Lidera Vänsterpartiet (Partido Izquierda), el partido a la izquierda de los socialdemócratas suecos, y viene de unas elecciones generales que el pasado septiembre certificaron el giro a la derecha en el país nórdico. Nooshi Dadgostar está estos días por España como primer reclamo internacional de Sumar. “Me encanta España”, dice esta política sueca de ascendencia iraní.

No es su primer contacto con la piel de toro. Cursó un año de bachillerato en Villoria de Órbigo, “un pequeño pueblo” de León de apenas 400 habitantes. “Pero de eso hace ya mucho tiempo. Aún había pesetas y gobernaba Aznar”, reconoce en conversación con El Independiente durante un receso de su gira española. La víspera estuvo en el primer mitín de Sumar en Valladolid y apura los últimos días en la capital antes de retornar a casa.

“Mi experiencia española fue dura al principio, todo un choque cultural, pero terminó convirtiéndose en lo mejor que me ha pasado en la vida. Creo que los españoles no sois conscientes del país que tenéis. Muchos suecos os visitamos en verano y, en cierto sentido, os envidiamos. Vuestro sistema funciona bien”, desliza Dadgostar, quien reconoce sentirse “inspirada” por el ejemplo de Yolanda Díaz y una alianza de partidos de izquierda armada a contrarreloj para las elecciones generales del 23-J.

“Resulta inspirador ver lo que está haciendo España para controlar la crisis económica, desde bajar los precios de la electricidad hasta proteger a las familias y aumentar el salario mínimo”, desliza el rostro de una formación con 106 años de historia que, con el 6,8% de los sufragios en los comicios del año pasado, es el cuarto partido de Suecia. “Si uno lo compara con lo que está haciendo el Gobierno sueco, es aún más sorprendente”.

El miércoles Dadgostar subió al escenario en el mitin de Sumar en Valladolid para “dar su apoyo absoluto a Yolanda”. “Una dirigente política que consideramos una inspiración y una esperanza para las fuerzas progresistas de toda Europa. He venido a la España que ha gritado 'No Pasarán', a la de la cultura y la bella naturaleza pero, sobre todo, a la España de una ministra de Trabajo que ha transformado el mercado laboral”, proclamó en el español que aprendió hace cuatro lustros.

Yolanda Díaz junto a Nooshi Dadgostar en Valladolid. | SUMAR

Escenario sueco

Dadgostar halla algunas similitudes con el escenario electoral que a finales del pasado verano llevó a los suecos hasta las urnas y que supuso el final del Gobierno liderado por Magdalena Andersson, la socialdemócrata que ganó las elecciones con el 30% de los votos pero perdió frente a un bloque de derechas en el que los Democrátas de Suecia, de ultraderecha, se colocó como segunda fuerza. Desde octubre el Partido Moderado, el tercero en liza, preside un Gobierno que integran los Democrátas Cristianos y los Liberales con el apoyo externo de la extrema derecha.

El resultado electoral llevó a algunos analistas a apuntar a la necesidad de la izquierda sueca de tomar nota de las urnas. “Nos inspira lo de España. Por eso estamos aquí y queremos llevarnos todas lo que estamos viendo”, admite Dadgostar. A diferencia de la izquierda a la izquierda del PSOE, Vänsterpartiet carece de experiencia de Gobierno. Su trayectoria se divide entre la oposición y el apoyo externo a sucesivos Ejecutivos de socialdemócratas y verdes. "No le puedo decir nada de la falta de la unidad de la izquierda porque no tenemso ese problema. No somos una coalición sino un solo partido", replica cuando se le interroga por las dificultades de Sumar para articular una confluencia en la que Unidas Podemos denunció vetos y se mostró dubitativo. Durante su estancia en Madrid, se ha reunido con Ione Belarra, secretaria general de Podemos.

El colapso de los partidos liberales

“En Suecia necesitamos una Yolanda y su energía”, comenta la diputada, convencida de que la nueva política ha dado paso a un retorno a las esencias de los bloques izquierda-derecha. “En Suecia los socialdemócratas se aliaron con los liberales y abrazaron el neoliberalismo. Terminaron haciendo cosas en contra de una sociedad que es tradicionalmente de izquierdas. La consecuencia de ese pacto es que, como en España, los liberales se han derrumbado. Hay mucho cansancio hacia un liberalismo extremo porque eso no funciona y solo empeora las cosas. La gente quiere seguridad en el mercado laboral, en la vivienda e igualdad. En el pasado tuvimos un conflicto con los socialdemócratas pero creo que ellos han revaluado la situación y han llegado también a esta conclusión”.

En Suecia necesitamos una Yolanda y su energía

Dadgostar apoya la necesidad de avanzar en el estado del bienestar, un modelo nórdico que considera en riesgo en su lugar de origen. “Yolanda está modernizando el estado del bienestar. Las escuelas tienen que ser gratuitas y los servicios sociales fuertes. Una sociedad igualitaria ayuda al crecimiento”, desliza. Interrogada por los recursos que pueden costear las medidas anunciadas por Sumar, desde la herencia universal para los más jóvenes o las ayudas para familias con hijos, responde: “El sur puede hacerlo. Suecia era uno de los países más pobres del mundo, tierra de migración hacia Estados Unidos, pero implementó reformas que cambiaron su destino. Un país que pone sus esfuerzos en la clase alta, no va a ninguna parte. Apostar por la igualdad da más beneficios”.

La diputada sueca comparte con su homóloga española la preocupación por el auge de la ultraderecha. “Todos debemos estar inquietos por su presencia. Nosotros ya hemos experimentado en Suecia lo que significa la ultraderecha y, con su apoyo, tenemos el Gobierno más impopular de la historia del país. Piden el voto de la gente porque les prometen seguridad pero es una bandera falsa. Carecen de respuestas a los problemas. Enarbolan la bandera de la migración pero nadie les escucha. En la izquierda debemos ofrecer soluciones reales”.