacto de nuevo con él para que acuda a un reconocimiento fotográfico en relación con el asesinato de su padre. Fue entonces cuando identificó a una persona que tenía similares rasgos a los que él había descrito, pero, según ha indicado, no le dijeron mucho más.

En ese momento desconocía aún de quién se trataba y ha asegurado que fue a través de la prensa cuando supo que al que había identificado era el número 1 de ETA, quien actualmente no luce pelo largo sino completamente rapado.

Ya en 2018, sabiendo quién era, pudo trasladarse a París, al estar Carrera Sarobe, Ata, cumpliendo allí cadena perpetua, para participar en una rueda de reconocimiento en la que le volvió a identificar.

Antes de su declaración, han comparecido también otros testigos presenciales del atentado que han asegurado haber visto en el lugar en el que se produjo a una mujer y a un hombre, del que han ofrecido una descripción similar a la del hijo.

Uno de ellos ha afirmado incluso que le pudo ver escapar con la pistola en la mano entre los viandantes hasta encontrarse con una mujer a la que le entregó algo, si bien no ha podido precisar que fuera el arma porque no llegó a ver qué era.

El juicio por el asesinato del senador y presidente del PP de Aragón Manuel Giménez Abad continuará este miércoles en la Audiencia Nacional.