España ha entrado de lleno en la campaña electoral esta madrugada. Durante dos semanas, con el límite fijado en el viernes 21 de julio, los partidos desarrollarán numerosos mítines por toda la geografía española para pedir el voto a los indecisos, convencer a los contrarios y reforzar a los ya reafirmados. A ello, se suma los dos grandes debates que protagonizarán los cuatro principales candidatos. Este lunes, regresa el formato cara a cara, con la participación del presidente del Gobierno Pedro Sánchez y el líder popular Alberto Núñez Feijóo. Lo organiza Atresmedia. El 13 de julio, RTVE organiza un debate a siete con los hasta ahora portavoces parlamentarios, y, el 19 de julio, como colofón y de previa al cierre de la campaña, Sánchez, Yolanda Díaz y Santiago Abascal acudirán a RTVE para un debate a cuatro en el que la participación de Feijóo es la gran incógnita. No teme dejar la silla 'vacía', eso sí. La conclusión es en Génova creen que el cara a cara es el único aliciente, y que la presencia de Abascal puede debilitarlo.
A trazo grueso, la previsión, a día de hoy, es que el bloque de la derecha arranca la campaña con mejores previsiones que el de la izquierda. Sobre todo, por el implemento del PP en los últimos meses. En detalle, frente a un 47,46% de sufragio de la derecha, PSOE y Sumar aglutinan 40,69% puntos de intención de voto. Estos datos reflejan un decrecimiento de once décimas respecto a la última quincena de junio para el bloque PP-Vox, a quien entonces se le atribuían 47,57 puntos. El PSOE y Sumar suben un 1,2% respecto a finales de junio.
Son cifras próximas a la primera quincena de junio, la postelectoral de municipales y autonómicas. En comparación con ese momento, el balance para populares y ultraconservadores, por un lado, y socialistas y magentas, es positivo para los dos grandes partidos, y ligeramente negativo para sus socios potenciales. Puede sugerirse una compensación por transvase de voto de los extremos al centro. A continuación, respecto a esos plazos, se muestra la evolución individualizada de los cuatro grandes partidos.
Para llegar a este escenario, la tendencia de la izquierda desde abril de este año ha sido la de progresión ascendente tras un estancamiento desde diciembre y en los primeros cuatro meses. El peor momento para PSOE y Unidas Podemos-Podemos-Sumar, el bloque de la extrema izquierda, coincide con el momento de la derogación del delito de sedición y de la problemática generada por la ley del 'solo sí es sí', periodo en el que PP y Vox aguantan la intención del voto [también de escaños, ampliado más adelante]. Pero a partir de mayo, es cuando más patente se hace ese crecimiento en el ala izquierda del tablero, tras las elecciones municipales y autonómicas. Justo en el momento de pactos entre PP y Vox a nivel local y regional. De ahí que se haga un inciso en este análisis entre la primera y la segunda quincena de junio.
Frente una derecha estable y con una muy leve desviación porcentual, el PSOE ha crecido en un mes 2,32 puntos y Sumar se ha dejado medio. Puede apreciarse, por tanto, ligera transferencia de voto, pero movilización del sufragio por parte de Sánchez desde otras esferas. Caso de abstencionistas o votantes socialistas que, tras plantearse votar a otra opción, como el PP, vuelven a respaldar al PSOE en vista de la configuración de pactos.
PP y PSOE crecen en atribución de escaños
La media de encuestas y trackings publicados esta semana por GAD3, SigmaDos, DYM, SocioMétrica, NC Report, 40dB, Data10 e IMOP Insights establece una diferenciación de bloques positiva para la derecha y limitada para la izquierda. Feijóo se estrenaría en el Congreso de los Diputados con 143 escaños (55 más que en esta legislatura) mientras Vox quedaría reducido a 35 (17 diputados menos). De darse una coalición, PP y Vox alcanzarían 178 parlamentarios, dos más de los necesarios. La izquierda sumaría 138 en conjunto con la proyección media de 106 escaños para el PSOE de Sánchez y los 32 de la plataforma de Díaz.
La variación durante el mes de junio, tras el 28-M y en la franja de precampaña sobre el calendario, ha sido mínima. Los socialistas han pasado de 98 diputados previstos en mayo de media a experimentar un descenso a 95 tras las últimas elecciones y verse, posteriormente potenciados a los 100 y los 106. En el caso de Sumar, la alianza con Podemos y el resto de socios hizo que la base de Díaz ascendiera de 18 tras la fragmentación de Unidas Podemos a 34. Intactos, el crecimiento de Sánchez le ha restado dos en lo que va de julio. Este inicio también ha consolidado al PP con 143 parlamentarias viniendo de dos meses estancado entre los 138-139. Vox es el más perjudicado, con 12 escaños perdidos en ese mismo periodo pese a dejarse únicamente medio punto. Le perjudica la proporcionalidad frente al PP y la competencia por el tercer puesto con Sumar.
Como se muestra en la gráfica, y en paralelo con la estimación de porcentajes media desde enero, la horquilla previa a estos datos del PSOE no se ha movido de los 97-99. Igualmente, el PP ha estado dentro de los 135-138. Entre el anuncio de la moción de censura y su puesta en escena con la candidatura de Ramón Tamames, Abascal mantuvo la representación con firmeza. La victoria del PP el 28-M ha marcado un punto de inflexión de siete escaños menos de golpe, ampliados a esos doce ya mencionados. Sumar sale favorecido por la asociación de fuerzas, y pasa de perder un tercio del espacio de Unidas Podemos a tener opciones de retenerlo casi íntegramente.
Pese a que el histórico del CIS apremia a la izquierda desde 2019 con entre un 4% y un 8%, hay que prestar atención al último estudio preelectoral del organismo que preside desde entonces José Félix Tezanos. Frente a la estimación publicada por el organismo este miércoles, la supresión de la llamada 'cocina', es decir, la adecuación de los datos recompilados para darles coherencia en conjunto, muestra cifras muy cercanas a la media del resto de sondeos privados. El PP, para el CIS sin la 'cocina', se establecería en los 143 diputados; el PSOE en los 110; Vox en 31, y Sumar en 35 escaños.
Transferencia de voto
Hay tres focos de atención en los sondeos publicados para establecer la cantidad de sufragio que se mueve en esta entrada de campaña electoral. Lo exponen SigmaDos, 40dB y el propio CIS. La media deja los siguientes datos:
El PSOE retiene al 65,4% [4.442.098 papeletas] de los 6.792.199 votantes del 10-N en 2019. Trasfiere al PP un 9,66% [656.126] y a Sumar un 7,43% [504.660]. El 9,85% [669.031] de los electores socialistas están indecisos. El PP se asegura al 78,6% de sus votantes [3.966.973], que fueron ese 10-N un total de 5.047.040. 534.986 papeletas (10,6%) van a Vox siendo mínima la repercusión en el PSOE, Sumar o el número de indecisos. Vox retiene al 76,1% de sus apoyos [2.782.961], que en noviembre de 2019 fueron de 3.656.979. El 15,4% de los votantes, 563.174, irán al PP. Sumar recoge el 63,5% de los respaldos de Unidas Podemos, 1.980.796 votos. Medio millón de votantes irán al PSOE y más de 200.000 están indecisos.
En ese baile de salidas y entradas, el PSOE no compensa las transferencias entre partidos; y Sumar adhiere músculo, aunque no termina de alcanzar las cotas de Unidas Podemos. El PP y Vox muestran un equilibrio entre fugas y recepción del medio millón. Hay un importante grueso de votantes procedentes de la abstención y de Ciudadanos que pueden repercutir en el devenir de populares y socialistas. En torno al 25% de las papeletas naranjas se plantean ir al PSOE o al PP. Un 12% de abstencionistas (1,5 millones) irían al PP, y cerca del 10% al nicho socialista. Estos son más de 1,2 millones.
Feijóo y Yolanda Díaz, los más valorados
El aspirante a remplazar a Sánchez en la presidencia del Gobierno, Feijóo, es percibido por los encuestados recientes de DYM y SigmaDos con un 4,1. Empata con Díaz, con entre un 4 y un 4,1 de atribución. Pero ninguno aprueba. Sánchez queda en tercera posición con un 4 y Abascal se mueve desde un 2,5 al 3. Esos tres de diez puntos los firma el CIS, que asciende el resto de mediciones. En este caso Díaz gana la partida con un 4,7, seguido de Sánchez (4,68) y Feijóo (4,68).
Hay dos datos complementarios que ofrecen GAD3 e IMOP Insights. El primero es que la preferencia para ocupar la presidencia la gana por 3,5 puntos Sánchez (29,6%) frente a Feijóo (26,5%). Con los líderes de Sumar (17,8%) y Vox (8,1%) muy atrás. Aun así, un 50,3% del electorado, según GAD3, considera que será el dirigente del PP quien acabe gobernando la próxima legislatura contra un 26,2% que sigue percibiendo capacidades a Sánchez de conservar el cargo.
40dB, por su parte, indica que el modelo favorito para le próximo gobierno entre sus encuestados es una coalición entre el PSOE y Sumar (25,7%). La variante de PP y Vox es del 16,1%. Lo supera un deseo de gobierno del PP en solitario (17,1%), aunque no en el caso del PSOE (14,1%). Sobre un Ejecutivo de la lista más votada con apoyo del segundo gran partido nacional, se posicionan a favor casi uno de cada diez encuestados.
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